Descripción general
El hígado
El hígado
El hígado es el órgano interno más grande del cuerpo. Es casi del tamaño de una pelota de fútbol. Se ubica principalmente en la parte superior derecha de la zona del estómago, por encima de este.
Esta afección hace que el cuerpo absorba demasiado hierro de los alimentos que consumes. El exceso de hierro se almacena en los órganos, especialmente en el hígado, el corazón y el páncreas. Las grandes cantidades de hierro pueden provocar afecciones mortales, como una enfermedad hepática, problemas cardíacos y diabetes.
Existen varios tipos de hemocromatosis, pero el más común está causado por una alteración genética que se trasmite de padres a hijos. Solo unas pocas personas que tienen los genes llegan a desarrollar problemas graves. Los síntomas suelen aparecer en la mediana edad.
El tratamiento implica la extracción regular de sangre del cuerpo. Debido a que gran parte del hierro del organismo se encuentra en los glóbulos rojos, este tratamiento reduce los niveles de hierro.
Productos y servicios
Síntomas
Algunas personas con hemocromatosis nunca presentan síntomas. Los primeros síntomas suelen coincidir con los de otras afecciones comunes.
Los síntomas pueden incluir los siguientes:
- Dolor articular.
- Dolor abdominal.
- Fatiga.
- Debilidad.
- Diabetes.
- Pérdida del deseo sexual.
- Impotencia.
- Insuficiencia cardíaca.
- Insuficiencia hepática.
- Piel de color bronce o gris.
- Pérdida de memoria.
Cuándo suelen aparecer los síntomas
El tipo más frecuente de hemocromatosis está presente al nacer. Sin embargo, la mayoría de las personas no experimenta síntomas hasta una edad más avanzada, generalmente después de los 40 años en los hombres y después de los 60 años en las mujeres. Las mujeres son más propensas a desarrollar síntomas después de la menopausia, cuando ya no pierden hierro con la menstruación y el embarazo.
Cuándo consultar al médico
Acude al médico si experimentas alguno de los síntomas de la hemocromatosis. Si un miembro de tu familia inmediata tiene hemocromatosis, pregunta a tu proveedor de atención médica sobre las pruebas genéticas. Las pruebas genéticas pueden comprobar si tienes el gen que aumenta el riesgo de desarrollar hemocromatosis.
Causas
Hígado sano frente a cirrosis hepática
Hígado sano frente a cirrosis hepática
Un hígado sano, a la izquierda, no muestra signos de tejido fibroso. En un hígado con cirrosis, a la derecha, el tejido fibroso reemplaza el tejido hepático sano.
La causa más frecuente de la hemocromatosis es un cambio en un gen. Este gen controla la cantidad de hierro que tu cuerpo absorbe de los alimentos. El gen alterado se trasmite de padres a hijos. Este tipo de hemocromatosis es indudablemente el más común. Se denomina hemocromatosis hereditaria.
Mutaciones genéticas que provocan hemocromatosis
Un gen que se llama HFE es la causa más frecuente de la hemocromatosis hereditaria. Heredas un gen HFE de cada uno de tus padres. El gen HFE tiene dos mutaciones comunes, C282Y y H63D. Las pruebas genéticas pueden revelar si tienes estas mutaciones en tu gen HFE.
- Si heredas dos genes alterados, es posible que desarrolles hemocromatosis. También es posible que trasmitas el gen alterado a tus hijos. Sin embargo, no todos los que heredan dos genes desarrollan los problemas relacionados con la sobrecarga de hierro de la hemocromatosis.
- Si heredas un gen alterado, es poco probable que desarrolles hemocromatosis. No obstante, se te considera portador de la mutación (gen alterado) y puedes trasmitirlo a tus hijos. Pero ellos no desarrollarán la enfermedad, a menos que también hereden otro gen alterado del otro progenitor.
Cómo afecta la hemocromatosis a los órganos
El hierro juega un papel esencial en varias funciones del cuerpo, que incluyen ayudar en la formación de la sangre, pero el hierro en exceso es tóxico.
Una hormona secretada por el hígado, o hepcidina, controla la forma en que el hierro se utiliza y se absorbe en el cuerpo, y también la forma en que se almacena el exceso de hierro en los distintos órganos. En la hemocromatosis, la función de la hepcidina se ve afectada, lo que provoca que el cuerpo absorba más hierro de lo necesario.
El exceso de hierro se almacena en los órganos más importantes, especialmente en el hígado. Con el paso de los años, el hierro almacenado puede provocar daños graves que pueden llevar a insuficiencias en los órganos y enfermedades crónicas, como cirrosis, diabetes e insuficiencia cardíaca. Muchas personas tienen cambios genéticos que causan hemocromatosis. Sin embargo, no todas presentan un grado de sobrecarga de hierro que genera daño en los tejidos y los órganos.
La hemocromatosis hereditaria no es el único tipo de hemocromatosis. Otros tipos incluyen los siguientes:
- Hemocromatosis juvenil. Provoca en los jóvenes los mismos problemas que la hemocromatosis hereditaria provoca en los adultos, pero la acumulación de hierro comienza mucho antes, y los síntomas suelen aparecer entre los 15 y los 30 años. Este trastorno se produce a causa de cambios en los genes de la hemojuvelina o de la hepcidina.
- Hemocromatosis neonatal. En este grave trastorno, el hierro se acumula rápidamente en el hígado del bebé en desarrollo en el útero. Se cree que es una enfermedad autoinmunitaria, en la que el cuerpo se ataca a sí mismo.
- Hemocromatosis secundaria. En este caso, la enfermedad no es hereditaria y a menudo se la conoce como sobrecarga de hierro. Las personas con ciertos tipos de anemia o enfermedades hepáticas a menudo pueden necesitar múltiples trasfusiones de sangre, lo que puede llevar a una acumulación excesiva de hierro.
Factores de riesgo
Los factores que incrementan el riesgo de hemocromatosis incluyen los siguientes:
- Presencia de dos copias de un gen HFE alterado. Este es el mayor factor de riesgo de hemocromatosis hereditaria.
- Antecedentes familiares. Si tienes un padre, una madre, un hermano o una hermana con hemocromatosis, es más probable que desarrolles la enfermedad.
- Origen étnico. Las personas de ascendencia del norte de Europa son más propensas a la hemocromatosis hereditaria que las personas de otros orígenes étnicos. La hemocromatosis es menos común en personas de ascendencia negra, hispana y asiática.
- Sexo. Los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de desarrollar síntomas de hemocromatosis a una edad más temprana. Debido a que las mujeres pierden hierro durante la menstruación y el embarazo, tienden a almacenar una menor cantidad del mineral que los hombres. Después de la menopausia o una histerectomía, el riesgo para las mujeres aumenta.
Complicaciones
Si no se trata, la hemocromatosis puede derivar en una serie de complicaciones. Estas complicaciones afectan especialmente las articulaciones y los órganos donde suele almacenarse el exceso de hierro, como el hígado, el páncreas y el corazón. Entre las complicaciones, se incluyen las siguientes:
- Problemas hepáticos. La cirrosis, formación de cicatrices permanentes en el hígado, es solo una de las complicaciones que se pueden producir. La cirrosis aumenta el riesgo de cáncer de hígado y otras complicaciones que ponen en riesgo la vida.
- Diabetes. El daño en el páncreas puede derivar en diabetes.
- Problemas cardíacos. El exceso de hierro en el corazón afecta su capacidad de hacer circular suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. Esto se denomina insuficiencia cardíaca congestiva. La hemocromatosis también puede causar ritmos cardíacos anormales, denominados arritmias.
- Problemas reproductivos. El exceso de hierro puede llevar a la disfunción eréctil y la pérdida del deseo sexual en los hombres. En las mujeres, puede provocar la ausencia del ciclo menstrual.
- Cambios en el color de la piel. Los depósitos de hierro en las células cutáneas pueden hacer que la piel parezca de color bronce o gris.