Para ahorrar tiempo, corta las verduras con anticipación y guárdalas en el refrigerador hasta que estés listo para asarlas.
Calienta la asadera (parrilla). Coloca la reja de la parrilla a una distancia de 4 a 6 pulgadas (10 a 15 cm) de la fuente de calor.
Pincela el calabacín, la berenjena, los champiñones y el pimiento rojo con 1 cucharada de aceite de oliva. Acomódalos en una sola capa en una bandeja de horno y asa a fuego bajo. Voltea según sea necesario y pincela cada tanto con 1 cucharada de aceite de oliva. Asa las verduras o cocínalas a la parrilla entre 5 y 8 minutos, volteándolas cuando sea necesario, hasta que estén tiernas. Pásalas a un tazón y reserva.
Calienta el horno a 350 °F (177 °C). Rocía una fuente de horno de 12 pulgadas (30 cm) con aceite en aerosol.
En una cacerola mediana, pon agua a hervir. Baja el fuego e incorpora y bate lentamente la polenta. Continúa removiendo, y cocina durante aproximadamente 5 minutos. Cuando la polenta se despegue de los laterales de la cacerola, añade la margarina y la pimienta negra. Retira del fuego.
Coloca la polenta en una fuente de horno. Pincela con el resto del aceite de oliva. Ponla en el horno y hornea durante 10 minutos. Retira y mantén caliente.
Escurre la espinaca y presiona entre toallas de papel. Cubre la polenta con espinaca. Añade una capa de tomates en rodajas, aceitunas y tomates secos picados. Cubre con verduras asadas y espolvorea con orégano.
Vuelve a colocar en el horno otros 10 minutos. Cuando esté bien caliente, retira del horno. Corta en porciones y sirve.
Mayo Clinic no respalda compañías ni productos. Las recaudaciones de los avisos comerciales financian nuestra misión sin fines de lucro.
Consulta estos éxitos de venta y ofertas especiales en libros y boletines informativos de Mayo Clinic Press.
¿Te gustaría hacer una donación deducible de impuestos y ser parte de una investigación de vanguardia y de una atención médica que transforma la medicina?