Ependimoma
El ependimoma es una multiplicación de células que se forma en el cerebro o la médula espinal. Las células forman una masa que se denomina tumor. El ependimoma empieza en las células ependimarias. Estas células recubren los conductos que transportan el líquido cefalorraquídeo. Este líquido envuelve y protege el cerebro y la médula espinal.
Existen diferentes tipos de ependimomas. Algunos aumentan de tamaño lentamente y no se consideran cáncer. A los tumores que no se los considera cáncer también se los llama tumores benignos. Un ependimoma benigno puede aumentar de tamaño hasta presionar el tejido cercano. Muchas veces los ependimomas aumentan de tamaño más rápido y se consideran cáncer. A los tumores cancerosos también se los conoce como tumores malignos. Un ependimoma maligno puede aumentar de tamaño hasta invadir y destruir el tejido cercano. Las células cancerosas pueden desprenderse y extenderse por el cerebro o la médula espinal.
El ependimoma puede aparecer a cualquier edad, pero con mayor frecuencia se presenta en niños pequeños. Los niños con ependimoma pueden tener dolores de cabeza y convulsiones. Es más probable que el ependimoma que aparece en adultos se forme en la médula espinal. Puede causar debilidad en la parte del cuerpo controlada por los nervios afectados por el tumor.
La cirugía es el tratamiento principal para los ependimomas. En el caso de los tumores que aumentan de tamaño con rapidez o de tumores que no pueden extirparse completamente con cirugía, se pueden recomendar tratamientos adicionales. Estos son radioterapia, radiocirugía, quimioterapia y terapia dirigida.
Diagnósticos
Las pruebas y los procedimientos utilizados para diagnosticar un ependimoma incluyen los siguientes:
- Examen neurológico. Durante un examen neurológico, el profesional de atención médica evalúa la vista, la audición, el equilibrio, la coordinación, la fuerza y los reflejos. Los problemas en uno o más de estos puntos pueden dar pistas sobre la parte del cerebro o de la médula espinal que podría estar afectada por un tumor.
- Estudios por imágenes. Estos estudios consisten en tomar imágenes del cuerpo que pueden mostrar la ubicación y el tamaño del ependimoma. La resonancia magnética se utiliza con frecuencia para diagnosticar tumores cerebrales. Se puede utilizar junto con una resonancia magnética especializada, como la angiografía por resonancia magnética. Dado que el ependimoma puede aparecer en el cerebro y en la médula espinal, es posible utilizar estudios por imágenes para ver ambas zonas.
- Análisis del líquido cefalorraquídeo. Este procedimiento, denominado punción lumbar o punción raquídea, consiste en introducir una aguja entre dos huesos en la parte inferior de la columna vertebral. Con la aguja, se extrae un poco del líquido que rodea la médula espinal. El líquido se analiza para detectar la presencia de células tumorales.
En función de los resultados de las pruebas, el profesional de atención médica puede sospechar que se trata de un ependimoma y recomendar una intervención quirúrgica para extirpar el tumor. Una vez extirpado, las células del tumor se analizan en un laboratorio para confirmar el diagnóstico. Existen pruebas especiales que pueden informar al equipo de atención médica sobre los tipos de células que forman el tumor. Tu equipo de atención médica puede usar esta información para guiar las decisiones relacionadas con el tratamiento.
Tratamientos
Las opciones de tratamiento para el ependimoma incluyen las siguientes:
Cirugía
Los neurocirujanos o cirujanos del cerebro trabajan para extirpar la mayor cantidad de ependimoma posible. El objetivo es extirpar todo el tumor. A veces, el ependimoma se encuentra cerca de tejidos sensibles del cerebro o de la médula espinal, lo que hace que sea muy riesgoso.
Si, durante la cirugía, se extirpa el tumor completo, es probable que no se necesite un tratamiento complementario. Si queda alguna parte, el neurocirujano quizás te recomiende que te sometas a otra cirugía para tratar de extirpar el resto del tumor. Los tratamientos complementarios, como la radioterapia, suelen recomendarse para tumores cancerosos o para casos en que el tumor no se puede extirpar por completo.
Radioterapia
La radioterapia utiliza potentes haces de energía para destruir las células tumorales. La energía puede provenir de rayos X, protones u otras fuentes. Durante la radioterapia, una máquina dirige haces de energía a puntos específicos para destruir las células tumorales que se encuentran en ese lugar.
Se suele recomendar la radioterapia después de una cirugía para prevenir la reaparición de tumores cancerosos. También se la recomienda en los casos en que el neurocirujano no pudo extirpar el tumor por completo.
Algunos tipos especiales de radioterapia dirigen el tratamiento de radiación a las células tumorales. Estos reducen el riesgo de dañar las células saludables cercanas. Entre los ejemplos están la radioterapia conformada, la radioterapia de intensidad modulada y la terapia de protones.
Radiocirugía
La radiocirugía estereotáctica es un tipo intenso de tratamiento con radiación. Dirige haces de radiación desde distintos ángulos hacia el tumor. Cada haz no es muy potente. Sin embargo, el punto en donde todos los haces se encuentran genera una dosis muy grande de radiación que destruye las células tumorales.
Quimioterapia
La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células tumorales. Por lo general, no se la utiliza para tratar el ependimoma. Suele ser una opción en determinadas situaciones, como los casos en que el tumor reaparece luego de someterse a una cirugía y a la radiación.
Terapia dirigida
La terapia dirigida utiliza medicamentos que atacan las sustancias químicas específicas dentro de las células tumorales. Al bloquear estas sustancias químicas, los tratamientos dirigidos pueden destruir las células tumorales. Este tipo de terapia puede ser una opción para tratar el ependimoma que reaparece luego del tratamiento.
Ensayos clínicos
Los ensayos clínicos son estudios de tratamientos nuevos. Estos estudios ofrecen una oportunidad para probar las opciones de tratamiento más recientes, aunque es posible que se desconozca el riesgo de los efectos secundarios. Habla con el equipo de atención médica si te interesa participar en un ensayo clínico.