Una zanahoria mediana satisface más del 100 % de tu necesidad diaria de vitamina A. Las zanahorias también son una buena fuente de fibra.
En una cacerola grande, calienta las zanahorias, el azúcar y el agua. Tápala y cocina a fuego lento durante unos 20 minutos hasta que las zanahorias estén tiernas. Escurre las zanahorias, conservando un poco del líquido. Reserva.
En una cacerola separada a fuego medio-alto, bate la harina, la pimienta, la nuez moscada y la leche. Cocina, revolviendo constantemente, hasta que la salsa blanca se espese.
En una licuadora o procesador de alimentos, agrega las zanahorias cocidas y la salsa blanca. Procesa hasta obtener un puré homogéneo. Agrega el líquido reservado hasta lograr la consistencia deseada. Sirve con un cucharón en boles separados y decora cada uno con 1 cucharadita de perejil. Sirve de inmediato.
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