Matthew Binnicker, Ph.D., director del Laboratorio de Virología Clínica: Una variante es una mutación que ocurre en el virus luego de un tiempo. Solo mediante la evolución natural con el tiempo, a medida que el virus infecta a las personas, tiene la oportunidad de replicar su genoma y, cada vez que lo hace, hay posibilidad de que se produzcan errores o mutaciones.
Hemos pasado un año con este virus y, a medida que ha infectado a millones de personas, ha replicado su genoma miles de millones de veces y se han incorporado errores. Estos errores produjeron mutaciones o variantes. Era completamente esperable que se produjeran esas variantes o mutaciones en este virus.
Hay tres variantes o mutaciones principales del SARS-CoV-2. La primera fue identificada por primera vez en el Reino Unido, la segunda en Sudáfrica y la tercera en Brasil.
La variante del Reino Unido tiene un mayor potencial para transmitirse, por lo que se propagará más rápido y con mayor facilidad entre las personas. No creemos aún que tenga resultados clínicos peores, por lo que no produce una enfermedad más grave ni lleva a una tasa más elevada de hospitalizaciones. La variante sudafricana también parece tener tasas más elevadas de transmisión. Luego, la variante de Brasil es muy nueva todavía y estamos aprendiendo sobre ella.
Los medios de comunicación e incluso los informes científicos se refieren a estos virus según el lugar en el que se describieron o identificaron por primera vez. Para el momento en que nos enteramos de su existencia, ya se han propagado por muchos países, si es que no por todo el mundo. Por lo tanto, es más importante entender que esto ocurre naturalmente. Es esperable que esto suceda.
Creo que es seguro decir que las vacunas ofrecerán protección contra las cepas o variantes del SARS-CoV-2 que actualmente están circulando. Es muy importante pensar sobre la eficacia y la efectividad de la vacuna como un continuo en vez de como un sí o no binario. Ahora, creo que aún estamos averiguando dónde cae esa eficacia en el continuo. Parece que las vacunas de Pfizer y Moderna, que son muy comunes, ofrecerán una sólida protección contra la variante del Reino Unido. Respecto de la variante sudafricana, existen algunas pruebas científicas que demuestran que puede que la eficacia disminuya. Ahora, cuando hablamos de disminución, no va a ser de una eficacia del 95 por ciento a una de 0 por ciento. Podría ser una disminución de eficacia del 95 por ciento al 85 por ciento respecto de la prevención de una enfermedad por COVID grave.
Los virus no pueden mutar si no se replican. Entonces, todos esos pasos (vacunación, uso de mascarilla, distanciamiento físico) serán muy importantes para contribuir a la reducción del número de contagios, lo que ralentizará el surgimiento de nuevas variantes y mutaciones.