Usa una variedad de hierbas en la pizza: cilantro (México), orégano (Italia) o romero (Francia). Prueba también diferentes vegetales, como cebolla verde, tomate en rodajas finas, berenjena, palmitos, champiñones o puntas de espárragos. Para variar, prueba asar primero los vegetales.
Calienta el horno a 350 °F (175 °C). Cubre ligeramente un molde de horno con aceite en aerosol. Unta la salsa de tomate sobre el pan plano. Cúbrelo con la cebolla, los pimientos, el queso mozzarella y la albahaca. Coloca la pizza en el molde de horno y cocínala entre 5 y 7 minutos, hasta que el queso esté derretido y dorado.
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