[MÚSICA]
Un cerebro muy feliz, del Dr. Sood
Amigos, esta es la historia de cómo Broody, un cerebro muy infeliz, halló la felicidad. Broody sufría por sus miedos e inseguridades. Se sentía desprotegido e indeseable. Broody no sabía qué hacer, hasta que un amigo le sugirió una idea. Juntos, fueron a la escuela a aprender sobre el cerebro y acerca de ellos mismos. Vengan. Veamos qué aprendieron.
Un curso acelerado sobre la felicidad
El cerebro tiene billones de uniones que dirigen millones de sus funciones. Conozcamos tres características del cerebro que pueden dejarte agotado cuando son excesivas. Primera característica: El cerebro siente el dolor ajeno como propio. El cerebro sufre de la misma manera ante el dolor personal y de los seres queridos. Se activan las mismas neuronas ante la angustia propia o el sufrimiento de alguien que amamos. Segunda característica: Para el cerebro, lo imaginario es real. El cerebro activa los mismos grupos de nervios ante hechos reales o imaginarios. Si soñamos que tenemos una araña en la pierna, podemos sentir el mismo terror que si fuera real. Tercera característica: El cerebro no es capaz de distinguir entre el dolor físico y el emocional. Un comentario despectivo hiere tanto como una espina. Si nos rompemos una pierna o nos rompen el corazón, el efecto es el mismo. Las personas espirituales de milenios anteriores describían en sus devocionales, himnos y rimas las mismas verdades que describen hoy los científicos en tesis, libros, revistas y ensayos: la compasión, la bondad, la gratitud, el perdón y el restablecimiento.
¿Qué dicen todos? Para hallar felicidad y plenitud internas, hay que refugiarse en la gratitud. Las mayores alegrías vienen por esas emociones repletas de compasión genuina y profunda. Cuando uno se enfoca en sanar a otros y comienza a considerar hermanos a los extraños, el cerebro halla la máxima felicidad, sea verano, primavera, invierno u otoño. Al orar por otros, tener empatía y afectar sus vidas, uno se restablece. Si ayudamos a otros a sentirse protegidos y valorados, nuestro cerebro se enriquece. Si están de acuerdo, no esperen más. No lo dejen para después. Comiencen con la persona más cercana. En este instante. Ahora. Hoy mismo. Comiencen con la persona más cercana. En este instante. Ahora. Hoy mismo.
Broody, el cerebro, volvió de la escuela con dos conceptos importantes: Primero, al ver el dolor físico o emocional de otros, se activa nuestra propia red del dolor y, segundo, los miedos imaginarios generan daños reales. En la escuela también le enseñaron soluciones para esta predisposición nerviosa: cultivar más la gratitud y la compasión.
La práctica cotidiana de la gratitud y la compasión le dio a Broody más felicidad y fuerzas que nunca. Derrotó a los miedos y las inseguridades, y pasó a sentirse protegido y valorado. [Aplausos] Los cerebros que se sienten protegidos y valorados hallan la felicidad. [MAULLIDO] Los cerebros felices pasan a ser muy felices al participar de actividades reconfortantes, creativas y altruistas. [MAULLIDO]
El secreto para ser feliz es este: buscar la gratitud y la compasión nos hace más felices que buscar la felicidad debido a cómo funciona el cerebro.
Producido por: Dr. Amit Sood, Gauri Sood, @amitsoodmd, Stressfree.org y Centro Global para la Resiliencia y el Bienestar
Gracias por tu tiempo. [Risas]
Stressfree.org
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