Descripción general

¿Qué es el cáncer de hígado? Explicación de un experto

Infórmate más con el Dr. Sean Cleary, cirujano hepático.

Explicación de Mayo Clinic sobre el cáncer

Dr. Sean P. Cleary, cirujano pancreático y hepatobiliar de Mayo Clinic: Hola. Soy el Dr. Sean Cleary, cirujano hepático en Mayo Clinic. En este video, hablaremos sobre los conceptos básicos del cáncer de hígado: ¿qué es? ¿Quién puede tenerla? ¿Cuáles son los síntomas, y cómo se puede diagnosticar y tratar? Ya sea que busques respuestas para ti o para un ser querido, estamos aquí para darte la mejor información disponible. En primer lugar, antes de entrar en el tema del cáncer de hígado, hablemos de la función del hígado. El hígado es un órgano del tamaño de un balón de fútbol que se encuentra debajo de la parte derecha del abdomen, debajo del diafragma y al lado del estómago. Si bien el hígado tiene más de 500 funciones conocidas, las más comunes son equilibrar las sustancias químicas de la sangre; producir la bilis, que es una parte crucial del proceso digestivo; eliminar las toxinas de la sangre y regular la coagulación de la sangre. Cada año, se les diagnostica cáncer de hígado a unos 24 500 hombres y 10 000 mujeres en Estados Unidos. La mayoría de las personas con cáncer de hígado tienen un cáncer que se disemina, o hace metástasis, al hígado desde otra zona, como el colon, la mama, el estómago u otros órganos. Es importante diferenciar este tipo de cáncer del cáncer de hígado que comienza en las células hepáticas. El tratamiento del cáncer que se disemina al hígado, en lugar de comenzar en este, se determina según el órgano del cuerpo en el que comenzó el cáncer. Por ejemplo, si el cáncer comenzó en el colon y luego se diseminó al hígado, se llama cáncer de colon metastásico. Hoy nos centraremos en el cáncer de hígado que comienza en el hígado. Como todos los tipos de cáncer, el cáncer de hígado comienza cuando se acumulan cambios o mutaciones en el ADN de las células hepáticas. El ADN de las células es el material que proporciona instrucciones para cada proceso químico y estructural en el cuerpo. Las mutaciones del ADN causan cambios en estas instrucciones. Cuando se acumulan suficientes mutaciones que afectan a genes importantes, las células pueden comenzar a crecer fuera de control y, con el tiempo, pueden formar un tumor o una masa de células cancerosas.

¿Quién puede tener esta afección?

La mayoría de los casos de cáncer de hígado ocurren en personas con una enfermedad hepática subyacente. Pero, a veces, el cáncer de hígado ocurre en personas sin una enfermedad hepática subyacente, y no se sabe exactamente por qué. La enfermedad hepática puede provocar una inflamación constante en el hígado y acumular mutaciones que pueden derivar en un cáncer. Uno de los mayores problemas es que muchas personas pueden tener una enfermedad hepática sin estar al tanto hasta que el hígado está bastante dañado o se forma un cáncer. Estos son algunos de los factores que sabemos que aumentan el riesgo de padecer cáncer de hígado: si tienes infecciones crónicas de hepatitis B o C; cirrosis; ciertas enfermedades hepáticas hereditarias, como la hemocromatosis y la enfermedad de Wilson; diabetes; enfermedad del hígado graso no alcohólico, o si estás expuesto a las aflatoxinas, tienes más posibilidades de padecer cáncer de hígado. El consumo excesivo de alcohol durante muchos años también puede provocar daños irreversibles en el hígado y causar cáncer de hígado.

¿Cuáles son los síntomas?

La mayoría de las personas no tienen signos ni síntomas en las primeras etapas del cáncer primario de hígado. Algunos de los signos y los síntomas que pueden aparecer son pérdida de peso involuntaria, pérdida de apetito, dolor en la parte superior del abdomen, náuseas y vómitos, debilidad y fatiga general, hinchazón abdominal, ictericia que causa color amarillento en los ojos y la piel, y heces blancas o blanquecinas. Otros síntomas pueden ser fiebre, venas dilatadas en el abdomen que pueden verse a través de la piel, y hematomas o sangrados anormales. Los programas de detección que usan ecografías son muy eficaces para detectar el cáncer de hígado antes de que aparezcan los síntomas. Les recomendamos a todas las personas con problemas hepáticos conocidos que consulten al médico para saber si el procedimiento de detección es adecuado para ellas.

¿Cómo se diagnostica?

Los exámenes y los procedimientos utilizados para diagnosticar el cáncer de hígado incluyen análisis de sangre. Estos pueden revelar anomalías en la función hepática. También incluyen pruebas de diagnóstico por imágenes, como una ecografía, una tomografía computarizada y una resonancia magnética. Si te diagnostican cáncer de hígado, el siguiente paso será determinar la extensión o el estadio. Luego, el médico solicitará pruebas para establecer la etapa a fin de determinar el tamaño y la ubicación del cáncer, y saber si se ha diseminado. Las pruebas por imágenes utilizadas para clasificar el cáncer de hígado incluyen tomografías computarizadas, resonancias magnéticas y gammagrafías óseas. Existen diferentes métodos para clasificar las etapas del cáncer de hígado. Por ejemplo, un método usa números romanos del uno al cuatro y otro usa letras de la A a la D. El médico evalúa la etapa del cáncer para determinar las opciones de tratamiento y el pronóstico.

¿Cómo se trata?

Hay varias formas en las que el médico puede ayudarte a desarrollar una estrategia para combatir el cáncer de hígado. Se puede programar una cirugía para extirpar el tumor o extirpar todo el hígado para realizar un trasplante de hígado. El tratamiento puede incluir radioterapia, que utiliza energía de gran potencia, de fuentes como rayos X y protones, para destruir las células cancerosas y reducir los tumores. Los médicos dirigen cuidadosamente la energía al hígado, sin afectar el tejido sano circundante. La quimioterapia es un tratamiento frecuente y consiste en el uso de sustancias químicas potentes para combatir y, con suerte, eliminar el cáncer. Los tratamientos dirigidos con fármacos se enfocan en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear las anomalías, este tipo de tratamientos puede producir la muerte de las células cancerosas.

¿Cuáles son los próximos pasos?

Si bien el cáncer de hígado es un diagnóstico aterrador, encontrar un equipo de expertos que trabaje en conjunto puede ayudarte a determinar las mejores opciones de tratamiento con la última tecnología, la investigación más avanzada y técnicas de atención médica especializadas. Gracias a que todos los días se desarrollan tratamientos nuevos, tenemos la esperanza de lograr resultados positivos. Si quieres informarte más sobre el cáncer de hígado, mira estos videos relacionados o visita mayoclinic.org. Te deseamos lo mejor.

El cáncer de hígado es un cáncer que comienza en las células hepáticas. El hígado es un órgano del tamaño de un balón de fútbol que se encuentra en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma y por encima del estómago.

Se pueden formar varios tipos de cáncer en el hígado. El tipo más común de cáncer de hígado es el carcinoma hepatocelular, que comienza en el tipo principal de célula hepática (hepatocito). Otros tipos de cáncer de hígado, como el colangiocarcinoma intrahepático y el hepatoblastoma, son mucho menos comunes.

El cáncer que se disemina al hígado es más común que el cáncer que comienza en las células hepáticas. El cáncer que comienza en otra área del cuerpo, como el colon, el pulmón o las mamas, y luego se disemina al hígado, se denomina cáncer metastásico en lugar de cáncer de hígado. Este tipo de cáncer lleva el nombre del órgano en el que comenzó, como el cáncer de colon metastásico, para describir el cáncer que comienza en el colon y se disemina al hígado.

Tipos

Síntomas

La mayoría de las personas no tienen signos ni síntomas en las primeras etapas del cáncer primario de hígado. Cuando existen señales y síntomas, estos pueden incluir los siguientes:

  • Pérdida de peso sin proponértelo
  • Pérdida de apetito
  • Dolor en la parte alta del abdomen
  • Náuseas y vómitos
  • Debilidad y fatiga general
  • Hinchazón abdominal
  • Decoloración amarillenta de la piel y la parte blanca de los ojos (ictericia)
  • Heces blancas o blanquecinas

Cuándo debes consultar con un médico

Pide una consulta con tu médico si experimentas algún signo o síntoma que te esté preocupando.

Causas

El cáncer de hígado ocurre cuando las células hepáticas desarrollan cambios (mutaciones) en su ADN. El ADN de una célula es el material que proporciona instrucciones para cada proceso químico en el cuerpo. Las mutaciones del ADN causan cambios en estas instrucciones. Un resultado es que las células pueden comenzar a crecer fuera de control y con el tiempo pueden formar un tumor, es decir, una masa de células cancerosas.

Algunas veces se conoce la causa del cáncer de hígado, como en el caso de las infecciones crónicas por hepatitis. Pero a veces el cáncer de hígado ocurre en personas sin enfermedades preexistentes y no está claro qué lo causa.

Factores de riesgo

Algunos de los factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer primario de hígado son los siguientes:

  • Infección crónica por el virus de la hepatitis B o el virus de la hepatitis C. La infección crónica por el virus de la hepatitis B o el virus de la hepatitis C aumenta el riesgo de padecer cáncer de hígado.
  • Cirrosis. Esta afección progresiva e irreversible hace que se forme tejido cicatricial en el hígado y aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer de hígado.
  • Ciertas enfermedades hepáticas hereditarias. Algunas de las enfermedades hepáticas que pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de hígado son la hemocromatosis y la enfermedad de Wilson.
  • Diabetes. Las personas con este trastorno del azúcar en sangre tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de hígado que las que no tienen diabetes.
  • Enfermedad del hígado graso no alcohólico. Una acumulación de grasa en el hígado aumenta el riesgo de padecer cáncer de hígado.
  • Exposición a aflatoxinas. Las aflatoxinas son venenos producidos por mohos que crecen en cultivos mal almacenados. Los cultivos, como los granos y las nueces, pueden contaminarse con aflatoxinas, que pueden terminar en los alimentos elaborados con estos productos.
  • Consumo excesivo de alcohol. Consumir diariamente y durante muchos años una cantidad de alcohol que es superior a la moderada puede llevar a un daño hepático irreversible y aumentar el riesgo de padecer cáncer de hígado.

Prevención

Reduce el riesgo de cirrosis

La cirrosis es la cicatrización del hígado y aumenta el riesgo de cáncer de hígado. Para reducir el riesgo de padecer cirrosis, puedes seguir estos consejos:

  • Si bebes alcohol, hazlo con moderación. Si decides beber alcohol, limita la cantidad. En caso de las mujeres, esto significa no más de una copa al día. En el caso de los hombres, el límite es de no más de dos copas al día.
  • Mantén un peso saludable. Si tu peso actual es saludable, sigue una dieta equilibrada y haz ejercicio la mayoría de los días de la semana para mantenerlo. Si necesitas bajar de peso, reduce la cantidad de calorías que consumes por día y aumenta la cantidad de actividad física. Apunta a perder peso lentamente, de 1 a 2 libras (0,5 a 1 kilogramo) por semana.

Vacúnate contra la hepatitis B

Puedes reducir el riesgo de contraer hepatitis B si recibes la vacuna contra la hepatitis B. La vacuna puede administrarse a casi cualquier persona, incluidos bebés, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios comprometidos.

Toma medidas para prevenir la hepatitis C

No existe ninguna vacuna contra la hepatitis C, pero puedes reducir el riesgo de contraer la infección.

  • Conoce el estado de salud de cualquier pareja sexual. No tengas relaciones sexuales sin protección a menos que tengas la certeza de que tu pareja no está infectada con el virus de la hepatitis B, virus de la hepatitis C u otra infección de trasmisión sexual. Si no conoces el estado de salud de tu pareja, usa un preservativo cada vez que tengas relaciones sexuales.
  • No uses drogas ilícitas intravenosas, pero si lo haces, usa una aguja limpia. Reduce el riesgo de contraer la infección por el virus de la hepatitis C al no inyectarte drogas ilícitas. Pero si esa no es una opción para ti, asegúrate de que las agujas que uses sean estériles y no las compartas. La parafernalia de drogas contaminadas es una causa común de la infección por el virus de la hepatitis C. Aprovecha los programas de intercambio de agujas de tu comunidad y considera buscar ayuda para superar tu consumo de drogas ilícitas.
  • Busca tiendas seguras y limpias cuando te hagas un piercing o tatuaje. Las agujas que no se esterilizan adecuadamente pueden propagar el virus de la hepatitis C. Antes de hacerte un piercing o tatuaje, investiga las tiendas de tu zona y pregunta a los miembros del personal acerca de sus prácticas de seguridad. Si los empleados de una tienda se niegan a responder a tus preguntas o no las toman en serio, esa será una señal de que el lugar no es adecuado para ti.

Buscar tratamiento para la infección por hepatitis B o C

Existen tratamientos disponibles para la hepatitis B y la hepatitis C. Las investigaciones demuestran que el tratamiento puede reducir el riesgo de cáncer de hígado.

Pregúntale al médico acerca de los exámenes de detección del cáncer de hígado

Para la población en general, no se ha demostrado que los exámenes de detección del cáncer de hígado reduzcan el riesgo de morir de cáncer de hígado, y generalmente no se recomiendan. Las personas con afecciones que aumentan el riesgo de padecer cáncer de hígado podrían considerar la posibilidad de someterse a exámenes de detección, p. ej., las personas que padecen:

  • Infección por hepatitis B
  • Infección de hepatitis C
  • Cirrosis del hígado

Habla con tu médico sobre las ventajas y desventajas de los exámenes de detección. Juntos pueden decidir si la prueba de detección es adecuada para ti en función de tu riesgo. Por lo general, los exámenes de detección incluyen un análisis de sangre y una ecografía abdominal cada seis meses.

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April 28, 2023

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