Consejos de seguridad para volver a la escuela durante la pandemia de la COVID-19

Escrito por el personal de Mayo Clinic

Al igual que con otras enfermedades que se contagian de persona a persona, puede haber brotes de COVID-19 en las escuelas. Hay maneras en que la escuela de tu hijo puede ayudar a prevenir o detener las infecciones. Y existen maneras de evitar que tu familia se enferme.

Los niños tienen casi la misma probabilidad que los adultos de contraer el virus que causa la COVID-19. No se sabe cuán a menudo los niños no transmiten sus gérmenes a otros. Pero existe al menos un pequeño riesgo de que un niño se contagie de COVID-19 en la escuela y se la transmita a su familia en casa.

Lo bueno es que las escuelas y las familias pueden tomar medidas para proteger la salud de los estudiantes tanto en la vida diaria como durante los brotes de la enfermedad.

Vacunas contra la COVID-19

En los EE. UU., toda persona desde los 6 meses puede recibir una vacuna contra la COVID-19.

Mantenerse al día con la vacuna contra la COVID-19 ayuda a evitar una enfermedad grave por COVID-19, la necesidad de recibir atención en el hospital debido a la COVID-19 y la muerte por COVID-19. Esto se aplica tanto a los adultos como a los niños.

Para asegurarse de que todos los niños tengan la oportunidad de recibir una vacuna contra la COVID-19, tu escuela puede organizar una clínica de vacunación. O bien la escuela puede enviar información sobre dónde recibir la vacuna.

Flujo de aire

El virus que causa la COVID-19 se propaga con el aliento de las personas infectadas. Cuando estás al aire libre, el flujo natural de aire reduce la probabilidad de que te infectes con el virus que exhala una persona.

Cuando estás adentro o en un vehículo, mantener circulando aire fresco en el espacio reduce la cantidad de gérmenes en el aire.

Abrir las ventanas puede ayudar, además de encender ventiladores para llevar aire exterior a las habitaciones. Si te encuentras en espacios donde no puedes abrir ventanas o si la calidad del aire exterior es mala, puedes usar un purificador de aire.

Lavado de manos

Lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos puede ayudar a detener la diseminación de gérmenes en casa y en la escuela. Los niños y los adultos que tienden a apresurarse deben cantar el "Cumpleaños Feliz" dos veces mientras se lavan, lo que toma unos 20 segundos.

Si no dispones de agua ni jabón, usa un desinfectante de manos a base de alcohol que contenga por lo menos un 60 % de alcohol.

Dile a tu hijo que se cubra la boca y la nariz con el codo o con un pañuelo desechable cuando tosa o estornude. Luego, tira el pañuelo desechable a la basura y lávate las manos de inmediato. Recuérdale que evite tocarse los ojos, la nariz y la boca.

Para facilitar el lavado de manos, las escuelas deben asegurarse de que todos los suministros estén listos para usar.

Además, las escuelas pueden dedicar tiempo para que los niños y el personal se laven las manos. Esto es especialmente importante después de usar el baño, antes de comer y después de toser, estornudar o sonarse la nariz.

Uso de mascarillas

Las mascarillas pueden protegerte de inhalar gérmenes. Las mascarillas también pueden proteger a otros de inhalar tus gérmenes si estás enfermo.

Usa una mascarilla que te cubra la nariz y la boca, que se ajuste a tu cara sin dejar espacios y que te resulte cómoda para usar todo el día.

Cuando los gérmenes que causan la COVID-19 se propagan en tu área, las mascarillas pueden reducir el riesgo para infección. Pero algunas personas pueden optar por usar mascarillas en otros momentos.

Las escuelas pueden apoyar el uso de mascarillas de varias maneras.

  • Enseñar a los estudiantes y al personal por qué las personas pueden optar por usar mascarilla.
  • Hacer adaptaciones para quienes no pueden usar mascarilla debido a alguna discapacidad.
  • Brindar acceso a mascarillas transparentes que permitan leer los labios.

No les pongas una mascarilla a niños menores de 2 años ni a niños con discapacidades que no puedan llevarla de forma segura. Puede ser difícil encontrar una mascarilla que se ajuste bien a la cara del niño, así que prepárate para probar más de una en caso necesario.

Es posible que ciertas mascarillas incluyan instrucciones para ajustarlas sin dejar espacios. También es posible que debas enseñarle a tu hijo a ponerse o quitarse la mascarilla correctamente.

Cuando la propagación del virus de la COVID-19 es alta

Los pasos básicos para protegerse de la infección son recibir la vacuna, contar con buena ventilación y tener buenos hábitos de higiene, como lavarse las manos. Usar una mascarilla también puede formar parte de tu respuesta habitual.

No obstante, es posible que se necesiten otras medidas durante un brote de COVID-19. Si el nivel de enfermedad en la comunidad es alto, otras medidas pueden ayudar a controlar el riesgo de enfermar.

  • Las escuelas y las agencias de salud pueden comunicar las medidas que padres, madres y cuidadores pueden esperar que tomen las escuelas durante este tiempo.
  • Las escuelas pueden pedir al padre y a la madre que estén atentos a ciertos síntomas.
  • Las escuelas pueden cambiar la política sobre cuándo puede volver a la escuela una persona enferma. Algunas escuelas pueden hacer pruebas a personas sin síntomas para detectar la COVID-19.
  • Las escuelas pueden dividir a los profesores y a los niños en grupos separados que se llaman cohortes. De este modo, aunque las personas de un grupo se enfermen, no lo harán las de otros grupos.
  • Las escuelas pueden cambiar el lugar donde se imparten las clases, centrarse en estar al aire libre o separar más a los niños dentro del aula.

Qué debes hacer si tu hijo tiene COVID-19

Es probable que la escuela de tu hijo tenga una política respecto a enfermedades y asistencia a la escuela, pero en general, algunos síntomas se controlan mejor en casa. Esto incluye fiebre, vómitos y heces acuosas o diarrea. Las personas con estos síntomas probablemente propaguen el germen que tengan, cualquiera que sea.

Si tu hijo tiene COVID-19, habla con su profesional de atención médica. La mayoría de los niños se recuperan de manera rápida sin enfermar gravemente.

Comunícate con la escuela. Asegúrate de comprender la política escolar para saber cuándo puede tu hijo volver a la escuela.

Cuando tu hijo se sienta mejor, la escuela puede aclarar la política para volver al aula. Aunque en general, la gente puede volver a sus actividades diarias si se cumple lo siguiente:

  • No tuvieron fiebre durante 24 horas sin tomar medicamentos para bajarla.
  • Los síntomas respiratorios están mejorando.
  • Pueden comer y beber sin vomitar.
  • Las heces han vuelto a la normalidad.

Prevenir enfermedades en las escuelas

Es imposible evitar todos los gérmenes, pero hay formas de ayudar a reducir el riesgo de enfermar.

Enseñar buenas prácticas de higiene evita que tu hijo falte a la escuela por enfermedad y ayuda a mantener a la familia a salvo de los gérmenes que podrían llegar a casa.

Otra opción puede ser participar más en las actividades escolares de tu hijo. Infórmate sobre las políticas de la escuela sobre cómo controlar las enfermedades para que comprendas los riesgos y cómo disminuirlos.

March 07, 2025 See more In-depth

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