Diagnóstico
Para diagnosticar una hemorragia subaracnoidea, se pueden necesitar las siguientes pruebas:
- Tomografía computarizada. Esta prueba por imágenes es muy eficaz para detectar sangrado en el cerebro. Pero, es probable que no detecte el sangrado si hay un conteo bajo de glóbulos rojos o si hay poco sangrado. El profesional de atención médica puede inyectar un tinte de contraste para ver los vasos sanguíneos con mayor detalle, lo que se denomina angiografía por tomografía computarizada.
- Resonancia magnética. Esta prueba por imágenes también puede detectar sangrado en el cerebro. En muy pocos casos una resonancia magnética puede mostrar señales de hemorragia subaracnoidea cuando esta no se detectada con una tomografía computarizada. El profesional de atención médica puede inyectar un tinte en un vaso sanguíneo para ver las arterias y venas con mayor detalle, lo que se conoce como angiografía por resonancia magnética.
- Angiografía cerebral. Se puede realizar una angiografía cerebral para obtener imágenes más detalladas. También se puede realizar una angiografía si se sospecha de la presencia de una hemorragia subaracnoidea, pero la causa no está clara o no aparece en otras imágenes. Se inserta una sonda larga y delgada en la arteria y se dirige hacia el cerebro. Se inyecta un tinte en los vasos sanguíneos del cerebro para que se puedan visualizar en las radiografías. En ocasiones, una angiografía no permite visualizar un aneurisma. Si esto sucede, y el profesional de atención médica cree que puede haber un aneurisma, se puede realizar una segunda angiografía.
En el caso de algunas personas con aneurisma que haya causado una hemorragia subaracnoidea, es probable que el sangrado no aparezca en las imágenes iniciales. Si esto sucede, se puede requerir una punción lumbar. Durante este procedimiento, se inserta una aguja en la zona lumbar. Se extrae una pequeña cantidad del líquido que rodea al cerebro y la médula espinal, conocido como líquido cefalorraquídeo. Luego, se estudia el líquido en busca de sangre, lo que puede indicar la presencia de una hemorragia subaracnoidea.
Tratamiento
El tratamiento de la hemorragia subaracnoidea se centra en estabilizar la afección. El equipo de atención médica verificará la respiración, la presión arterial y el flujo sanguíneo del paciente.
Si hay un aneurisma roto, este recibe tratamiento y el equipo de atención médica trabaja para prevenir complicaciones.
Para tratar la rotura de un aneurisma cerebral, el profesional de atención médica puede recomendar lo siguiente:
- Cirugía. El cirujano hace una incisión en el cuero cabelludo y localiza el aneurisma cerebral. Se coloca un clip metálico en el aneurisma para evitar que la sangre fluya hasta él.
- Embolización endovascular. El cirujano inserta un catéter dentro de una arteria y lo lleva hasta el cerebro. Unas espirales extraíbles de platino se guían a través del catéter y se colocan en el aneurisma. Las espirales reducen el flujo sanguíneo que va hacia el aneurisma y hacen que la sangre se coagule. Se han desarrollado diversos tipos de espirales para tratar los aneurismas.
- Otros tratamientos endovasculares. Algunos aneurismas se pueden tratar con un tipo de embolización endovascular donde se utilizan tecnologías más recientes. Estas nuevas técnicas incluyen la colocación de espirales asistida por estent o globo, o dispositivos que desvían el flujo de sangre.
Tratar el aneurisma roto rápidamente puede ayudar a prevenir que se produzca un nuevo sangrado.
También es importante prevenir otras complicaciones. Una hemorragia subaracnoidea puede causar un nivel bajo de sales, como el sodio, en la sangre. También puede causar un aumento o una reducción de la glucosa en la sangre. El equipo de atención médica debe controlar estos niveles y tratarlos si es necesario.
También puede haber un flujo de sangre insuficiente hacia el cerebro. Una complicación común de la hemorragia subaracnoidea causada por la rotura de un aneurisma es la constricción y el estrechamiento de los vasos sanguíneos, que se conoce como vasoespasmo. Esto puede causar un accidente cerebrovascular si el flujo sanguíneo se reduce a un cierto nivel. Un accidente cerebrovascular se puede evitar elevando la presión arterial o ensanchando los vasos sanguíneos del cerebro mediante el uso de medicamentos. El medicamento llamado nimodipina (Nymalize) también puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir un vasoespasmo.
Otra complicación común es la acumulación de líquido en las cavidades del cerebro, conocida como hidrocefalia. Esta se puede tratar con drenajes que se insertan en la cabeza o la zona lumbar.
En ocasiones, puede ser necesario repetir algunos procedimientos. Después del tratamiento inicial, es importante realizar consultas de seguimiento con el equipo de atención médica para observar si se producen cambios. Es posible que también se necesite fisioterapia, terapia ocupacional y terapia del habla.
Estudios clínicos
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Preparación para la consulta
Una hemorragia subaracnoidea es una emergencia médica y probablemente se tratará en el Departamento de Emergencias. Es posible que participen médicos especialistas en el cerebro y el sistema nervioso en tu atención médica. Estos especialistas podrían incluir neurólogos, neurocirujanos y neurorradiólogos.
Qué puedes hacer
Para aprovechar al máximo el tiempo con tu equipo de atención médica, prepárate con la siguiente información. Prepara una lista de lo siguiente:
- Tus síntomas, incluidos aquellos que no parezcan relacionados con el motivo para buscar atención médica.
- Información personal crucial, incluidos momentos de gran estrés, cambios recientes en tu vida y antecedentes médicos familiares.
- Todos los medicamentos, las vitaminas u otros suplementos que tomes, incluidas las dosis.
- Preguntas para hacerle al equipo de atención médica.
En el caso de la hemorragia subaracnoidea, algunas preguntas básicas para hacerle al profesional de atención médica son las siguientes:
- ¿Cuál puede ser la causa de mis síntomas?
- Además de la causa más probable, ¿cuáles son otras causas posibles para mis síntomas?
- ¿Qué pruebas deben hacerme?
- ¿Puede mi afección ser temporal o crónica?
- ¿Cuál es el mejor curso de acción?
- ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que sugiere?
- Tengo otras enfermedades. ¿Cuál es la mejor manera de controlar estas enfermedades de manera conjunta?
- ¿Debo respetar alguna restricción específica?
- ¿Debería consultar con un especialista?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas.
Qué esperar del médico
Es probable que el profesional de atención médica te haga varias preguntas como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿Son continuos los síntomas, o aparecen y desaparecen?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca empeorarlos?