El hecho de limitar el azúcar añadido y las grasas hace que este postre sea más bajo en calorías en comparación con la mayoría de los pasteles de chocolate.
Para el pastel, necesitas lo siguiente:
Para la cubierta, necesitas lo siguiente:
Precalienta el horno a 375 °F (190 °C). Rocía levemente un molde redondo de 9 pulgadas (23 cm) para pasteles con aceite en aerosol y harina.
En un tazón grande, cierne la harina, el bicarbonato de sodio y la sal. Resérvalo. En un tazón pequeño, mezcla semillas de chía con agua y reserva hasta que se gelifique.
Derrite lentamente el chocolate negro sin endulzar. Deja que enfríe un poco pero que no se endurezca.
En un tazón grande, bate por 2 minutos la mantequilla con los ñames (boniatos, camotes), el azúcar moreno, la compota de manzana y la miel. Agrega el gel de chía y bate por 2 minutos más. Incorpora y bate la vainilla y luego el chocolate. Agrega progresivamente, mientras revuelves, la mitad de la mezcla de harina y luego la mitad del yogur. Repite el proceso con la mezcla de harina y el yogur restantes. Agrega revolviendo lentamente y con cuidado el agua hirviendo. Vierte la mezcla en el molde para pastel que preparaste.
Hornea durante aproximadamente 20 minutos. Prueba el pastel con un palillo. Debería salir húmedo, pero no pegajoso.
Deja enfriar en el molde sobre una rejilla durante 20 minutos.
Saca el pastel del molde y corta 12 porciones.
Rocía el pastel con el chocolate derretido. Coloca las porciones en platos y decora con fresas y canela, si las usas.
Creado por los chefs del Centro para Vida Sana Dan Abraham de Mayo Clinic.
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