Diagnóstico
Un examen completo y pruebas de diagnóstico apropiadas son esenciales para un diagnóstico preciso. Una alergia a la penicilina mal diagnosticada puede causar que se usen antibióticos menos apropiados o más caros.
El médico llevará a cabo un examen físico, hará preguntas acerca de los síntomas y pedirá exámenes adicionales. Puedes ser remitido a un especialista en alergias (alergólogo) para estas pruebas. Estas pueden incluir lo siguiente:
Pruebas cutáneas
Con una prueba cutánea, el alergólogo o enfermero administran una pequeña cantidad de la penicilina sospechosa a tu piel con una aguja diminuta. Una reacción positiva a un examen causará una protuberancia roja, con picazón y elevada.
Un resultado positivo indica una alta probabilidad de alergia a la penicilina. Un resultado negativo generalmente significa que no estás en alto riesgo de una alergia a la penicilina. Pero un resultado negativo es más difícil de interpretar porque algunos tipos de reacciones a medicamentos no pueden ser detectados por las pruebas cutáneas.
Prueba de provocación escalonada
Si el diagnóstico de alergia a la penicilina es incierto, se puede recomendar una prueba de provocación escalonada de medicamentos. En este procedimiento, se administran hasta cinco dosis de penicilina; se comienza con una dosis pequeña hasta llegar a la dosis deseada. Si alcanzas la dosis terapéutica sin que se produzca una reacción, el médico concluirá en que no eres alérgico a ese tipo de penicilina. Podrás tomar los medicamentos según las indicaciones médicas.
Si tienes alergia a un tipo de penicilina, el médico puede recomendar una prueba de provocación escalonada con un tipo de penicilina o con cefalosporina que tenga una menor probabilidad de causar una reacción alérgica (por las propiedades químicas conocidas). Así, el médico podría identificar qué antibiótico se puede usar de manera segura.
Durante una prueba de provocación, el médico hace una supervisión cuidadosa y se prestan servicios de atención complementaria para tratar una reacción adversa.
Tratamiento
Las intervenciones para tratar una alergia a la penicilina pueden dividirse en dos estrategias generales:
- El tratamiento de los síntomas de alergia existentes
- Insensibilización con penicilina
Tratar los síntomas existentes
Para tratar los síntomas de una reacción alérgica a la penicilina es posible realizar las siguientes intervenciones:
- Suspender el medicamento. Si el médico determina que sufres de una alergia a la penicilina, o una posible alergia, el primer paso del tratamiento es suspender el medicamento.
- Antihistamínicos. El médico te puede recetar un antihistamínico o recomendarte uno de venta libre, como la difenhidramina (Benadryl), que bloquea las sustancias químicas del sistema inmunitario que se activan durante una reacción alérgica.
- Corticosteroides. Pueden utilizarse corticosteroides orales o inyectables para tratar la inflamación asociada con las reacciones más graves.
- Tratamiento de la anafilaxia. La anafilaxia requiere una inyección de epinefrina y atención hospitalaria de inmediato para mantener la presión arterial y para asistir la respiración.
Insensibilización con fármacos
Si no hay otras opciones de tratamiento antibiótico adecuadas disponibles, tu médico puede recomendarte un tratamiento llamado desensibilización a medicamentos, que puede permitirte tomar un tratamiento de penicilina para tratar una infección. Con este tratamiento, recibes una dosis muy pequeña y luego dosis progresivamente mayores cada 15 a 30 minutos en el transcurso de varias horas o unos pocos días. Si puedes alcanzar la dosis deseada sin reacción, entonces puedes continuar el tratamiento.
Es importante que tomes el medicamento como se te indica para mantener tu tolerancia durante todo el curso del tratamiento. Si necesitas penicilina en el futuro, deberás repetir el tratamiento de desensibilización.
Se te hace un seguimiento cuidadoso durante la intervención, y se dispone de cuidados de apoyo para tratar las reacciones. La desensibilización no siempre es exitosa y existe el riesgo de reacciones graves.
Preparación para la consulta
Prepárate para responder las siguientes preguntas. Estos detalles serán importantes para ayudar al médico a determinar la causa de los síntomas.
- ¿Qué síntomas tuviste?
- ¿Cuál es el nombre de la penicilina o del antibiótico que estás tomando?
- ¿Por qué te recetaron el medicamento?
- ¿Has tenido estos síntomas en el pasado cuando no tomabas este medicamento?
- ¿Cuánto tardaron en aparecer los síntomas una vez que empezaste a tomar penicilina?
- ¿Cuánto duraron los síntomas?
- ¿Dejaste de tomar el medicamento?
- ¿Qué otros fármacos, medicamentos herbarios, vitaminas o suplementos dietéticos tomas?
- ¿En qué momento del día tomas los otros medicamentos o suplementos?
- ¿Has aumentado la dosis de algún medicamento o suplemento habitual?
- ¿Has dejado de tomar tus medicamentos o suplementos habituales?
- ¿Tomaste algo para tratar los síntomas? ¿Cuál fue el efecto?
- ¿Has tenido una reacción a algún medicamento en el pasado? En ese caso, ¿a qué medicamento?
- ¿Tienes rinitis alérgica (fiebre del heno), alergia alimentaria u otras alergias?
- ¿Hay antecedentes de alergia a la penicilina o a otros medicamentos en tu familia?
Es aconsejable que tomes fotos de cualquier afección, como una erupción o inflamación, para mostrarle al médico. Estas pueden ayudar al médico si los síntomas han disminuido al momento de la cita médica.