Diagnóstico
El médico hará un examen físico y hará preguntas acerca de los antecedentes médicos de tu hijo, los antecedentes familiares de hipertensión arterial, y la nutrición y el nivel de actividad que tiene.
Se medirá la presión arterial de tu hijo. El tamaño correcto del brazalete del tensiómetro es importante para medirla con precisión. También es importante que la presión arterial se mida con la técnica adecuada, en un entorno tranquilo y mientras el niño está descansando cómodamente. Durante una sola consulta, es probable que la presión arterial de tu hijo se mida dos o más veces para determinar su precisión.
Para diagnosticar la hipertensión arterial, la presión arterial de tu hijo debe ser superior a la normal cuando se mide por lo menos durante tres visitas al médico.
Si a tu hijo le diagnostican hipertensión arterial, es importante determinar si es primaria o secundaria. Estas pruebas pueden servir para buscar otra afección que sea la causa de la hipertensión arterial de tu hijo:
- Análisis de sangre para comprobar la función renal de tu hijo, los electrolitos y los niveles de colesterol y triglicéridos (lípidos)
- Análisis de orina (uroanálisis)
- Ecocardiografía para crear imágenes del corazón y del flujo sanguíneo a través del corazón
- Ecografía de los riñones de tu hijo (ecografía renal)
Monitorización ambulatoria
Para confirmar un diagnóstico de presión arterial alta, el médico de tu hijo podría recomendar la monitorización ambulatoria. Esto implica que tu hijo use temporalmente un dispositivo que mide la presión arterial durante todo el día, incluso mientras duerme y durante diversas actividades.
La monitorización ambulatoria puede ayudar a descartar la presión arterial que se eleva temporalmente porque tu hijo está nervioso en el consultorio del médico (hipertensión de bata blanca).
Tratamiento
Si tu hijo tiene un diagnóstico de presión arterial leve a moderadamente alta (hipertensión de etapa 1), puede que su médico recomiende probar ciertos cambios de estilo de vida, como seguir una dieta saludable y hacer más ejercicio, antes de recetarle medicamentos.
En caso de que los cambios en el estilo de vida no ayuden, el médico de tu hijo podría recomendar medicamentos para la presión arterial.
Si tu hijo tiene un diagnóstico de presión arterial alta grave (hipertensión de etapa 2), es muy probable que su médico le recete medicamentos para la presión arterial.
Estos son algunos de los medicamentos:
- Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA). Estos medicamentos ayudan a relajar los vasos sanguíneos de tu hijo bloqueando la formación de una sustancia química natural que estrecha los vasos sanguíneos. Esto facilita el flujo del torrente sanguíneo y reduce la presión arterial.
- Bloqueadores de los receptores de la angiotensina II. Estos medicamentos ayudan a relajar los vasos sanguíneos de tu hijo al bloquear la formación de una sustancia química natural que los reduce.
- Bloqueadores de los canales de calcio. Estos medicamentos ayudan a relajar los músculos de los vasos sanguíneos de tu hijo y pueden ralentizar la frecuencia cardíaca.
- Diuréticos. También conocidos como “píldoras de agua”, actúan sobre los riñones de tu hijo para ayudar al cuerpo a eliminar el sodio y el agua, y así reducir la presión arterial.
El médico de tu hijo te dirá cuánto tiempo deberá seguir tomando el medicamento. Si la presión arterial alta de tu hijo se debe a la obesidad, perder peso podría evitar recurrir a los medicamentos. El tratamiento de otras enfermedades de tu hijo también puede ayudar a controlar la presión arterial.
Si bien no existe demasiada información acerca de los efectos a largo plazo de los medicamentos para la presión arterial sobre el crecimiento y el desarrollo infantil, por lo general, se considera que es seguro tomar gran parte de estos medicamentos durante la niñez.
Autocuidados
La presión arterial alta se trata del mismo modo en niños que en adultos y, por lo general, lo primero es adoptar cambios de estilo de vida. Incluso si tu hijo toma medicamentos para la presión arterial alta, los cambios en el estilo de vida pueden hacer que el medicamento funcione mejor.
- Controla el peso de tu hijo. Si tu hijo tiene sobrepeso, lograr un peso saludable o mantener el mismo peso mientras crece puede reducir la presión arterial.
- Brinda a tu hijo una dieta saludable. Anima a tu hijo a comer una dieta saludable para el corazón, haz hincapié en las frutas, verduras, granos integrales, productos lácteos bajos en grasa y fuentes magras de proteínas, como pescado y frijoles, y limita la grasa y el azúcar.
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Reduce el consumo de sal en la dieta de tu hijo. Reducir la cantidad de sal (sodio) en la dieta de tu hijo ayudará a bajar su presión arterial. Los niños de 2 a 3 años no deberían consumir más de 1200 miligramos (mg) de sodio por día y los niños de más edad, no más de 1500 miligramos por día.
Limita los alimentos procesados, que a menudo tienen un alto contenido de sodio, y limita las comidas en los restaurantes de comida rápida, cuyos elementos del menú están llenos de sal, grasas y calorías.
- Alienta la actividad física. Todos los niños deben hacer 60 minutos de actividad física de moderada a vigorosa al día.
- Limita el tiempo frente a las pantallas. Para animar a tu hijo a que sea más activo, limita el tiempo frente a la televisión, la computadora u otros dispositivos.
- Haz que tu familia participe. Puede ser difícil para tu hijo hacer cambios saludables en el estilo de vida si otros miembros de la familia no comen bien o no hacen ejercicio. Da un buen ejemplo. Toda tu familia se beneficiará por seguir una dieta más saludable. Diviértanse en familia jugando juntos: anden en bicicleta, jueguen a la pelota o salgan a caminar.
Preparación para la consulta
La presión arterial de tu hijo se controlará como parte de un examen físico completo de rutina o durante cualquier consulta con un pediatra cuando así se indique. Antes del control de la presión arterial, asegúrate de que tu hijo no haya consumido cafeína u otro estimulante.
Lo que puedes hacer
Haz una lista de lo siguiente:
- Los síntomas de tu hijo y cuándo comenzaron. La presión arterial alta en raras ocasiones presenta síntomas, pero es un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca y otras enfermedades pediátricas.
- Información personal esencial, como antecedentes familiares de presión arterial alta, colesterol alto, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular o diabetes.
- Todos los medicamentos, vitaminas u otros suplementos que toma tu hijo, incluidas las dosis.
- La dieta y los hábitos de ejercicio de tu hijo, incluida la ingesta de sal.
- Las preguntas para hacerle al médico.
Para la presión arterial alta, estas son algunas preguntas que puedes hacerle al médico:
- ¿Qué estudios debe hacerse mi hijo?
- ¿Mi hijo necesitará medicamentos?
- ¿Qué alimentos debe consumir o evitar?
- ¿Cuál sería un nivel adecuado de actividad física?
- ¿Con qué frecuencia debo programar las consultas de mi hijo para controlar su presión arterial?
- ¿Debo controlar la presión arterial de mi hijo en casa?
- ¿Debería llevar a mi hijo a un especialista?
- ¿Tiene folletos u otro material impreso que me pueda llevar? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas.
Qué esperar de tu médico
Es probable que el médico de tu hijo te haga preguntas como las siguientes:
- ¿Cuándo fue la última vez que revisaron la presión arterial de tu hijo? ¿Cuál fue la medición de la presión arterial en ese momento?
- ¿Tu hijo fue prematuro o tuvo bajo peso al nacer?
- ¿Tu hijo fuma o alguien de tu familia lo hace?