Descripción general
Pie zambo
Pie zambo
En el pie equino, la parte frontal del pie apunta hacia dentro y abajo. También, el arco puede estar elevado y el tobillo volteado hacia dentro. Generalmente, el pie está fijo en esta posición. Sin tratamiento, el niño puede caminar con el costado o la parte superior del pie.
El pie equino describe una afección de nacimiento en la que el pie del bebé apunta hacia adentro y hacia abajo. Los tejidos que conectan los músculos al hueso son los tendones. En los casos de pie equino, los tendones son más cortos que lo normal, lo que modifica la posición del pie.
El pie equino, también conocido como talipes equinovarus congénito, es una afección común. Ocurre en hasta 1 de cada 1000 bebés. La mayoría de los recién nacidos con pie equino no presentan otras enfermedades.
Puede ser leve o grave. Aproximadamente la mitad de los niños con pie equino lo tienen en ambos pies. Si un niño tiene pie equino sin tratar, es posible que apoye el costado o la parte superior del pie al caminar. Esto puede causar que el niño renguee, tenga irritación o callosidades, y presente dificultades para usar zapatos.
El pie equino no mejorará sin tratamiento. Pero se puede tratar con éxito mediante una técnica específica de enyesado. Por lo general, los bebés requieren un procedimiento mínimo para alargar el tendón de Aquiles. El tratamiento arroja mejores resultados si el yeso se coloca unas semanas después del nacimiento.
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Síntomas
Si tu hijo tiene pie equino, este podría ser su aspecto:
- La parte superior del pie suele apuntar hacia abajo y hacia adentro. Esto eleva el arco y gira el talón hacia adentro.
- Es posible que el pie esté tan torcido que se vea como si estuviera al revés.
- El pie o el dedo mayor podrían ser un poco más cortos en comparación con el otro pie.
- Los músculos de la pantorrilla de una pierna con pie equino suelen ser más pequeños.
En el nacimiento, el pie equino no genera molestias ni dolor.
Cuándo consultar al médico
Es probable que el profesional de atención médica reconozca un pie equino durante el examen que le realiza a un bebé poco después de que nace. El profesional te remitirá a un médico especializado en afecciones óseas y musculares en niños que se llama cirujano ortopédico pediátrico.
Causas
Se desconoce la causa del pie equino, pero puede deberse a factores genéticos y ambientales.
Factores de riesgo
Los niños tienen el doble de probabilidades que las niñas para pie equino.
Los factores de riesgo incluyen los siguientes:
- Antecedentes familiares. Si el padre o la madre, el hermano o la hermana de un niño tiene pie equino, las probabilidades de padecerlo aumentan.
- Parte de otras afecciones. A veces, el pie equino puede darse al mismo tiempo que otras afecciones esqueléticas presentes en el nacimiento. Un ejemplo es la espina bífida, una afección que se da cuando la columna vertebral y la médula espinal no se desarrollan ni se cierran de manera adecuada antes del nacimiento. Otros factores que pueden aumentar el riesgo para pie equino son ciertas afecciones relacionadas con cambios en los cromosomas.
- Entorno. Fumar durante el embarazo puede aumentar el riesgo de que el bebé tenga pie equino.
- Líquido amniótico insuficiente durante el embarazo. El líquido amniótico es el líquido que rodea al bebé dentro del útero. Si la cantidad no es suficiente, puede aumentar el riesgo para pie equino.
Complicaciones
Por lo general, el pie equino no causa problemas hasta que el niño empieza a estar de pie y caminar. El tratamiento puede acomodar la posición del pie y ayudar a que el niño camine bien. Sin embargo, es posible que haya problemas con lo siguiente:
- Movimiento. El pie puede estar algo rígido, por lo que no se dobla con facilidad.
- Longitud de la pierna. La pierna con pie equino puede ser un poco más corta, pero no es un factor que suela imposibilitar que el niño aprenda a caminar.
- Talla del calzado. El pie puede tener hasta 1 talla y media de calzado menos que el otro pie.
- Tamaño de la pantorrilla. Los músculos de la pantorrilla del lado con pie equino siempre pueden ser más pequeños que los del otro lado.
- Forma del pie. Es común que el pie tenga forma de frijol y una pequeña punta hacia el interior, incluso después del tratamiento.
Sin embargo, si no se lo trata, puede haber problemas más graves. Entre ellos se pueden incluir los siguientes:
- Problemas para caminar. Si bien los niños con pie equino pueden caminar si esta afección no se trata, es posible que ejerzan su peso sobre el costado o la parte superior del pie. Esto puede causar irritación o callosidades, dificultades para encontrar un calzado y renguera.
- Problemas por un tratamiento tardío. El tratamiento atrasado del pie equino puede dar como resultado la necesidad de más yesos e incluso cirugía para corregirlo. Se verán mejores resultados si se realiza un tratamiento inmediato, antes de que los huesos del pie se deformen por la posición incorrecta.
- Artritis. Puede haber hinchazón y sensibilidad en una o más de las articulaciones.
- Baja autoestima. El aspecto inusual del pie puede hacer que la imagen corporal sea una preocupación durante la adolescencia.
Prevención
No hay una manera garantizada de prevenir el pie equino, ya que los profesionales de atención médica desconocen la causa. Pero, si estás cursando un embarazo, puedes llevar a cabo prácticas a fin de tener un embarazo saludable y disminuir el riesgo de que el bebé tenga problemas que afecten su desarrollo:
- No fumes ni pases tiempo en lugares con humo de segunda mano.
- No bebas alcohol.
- No consumas drogas legales o ilegales que se vendan en la calle ni tomes medicamentos que no estén aprobados por tu profesional de atención médica.