La harina integral contiene el nutritivo germen de trigo y salvado que recubre los granos. Además de la fibra, la harina integral aporta un sabor a nuez y una textura más rugosa.
Para hacer una versión vegana de este plato, usa un sustituto de la leche.
Calienta el horno a 400 °F (200 °C). Recubre ligeramente una fuente de horno de 9 pulgadas (23 cm) con aceite en aerosol.
En un bol grande, añade las rodajas de manzana. Rocíalas con jugo de limón. En un bol pequeño, mezcla el azúcar, el almidón de maíz y la canela. Añade la mezcla a las manzanas y revuelve suavemente para integrar los ingredientes. Añade los arándanos azules. Esparce la mezcla de manzanas y arándanos azules en forma pareja en la fuente de horno preparada. Reserva.
En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la sal. Con un tenedor, incorpora la margarina fría a los ingredientes hasta obtener una mezcla granulosa. Añade la leche y la vainilla. Revuelve hasta obtener una masa húmeda. Coloca la masa en una superficie de trabajo bien enharinada y, con las manos con harina, amasa suavemente de 6 a 8 veces hasta que la masa esté suave y se pueda manejar. Usa un rodillo para amasar la masa con forma de rectángulo de 1/2 pulgada (1 cm) de espesor. Corta la masa con un cortador de galletas. Realiza los cortes juntos para desperdiciar lo mínimo posible. Junta las sobras de masa y realiza más cortes.
Coloca los trozos de masa sobre la mezcla de manzanas y arándanos azules hasta cubrir la parte superior. Hornea las manzanas durante unos 30 minutos, hasta que estén tiernas, y la cobertura quede dorada. Sirve tibio.
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