Diagnóstico
Preguntas frecuentes sobre la enfermedad intestinal inflamatoria
El Dr. William Faubion, gastroenterólogo, responde a las preguntas más frecuentes sobre la enfermedad intestinal inflamatoria.
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¿Cuánto me afectará la enfermedad intestinal inflamatoria?
Dr. William A. Faubion, Jr., Departamento de Gastroenterología de Mayo Clinic: Creo que, simplemente, depende de qué parte del intestino se vea afectada por la enfermedad y la gravedad de tu caso. Todos los profesionales de la salud te dirán que, en un mundo ideal, no debería afectar tu vida en absoluto. Se ha comprobado que en realidad la enfermedad intestinal inflamatoria no cambia de manera significativa la expectativa de vida general de los pacientes. Pero lo que realmente nos interesa es la calidad de vida. Creo que, con un plan médico correcto, es posible que la gran mayoría de los pacientes que atendemos no tenga síntomas durante un período de uno a tres años. Por eso creo que el mayor impacto que puede tener esta enfermedad en tu vida es quizás en el tipo de alimentación que debes seguir. Deberás estar en contacto con tu equipo del tratamiento y tomar los medicamentos según sus indicaciones. Pero si haces estas tres cosas, creo que la mayoría de los profesionales de la salud te dirán que prefieren que no pienses en la enfermedad intestinal inflamatoria. Deja que nosotros nos ocupemos de eso.
¿Cuál es la causa de la enfermedad intestinal inflamatoria?
Es probable que la mayoría de los que participamos en la investigación de esta afección te diga que hay tres causas principales que estudiamos. La primera sería el ambiente. La mayoría de nosotros cree que hay algún tipo de daño ambiental que provoca la inflamación crónica del intestino. Es posible que ese daño ambiental esté relacionado con la alimentación. Puede ser un organismo en particular que habita en el intestino, o quizás una función de ese organismo, que también es una función de la alimentación. La segunda causa más importante son los genes. La genética de la enfermedad intestinal inflamatoria es complicada y es muy dispersa. Es por eso que la mayoría de las personas tienen la composición genética que propicia esta enfermedad, pero en realidad no presentan la afección en sí. Además, un tercer componente es que estos dos factores afectan el sistema inmunitario, que en realidad es el responsable de causar la inflamación crónica que está presente en el intestino y para la que recetamos medicamentos.
¿La enfermedad intestinal inflamatoria puede afectar mi expectativa de vida?
La respuesta breve es no. Hay muchas líneas de investigación que indican que, cuando se controla a pacientes que tienen la enfermedad intestinal inflamatoria frente a pacientes de la misma edad y con los mismos problemas médicos, pero sin esta afección, ambos grupos tienen casi la misma expectativa de vida.
¿Mi alimentación tiene un efecto en la enfermedad intestinal inflamatoria?
Si una persona tiene un estrechamiento en el intestino delgado relacionado con la enfermedad de Crohn, lo que se denomina constricción, la alimentación se vuelve un factor muy importante. Esto se debe a que, si determinados pacientes consumen alimentos con demasiada fibra, entonces estos tipos de alimentos pueden generar una impactación o bloquear el estrechamiento en el intestino delgado, lo que provoca signos y síntomas de una obstrucción: dolor abdominal, vómitos y ruidos fuertes en el intestino. Otra manera en que la alimentación puede influir en la enfermedad es si tienes una lesión en el intestino delgado, lo que puede perjudicar la habilidad de dicho órgano para realizar ciertos tipos de funciones, como absorber los productos lácteos.
¿La enfermedad intestinal inflamatoria conlleva algún riesgo de tener cáncer?
El principal factor de riesgo de cáncer sería del tipo colorrectal o cáncer del intestino grueso. Y creemos que eso proviene de la inflamación crónica del colon. Es por eso que es una buena idea mantener un contacto estrecho con tu equipo del tratamiento. También recomendamos que te hagas una colonoscopia de rutina, donde te insertarán un endoscopio en el colon para observar si hay cambios tempranos asociados con el cáncer.
¿Cuáles son las probabilidades de trasmitirles la enfermedad intestinal inflamatoria a mis hijos?
Esta es una inquietud muy común y válida entre las personas que tienen hijos y acuden a la clínica para someterse a una evaluación de la enfermedad intestinal inflamatoria. Por lo general, el riesgo es un poco mayor para la enfermedad de Crohn que para la colitis ulcerosa. Por eso, creemos que es mucho más probable que seas el único miembro de tu familia con esta afección a que tengas un familiar con lo que llamamos penetrancia.
¿Existen los trasplantes fecales?
La respuesta breve es sí. En realidad, esta ciencia se desarrolló para tratar una infección y no una enfermedad intestinal inflamatoria. El desarrollo de este procedimiento llevó aproximadamente 15 años. Además, realmente ha logrado mejoras en relación con las infecciones por clostridium difficile o C. difficile. Actualmente, los trasplantes fecales son una herramienta muy común para tratar una infección refractaria o recurrente causada por esta especie de clostridium difficile. Debido a este interés en el campo de las enfermedades infecciosas o del clostridium difficile, existen diversos ensayos en curso sobre la enfermedad intestinal inflamatoria.
¿Cuál es la mejor manera de colaborar con mi equipo de atención médica?
Creo que acudir al médico es lo primero que hay que hacer. Siempre consideramos que esto es un trabajo en conjunto entre el paciente y el proveedor de atención médica. Hay que considerar muchos factores cuando hablamos de medicamentos para tratar la enfermedad intestinal inflamatoria. Algunos de estos medicamentos tienen factores de riesgo. Es por eso que estas conversaciones son importantes, aunque pueden ser complejas y demandar mucho tiempo. Lo importante es asistir a las citas médicas, estar presente, participar en estas conversaciones e informarte. Hay muchos recursos disponibles para investigar cuáles pueden ser los riesgos y beneficios con respecto a las diferentes estrategias. Es importante mantener una buena comunicación con tu equipo y, nuevamente, acudir a las consultas y prestar atención.
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Para poder confirmar un diagnóstico de enfermedad intestinal inflamatoria, tendrás que realizarte un conjunto de pruebas y procedimientos:
Análisis de laboratorio
- Análisis para detectar anemia o infección. El proveedor de atención médica podría sugerir la realización de un análisis de sangre para detectar la presencia de anemia (afección en la que no se cuenta con una cantidad suficiente de glóbulos rojos como para transportar una cantidad adecuada de oxígeno a los tejidos) o para detectar signos de una infección provocada por bacterias o virus.
- Estudios de las heces. Es posible que debas proporcionar una muestra de heces para que el proveedor de atención médica pueda examinarla para detectar sangre oculta u organismos, como parásitos.
Procedimientos endoscópicos
Colonoscopia
Colonoscopia
En una colonoscopia, el profesional de atención médica introduce un colonoscopio en el recto para revisar el colon completo.
Estudio de sigmoidoscopía
Estudio de sigmoidoscopía
En una sigmoidoscopia flexible, el profesional de atención médica introduce un sigmoidoscopio en el recto para revisar la parte inferior del colon.
- Colonoscopia. Este examen le permite al proveedor de atención médica ver todo el colon usando un tubo delgado y flexible con luz y una cámara en el extremo. Durante el procedimiento, se pueden tomar pequeñas muestras de tejido (biopsia) para su análisis en el laboratorio. Una biopsia es la forma de hacer el diagnóstico de la enfermedad intestinal inflamatoria comparada con otras formas de inflamación.
- Sigmoidoscopia flexible. El proveedor de atención médica usa un tubo delgado, flexible y con luz para examinar el recto y el sigmoide, la última parte del colon. Si el colon está muy inflamado, el proveedor de atención médica puede realizar esta prueba en lugar de una colonoscopia completa.
- Endoscopia superior. En este procedimiento, el proveedor de atención médica emplea un tubo delgado, flexible y con luz para examinar el esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado (duodeno). Si bien es poco frecuente que estas áreas se vean afectadas por la enfermedad de Crohn, es posible que se recomiende esta prueba si tienes náuseas y vómitos, dificultad para comer o dolor en la parte superior del abdomen.
- Cápsula endoscópica. Esta prueba a veces se usa para ayudar a diagnosticar la enfermedad de Crohn que compromete el intestino delgado. Tragas una cápsula que contiene una cámara en su interior. Las imágenes se trasmiten a una grabadora que llevas en el cinturón y después eliminas la cápsula de manera indolora junto con las heces. Es posible que, de todos modos, necesites una endoscopia con una biopsia para confirmar un diagnóstico de enfermedad de Crohn. No se debe realizar una cápsula endoscópica si se sospecha la presencia de una obstrucción intestinal.
- Enteroscopia asistida por globo. Para esta prueba, se usa un endoscopio junto con un dispositivo llamado sobretubo. Esto le permite al técnico explorar más profundamente el intestino delgado donde los endoscopios estándar no llegan. Esta técnica es útil cuando una cápsula endoscópica muestra anomalías, pero el diagnóstico aún está en duda.
Procedimientos por imágenes
- Radiografías. Si tienes síntomas graves, es posible que el proveedor de atención médica use una radiografía estándar de la zona abdominal para descartar complicaciones graves, como megacolon o colon perforado.
- Tomografía computarizada. Es posible que te realicen una tomografía computarizada, una técnica radiográfica especial que brinda información más detallada que la radiografía estándar. Mediante esta prueba, se mira todo el intestino y los tejidos del exterior del intestino. La enterografía por tomografía computarizada es una tomografía computarizada especial que brinda mejores imágenes del intestino delgado. En la mayoría de los centros médicos, esta prueba reemplazó a la radiografía con bario.
- Resonancia magnética (RM). Un escáner de resonancia magnética utiliza un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes detalladas de los órganos y los tejidos. Las resonancias magnéticas son particularmente útiles para evaluar una fístula alrededor del área anal (resonancia magnética pélvica) o del intestino delgado (enterografía por resonancia magnética). A diferencia de una tomografía computarizada, no hay exposición a la radiación en una resonancia magnética.
Más información
Tratamiento
El objetivo del tratamiento de la enfermedad intestinal inflamatoria es reducir la inflamación que desencadena los signos y síntomas. En el mejor de los casos, podría conducir no solo al alivio de los síntomas, sino también a la remisión a largo plazo y a la reducción de los riesgos de sufrir complicaciones. El tratamiento de la enfermedad intestinal inflamatoria implica la administración de medicamentos o cirugía.
Medicamentos antiinflamatorios
Por lo general, los medicamentos antiinflamatorios son el primer paso en el tratamiento de la colitis ulcerativa, de leve a moderada. Los medicamentos antiinflamatorios incluyen aminosalicilatos, como mesalazina (Delzicol, Rowasa, entre otros), balsalazida (Colazal) y olsalazina (Dipentum).
Para inducir la remisión, también se administran ciclos de corticoides durante un tiempo limitado. Los esteroides, además de tener propiedades antiinflamatorias, son inmunosupresores. El medicamento que tomes dependerá del área del colon que está afectada.
Inhibidores del sistema inmunitario
Estos medicamentos actúan de diversas formas para suprimir la respuesta inmunitaria que libera las sustancias químicas que inducen la inflamación en el cuerpo. Cuando se liberan, estas sustancias químicas pueden dañar el recubrimiento del tracto digestivo.
Algunos ejemplos de medicamentos inmunosupresores incluyen azatioprina (Azasan y Imuran), mercaptopurina (Purinethol y Purixan) y metotrexato (Trexall).
En el último tiempo, surgieron agentes que se administran por vía oral, también conocidos como “pequeñas moléculas”, para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal. Estos incluyen tofacitinib (Xeljanz), upadacitinib (Rinvoq) y ozanimod (Zeposia).
Recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió una advertencia sobre el tofacitinib, en la que se indica que los estudios preliminares muestran un mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos graves y cáncer al tomar este medicamento. Si estás tomando tofacitinib para tratar la colitis ulcerosa, no lo suspendas sin consultar antes con el médico.
Medicamentos biológicos
Los medicamentos biológicos forman parte de una categoría más avanzada de terapia en la que el tratamiento se dirige a neutralizar las proteínas del cuerpo que causan inflamación. Algunos se administran mediante infusiones intravenosas y otros son inyecciones que te administras tú mismo. Entre los ejemplos, se incluyen el infliximab (Remicade), el adalimumab (Humira), el golimumab (Simponi), el certolizumab (Cimzia), el vedolizumab (Entyvio), el ustekinumab (Stelara) y el risankizumab (Skyrizi).
Antibióticos
Se pueden usar antibióticos junto con otros medicamentos o cuando las infecciones plantean una inquietud, por ejemplo, ante casos de enfermedad de Crohn perianal. Los antibióticos que se suelen recetar con frecuencia son la ciprofloxacina (Cipro) y el metronidazol (Flagyl).
Otros medicamentos y suplementos
Además de controlar la inflamación, es posible que algunos medicamentos ayuden a aliviar los signos y los síntomas; sin embargo, debes consultar siempre con el médico antes de tomar medicamentos de venta libre. Según la intensidad de la enfermedad intestinal inflamatoria, el médico puede recomendar uno o más de los siguientes medicamentos:
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Medicamentos antidiarreicos. Un suplemento de fibras, como el psilio en polvo (Metamucil) o la metilcelulosa (Citrucel), puede ayudar a aliviar la diarrea leve a moderada, ya que incrementa el volumen de las heces. Para la diarrea aguda, la loperamida (Imodium A-D) puede ser eficaz.
Estos medicamentos podrían ser ineficaces o perjudiciales en algunas personas con constricciones o determinadas infecciones. Consulta con el médico antes de tomar estos medicamentos.
- Analgésicos. Para el dolor leve, es posible que el médico recomiende acetaminofén (Tylenol, otros). Sin embargo, es probable que el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), el naproxeno sódico (Aleve) y el diclofenaco sódico empeoren los síntomas y también la enfermedad.
- Vitaminas y suplementos. Si tu cuerpo no absorbe suficientes nutrientes, el médico puede recomendarte vitaminas y suplementos nutricionales.
Apoyo nutricional
Cuando la pérdida de peso es grave, es posible que el médico recomiende una dieta especial por sonda de alimentación (nutrición enteral) o bien la inyección de nutrientes por vena (nutrición parenteral) para tratar la enfermedad intestinal inflamatoria. Esto puede mejorar la nutrición en general y darle un descanso al intestino. El descanso intestinal puede reducir la inflamación en el corto plazo.
Si tienes estenosis o un constricción en el intestino, es posible que el médico te recomiende una dieta baja en residuos. Esto ayudará a disminuir la probabilidad de que los alimentos no digeridos se atoren en la parte estrecha del intestino y provoquen una obstrucción.
Cirugía
Si los cambios en la alimentación y el estilo de vida, la terapia con medicamentos u otros tratamientos no ayudan a aliviar los signos y síntomas de la enfermedad intestinal inflamatoria, es posible que el proveedor de atención médica recomiende una cirugía.
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Cirugía para la colitis ulcerosa. La cirugía consiste en extraer el colon y el recto completos y crear un saco interno unido al ano para que puedas realizar tus deposiciones sin utilizar una bolsa.
En algunos casos, no es posible construir este saco. En su lugar, los cirujanos crean una apertura permanente en el abdomen (ileostomía) a través de la cual pasan las heces para que se puedan recolectar en una bolsa que está conectada.
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Cirugía para la enfermedad de Crohn. Hasta dos tercios de las personas con enfermedad de Crohn requerirán, al menos, una cirugía. Sin embargo, la cirugía no cura la enfermedad de Crohn.
Durante la cirugía, el cirujano extirpa una parte dañada de tu tracto digestivo y luego vuelve a conectar las partes sanas. Es posible que también se recurra a la cirugía para cerrar las fístulas y drenar los abscesos.
Los beneficios de la cirugía para la enfermedad de Crohn suelen ser temporales. La enfermedad suele volver a aparecer, por lo general, cerca del tejido reconectado. El mejor enfoque es tomar medicamentos después de la cirugía para minimizar el riesgo de recurrencia.
Estudios clínicos
Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.
Estilo de vida y remedios caseros
A veces, es posible que el paciente con enfermedad intestinal inflamatoria se sienta desesperanzado. Sin embargo, los cambios en la alimentación y el estilo de vida pueden ayudar a controlar los síntomas y prolongar los períodos entre brotes.
Alimentación
Aunque no hay evidencia establecida que asegure que lo que uno come realmente provoca enfermedad intestinal inflamatoria, determinados alimentos y bebidas empeoran los signos y síntomas, en especial, durante un brote.
Podría ser útil llevar un diario de comidas para hacer el seguimiento de lo que comes y cómo te sientes. Si descubres que algunos alimentos agudizan los síntomas, puedes tratar de dejar de consumirlos.
Estas son algunas sugerencias generales sobre alimentación que pueden ayudarte a controlar la afección:
- Reduce el consumo de productos lácteos. Muchas personas con enfermedad intestinal inflamatoria descubren que algunos problemas, como la diarrea, el dolor abdominal o los gases, mejoran al reducir o eliminar el consumo de productos lácteos. Es posible que seas intolerante a la lactosa, lo que significa que el cuerpo no puede digerir el azúcar de la leche (lactosa) presente en los productos lácteos. También puede ser útil consumir un preparado enzimático, como Lactaid.
- Come porciones de comida pequeñas. Consumir cinco o seis raciones pequeñas por día en lugar de dos o tres grandes podría caerte mejor.
- Bebe mucho líquido. Intenta beber mucho líquido diariamente. El agua es la mejor opción. El alcohol y las bebidas que contienen cafeína estimulan los intestinos y pueden empeorar la diarrea, mientras que las bebidas carbonatadas producen gases.
- Considera tomar un suplemento multivitamínico. Como la enfermedad de Crohn puede afectar la capacidad de absorber nutrientes y dadas las limitaciones nutricionales, los suplementos multivitamínicos y de minerales suelen ser útiles. Consulta a tu médico antes de tomar cualquier vitamina o suplemento.
- Consulta a un dietista. Si comienzas a perder peso o tu alimentación se vuelve demasiado limitada, habla con un dietista diplomado.
Tabaquismo
Fumar aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad de Crohn y, una vez que la padeces, continuar con el hábito puede empeorarla. Los fumadores con enfermedad de Crohn tienen más probabilidades de tener recaídas y necesitan medicamentos y nuevas cirugías.
Es posible que fumar ayude a prevenir la colitis ulcerosa. Sin embargo, el daño que produce a la salud en general es mayor que cualquier posible beneficio. Dejar de fumar mejora el estado general del tubo digestivo y también brinda muchos otros beneficios para la salud.
Estrés
Si bien la asociación del estrés con la enfermedad de Crohn es un tema controvertido, muchas personas que padecen la enfermedad informaron que los síntomas empeoran durante los períodos de mucho estrés. Si tienes problema para controlar el estrés, prueba alguna de estas estrategias:
- Ejercicio. El ejercicio, aunque sea leve, puede ayudar a reducir el estrés, aliviar la depresión y normalizar la función intestinal. Habla con tu médico sobre un plan de ejercicios que sea adecuado para ti.
- Biorretroalimentación. Esta técnica para reducir el estrés podría brindarte las herramientas necesarias para aliviar la tensión muscular y desacelerar el ritmo cardíaco con la ayuda de una máquina de retroalimentación. El objetivo es ayudarte a lograr un estado de relajación para que te resulte más fácil lidiar con el estrés.
- Ejercicios periódicos de relajación y respiración. Una manera de afrontar el estrés consiste en practicar regularmente las técnicas de relajación y de respiración lenta y profunda para calmarte.
Medicina alternativa
Muchas personas con trastornos digestivos han usado algún tipo de medicina complementaria y alternativa. Sin embargo, existen pocos estudios bien diseñados sobre la seguridad y la eficacia de estos tratamientos.
Los investigadores sospechan que agregar una mayor cantidad de las bacterias beneficiosas (probióticos) que normalmente se encuentran en el tracto digestivo podría ayudar a combatir las enfermedades intestinales inflamatorias. Si bien las investigaciones son limitadas, hay evidencias de que incorporar probióticos junto con otros medicamentos podría ser beneficioso, aunque esto aún no se ha demostrado.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
La enfermedad inflamatoria intestinal no solo te afecta físicamente, también tiene un costo emocional. Si los signos y los síntomas son severos, es posible que tu vida gire en torno a una necesidad constante de ir al baño. Incluso si los síntomas son leves, podría ser difícil estar en público. Todos estos factores pueden afectar tu vida y derivar en depresión. A continuación, ofrecemos algunos consejos:
- Mantente informado. Una de las mejores maneras de tener un mejor control es obtener la mayor cantidad de información posible sobre las enfermedades inflamatorias intestinales. Busca información de fuentes confiables como la Fundación para la Enfermedad de Crohn y la Colitis.
- Únete a un grupo de apoyo. Si bien los grupos de ayuda no son para todas las personas, pueden brindar información valiosa sobre tu enfermedad, así como contención emocional. Por lo general, los integrantes del grupo conocen lo último en tratamientos médicos o terapias integrativas. También puede resultar reconfortante estar con otras personas con una enfermedad inflamatoria intestinal.
- Habla con un terapeuta. A algunas personas les resulta útil consultar a un profesional de salud mental que esté familiarizado con las enfermedades inflamatorias intestinales y con las dificultades emocionales que provocan.
Si bien vivir con una enfermedad inflamatoria intestinal puede ser desalentador, se siguen haciendo investigaciones y el panorama mejora día a día.
Preparación para la consulta
Al presentarse síntomas de la enfermedad intestinal inflamatoria, es posible que primero consultes al proveedor principal de atención médica. Sin embargo, es posible que después te remitan a un médico que se especializa en el tratamiento de los trastornos digestivos (gastroenterólogo).
Dado que las citas médicas pueden ser breves y es necesario tratar muchos temas, es recomendable que estés preparado. A continuación, incluimos información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar del proveedor de atención médica.
Qué puedes hacer
- Ten en cuenta las restricciones previas a la cita médica. Cuando programes la cita, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con anticipación, como restringir tu dieta.
- Anota los síntomas que presentes, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica.
- Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
- Haz una lista de todos los medicamentos, incluidos los medicamentos de venta libre y las vitaminas o los suplementos que tomes.
- Pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe. A veces, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona en una cita. La persona que te acompañe podría recordar algún detalle que tú hayas pasado por alto u olvidado.
- Anota todas las preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica.
Preparar una lista de preguntas de antemano te ayudará a sacar el mayor provecho de tu consulta. Organiza tus preguntas de la más a la menos importante por si no tienes el tiempo suficiente para hacerlas todas. Algunas preguntas básicas para hacer sobre la enfermedad intestinal inflamatoria incluyen las siguientes:
- ¿Cuál es la causa de los síntomas?
- ¿Existen otras causas posibles de mis síntomas?
- ¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme? ¿Estas pruebas requieren alguna preparación especial?
- ¿Esta afección es temporal o persistente?
- ¿Cuáles son los tratamientos disponibles y cuál me recomienda?
- ¿Hay algún medicamento que deba evitar?
- ¿Qué tipos de efectos secundarios suele ocasionar el tratamiento?
- ¿Qué clase de atención de seguimiento necesito? ¿Con qué frecuencia debo hacerme una colonoscopia?
- ¿Existe alguna alternativa al enfoque primario que me indica?
- Tengo otras afecciones médicas. ¿Cómo puedo controlarlas de manera conjunta?
- ¿Debo respetar alguna restricción en la dieta?
- ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me recetan?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
- ¿Existe algún riesgo para mí o mi hijo si quedo embarazada?
- ¿Puede haber alguna complicación en el embarazo de mi pareja si tengo enfermedad intestinal inflamatoria y concibo un hijo?
- ¿Qué riesgo tiene mi hijo de desarrollar enfermedad intestinal inflamatoria si yo la tengo?
- ¿Hay grupos de apoyo para personas con enfermedad intestinal inflamatoria y su familia?
Qué esperar del médico
Es probable que el proveedor de atención médica te haga algunas preguntas. Estar preparado para responderlas te permitirá reservar tiempo para revisar los temas en los que deseas enfocarte más. El proveedor de atención médica podría hacerte estas preguntas:
- ¿Cuándo comenzaste a tener síntomas?
- ¿Has tenido síntomas de forma continua o intermitente?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Tienes dolor abdominal?
- ¿Tuviste diarrea? ¿Con qué frecuencia?
- ¿Te despiertas por la noche debido a la diarrea?
- ¿Hay alguien más con diarrea en tu hogar?
- ¿Bajaste de peso de forma involuntaria?
- ¿Alguna vez tuviste problemas hepáticos, hepatitis o ictericia?
- ¿Sufriste problemas con las articulaciones, los ojos o la piel, incluidas erupciones y llagas, o tuviste llagas en la boca?
- ¿Tienes antecedentes familiares de enfermedad intestinal inflamatoria?
- ¿Los síntomas afectan tu capacidad para trabajar o hacer otras actividades?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Has notado algo que empeore tus síntomas?
- ¿Fumas?
- ¿Tomas medicamentos antiinflamatorios no esteroides, por ejemplo, ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros), naproxeno sódico (Aleve) o diclofenaco sódico (Voltaren)?
- ¿Tomaste antibióticos recientemente?
- ¿Viajaste recientemente? Si es así, ¿adónde?
Jan. 27, 2023