Obtén más información del neurólogo, Dr. Oliver Tobin, M.B., B.Ch., B.A.O.
Soy el Dr. Oliver Tobien, neurólogo especializado en esclerosis múltiple de Mayo Clinic. En este video, abordaremos los aspectos básicos de la esclerosis múltiple. ¿Qué es? ¿Quién puede tenerla? Los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento. Ya sea que estés buscando respuestas sobre tu propia salud o la de un ser querido, estamos aquí para darte la mejor información disponible. La esclerosis múltiple es un trastorno en el cual el sistema inmunitario del cuerpo ataca la cubierta protectora de las células nerviosas del cerebro, el nervio óptico y la médula espinal, llamada vaina de mielina. Esta vaina suele compararse con el aislamiento que tiene un cable eléctrico. Cuando se daña esa cubierta protectora, queda expuesta la fibra nerviosa real, lo que puede hacer más lentas o bloquear las señales que se transmiten dentro de ella. Las fibras nerviosas en sí también pueden dañarse. El organismo puede ocuparse de reparar el daño que se produce en la vaina de mielina, pero no a la perfección. El daño resultante provoca lesiones o cicatrices y de allí proviene el nombre de la enfermedad: esclerosis múltiple o múltiples cicatrices. Todos perdemos neuronas cerebrales o células de la médula espinal a medida que envejecemos. Sin embargo, si la esclerosis múltiple daña parte del cerebro o la médula espinal, las células nerviosas de esa zona mueren con mayor rapidez que las de las áreas cercanas que se encuentran en condiciones normales. Esto sucede lentamente, por lo general, a lo largo de décadas y suele presentarse como una dificultad gradual para caminar a lo largo de los años. Cuando uno lee sobre la esclerosis múltiple, puede ver que existen distintos tipos de la enfermedad. La más frecuente es la esclerosis múltiple recurrente-remitente. Se caracteriza por la presencia de ataques o recaídas.
Se desconoce qué provoca la esclerosis múltiple, pero hay ciertos factores que pueden aumentar el riesgo, o bien, ejercer influencia sobre su inicio. Si bien la esclerosis múltiple puede presentarse a cualquier edad, suele aparecer por primera vez en personas de entre 20 a 40 años. Los bajos niveles de vitamina D y una exposición reducida a la luz solar, que permite que nuestro organismo fabrique vitamina D, se relacionan con un mayor riesgo de esclerosis múltiple. Además, quienes padecen de esclerosis múltiple y un nivel reducido de vitamina D suelen tener una enfermedad más grave. Quienes presentan sobrepeso tienen mayores probabilidades de desarrollar esclerosis múltiple, en tanto que la enfermedad suele ser más activa en quienes tienen sobrepeso, además de desarrollarse con mayor rapidez. Las personas que tienen esclerosis múltiple y, además, fuman suelen presentar una mayor cantidad de recaídas, un empeoramiento progresivo de la enfermedad y peores síntomas cognitivos. Las mujeres tienen tres veces más probabilidades que los hombres de padecer esclerosis múltiple recurrente-remitente. El riesgo de padecer esclerosis múltiple en la población general es de, aproximadamente, el 0,5 %. Tu riesgo se duplica o es cercano al 1 % si alguno de tus padres o hermanos tienen esclerosis múltiple. Ciertas infecciones también son importantes. Diversos virus se asocian a la esclerosis múltiple, entre ellos, el virus de Epstein-Barr, el cual provoca la mononucleosis. Hay una mayor prevalencia de la enfermedad en las latitudes norte y sur, por ejemplo, Canadá, noreste de los EE. UU., Nueva Zelanda, sudeste de Australia y Europa. Las personas de raza blanca, en especial las de descendencia de Europa del norte, son las que corren el mayor riesgo. Las personas de descendencia asiática, africana o indígena estadounidense corren el menor riesgo. Se observa un riesgo ligeramente más alto si un paciente ya tiene una enfermedad autoinmunitaria de la tiroides, anemia perniciosa, psoriasis, diabetes tipo 1 o enfermedad intestinal inflamatoria.
Los síntomas de una recaída suelen presentarse dentro de las 24 a 48 horas, duran de unos días a unas semanas y luego mejoran en la región en un 80 % a 100 % de los casos. Estos síntomas incluyen la pérdida de la visión en un ojo, pérdida de la fuerza en un brazo o una pierna y sensación de entumecimiento en las piernas. Otros síntomas comunes asociados a la esclerosis múltiple son espasmos, fatiga, depresión, problemas de incontinencia, disfunción sexual y dificultades para caminar.
No hay una única prueba para confirmar un diagnóstico de esclerosis múltiple. Sin embargo, hay cuatro características clave que contribuyen a garantizar el diagnóstico. En primer lugar, ¿cuáles son los síntomas más frecuentes de la esclerosis múltiple? Una vez más, los síntomas incluyen la pérdida de la visión en un ojo, pérdida de la fuerza en un brazo o una pierna y sensación de incomodidad en un brazo o una pierna que dura más de 24 horas. En segundo lugar, ¿hay alguna conclusión de examen físico que guarde coherencia con la esclerosis múltiple? Además, ¿coincide la IRM de tu cerebro o columna vertebral con la esclerosis múltiple? En este punto, es importante destacar que el 95 por ciento de las personas mayores de 40 años presentan una IRM cerebral anormal, de la misma manera que muchos de nosotros tenemos arrugas en la piel. Por último, ¿coinciden los resultados del análisis de líquido espinal con la esclerosis múltiple? El médico podría recomendarte una prueba de sangre para confirmar o descartar otras enfermedades que comparten los mismos síntomas. También podría sugerir una prueba de tomografía de coherencia óptica. Se trata de un breve escaneo del espesor de las capas ubicadas en la parte posterior del ojo.
Si uno padece esclerosis múltiple, se recomienda buscar un equipo médico interdisciplinario de confianza que te ayude a controlar y manejar tu salud. Contar con un equipo multidisciplinario es fundamental para abordar los síntomas individuales que experimentas. Si sufres un ataque o recaída de esclerosis múltiple, tu médico puede recetarte corticoides para aliviar o mejorar tus síntomas. En tanto que, si los síntomas del ataque no responden a los esteroides, otra opción es la plasmaféresis o intercambio de plasma, que es un tratamiento similar a la diálisis. Aproximadamente el 50 por ciento de las personas que no responden a los esteroides muestran una mejora significativa a corto plazo con el intercambio de plasma. En este momento, hay más de 20 medicamentos aprobados para la prevención de los ataques de esclerosis múltiple y la prevención de nuevas lesiones en las IRM.
El hecho de aprender a manejarse con la esclerosis múltiple puede ser todo un desafío. Por eso, hay expertos médicos disponibles para ayudarte a manejarla, para que puedas vivir una vida plena. Consultar con un fisiatra, fisioterapeuta o terapista ocupacional puede ayudarte a hacer frente a las dificultades físicas. Se recomienda realizar actividad física a quienes padecen esclerosis múltiple. La salud mental también es muy importante. Mantener las relaciones personales con amigos y familiares, e intentar dedicarse a pasatiempos es fundamental. Sin embargo, uno debe ser amable consigo mismo y realista respecto a qué esperar. Dado que la situación puede modificarse de un día a otro, está bien ser indulgente con uno mismo si algo parece demasiado o si necesitas cancelar un plan. También resulta útil participar de grupos de apoyo compuestos por personas que entienden lo que estás pasando y compartir tus sentimientos o inquietudes con un médico o asesor. Mientras tanto, los científicos trabajan duro para ampliar nuestros conocimientos sobre esta enfermedad y desarrollar nuevos tratamientos y medicamentos que sean cada vez más eficaces. Si quieres saber más, mira otros videos o visita mayoclinic.org. Te deseamos lo mejor.