Descripción general
La incontinencia fecal es la evacuación accidental de heces sólidas o líquidas. La incontinencia fecal puede suceder cuando una persona tiene la necesidad repentina de evacuar las heces y no puede llegar al baño a tiempo. También pueden producirse fugas de heces cuando una persona no siente la necesidad de hacerlo.
Entre las causas de la incontinencia fecal se incluyen diarrea, estreñimiento y daños musculares o en los nervios. La incontinencia fecal puede afectar la capacidad de una persona para trabajar, socializar o realizar las actividades diarias habituales. A menudo, causa vergüenza o estrés emocional.
Se suele evitar el diagnóstico y el tratamiento porque es difícil hablar de la afección con un profesional de atención médica. Los tratamientos pueden mejorar la incontinencia fecal y la calidad de vida en general.
La incontinencia fecal también puede denominarse incontinencia intestinal o fuga intestinal accidental.
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Síntomas
Los principales síntomas consisten en no poder controlar la evacuación de las heces. Esto puede suceder durante una enfermedad de corta duración que ocasiona diarrea. Para algunas personas, la incontinencia fecal es una afección continua.
Existen dos tipos de incontinencia fecal:
- La incontinencia por urgencia es la necesidad apremiante, repentina e incontrolable de evacuar defecar. La necesidad de evacuación de las heces puede ser tan repentina que no sea posible ir al baño a tiempo.
- La incontinencia pasiva es defecar cuando la persona no se da cuenta de que necesita hacerlo. Es posible que una persona tenga dificultad para sentir que el recto está lleno de heces.
La incontinencia fecal también puede consistir en la fuga de heces cuando una persona expulsa gases.
Cuándo consultar al médico
Consulta con el profesional de atención médica si tú o tu hijo presentan incontinencia fecal. Esto tiene especial importancia si la incontinencia fecal presenta estas características:
- Sucede a menudo.
- Causa sufrimiento emocional.
- Afecta la capacidad para hacer las actividades diarias.
- Hace que evites pasar tiempo con la familia y los amigos.
Las personas suelen sentirse avergonzadas de hablar sobre la incontinencia fecal. Sin embargo, cuanto antes te evalúen, más rápido podrás encontrar algo de alivio para tus síntomas.
Causas
Para muchas personas, existe más de una causa de incontinencia fecal.
Las causas pueden ser las siguientes:
Diarrea y estreñimiento. Las heces muy blandas y muy duras pueden derivar en incontinencia fecal. Las complicaciones son las siguientes:
- Heces blandas o acuosas que llenan rápidamente el recto y son difíciles de retener.
- Heces grandes y duras que bloquean el recto y hacen que se produzca una fuga de heces más blandas a su alrededor.
Músculos dañados o debilitados. Los músculos del ano, el recto y el suelo pélvico controlan la retención y evacuación de las heces. Los músculos dañados o debilitados pueden causar incontinencia fecal. Entre las afecciones que pueden debilitar o dañar los músculos se incluyen las siguientes:
- Lesión durante el parto vaginal, en particular con fórceps.
- Incisión quirúrgica de la vagina durante el parto, denominada episiotomía.
- Lesión por accidentes, cirugía o radioterapia.
- Debilitamiento de los músculos por la edad.
Trastornos del sistema nervioso. Una lesión o enfermedad puede afectar el funcionamiento de los nervios y los músculos del ano, el recto o la pelvis. Los trastornos del sistema nervioso también pueden afectar la conciencia de una persona sobre la necesidad de evacuar las heces. Estas afecciones pueden incluir las siguientes:
- Enfermedades del cerebro, como la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia, accidentes cerebrovasculares o parálisis cerebral.
- Enfermedades crónicas que afectan la funcionalidad de los nervios, como la diabetes o la esclerosis múltiple.
- Tumor o lesión de la médula espinal.
- Daño a los nervios durante una intervención quirúrgica.
Problemas físicos del ano o del recto. Los cambios físicos irregulares en el ano o en el recto pueden contribuir a la incontinencia fecal. Estos incluyen lo siguiente:
- Formación de cicatrices o inflamación del recto, por lesión o enfermedad crónica, que afecta a la capacidad del recto para retener las heces.
- Descenso del recto hasta el ano, llamado prolapso rectal.
- Hemorroides que pueden impedir el cierre de los músculos anales.
- Protrusión del recto hacia la vagina, también llamado rectocele.
Factores de riesgo
Hay una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de presentar incontinencia fecal, entre ellos:
- Edad. La incontinencia fecal es más probable en adultos mayores de 65 años.
- Sexo. La incontinencia fecal es más común en las mujeres, probablemente debido a posibles lesiones durante el parto. Los tratamientos hormonales para la menopausia también pueden aumentar el riesgo.
- Enfermedades del aparato digestivo. El riesgo de incontinencia fecal aumenta con enfermedades crónicas que afectan los intestinos. Estos incluyen lo siguiente:
- Enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn
- Síndrome de colon irritable
- Enfermedad celíaca
- Discapacidad mental. Una discapacidad mental o un tipo de demencia puede afectar la capacidad de una persona para planificar cuándo ir al baño o para ser consciente de la necesidad de hacerlo.
- Discapacidad física. Tener una discapacidad física o movimientos limitados puede hacer que sea difícil llegar al baño a tiempo. Una lesión que cause una discapacidad física puede ocasionar daño al nervio o al músculo que aumenta el riesgo de incontinencia fecal.
- Factores relacionados con el estilo de vida. Los factores relacionados con el estilo de vida que aumentan el riesgo de incontinencia incluyen el sobrepeso, la falta de actividad, fumar y beber bebidas alcohólicas y con cafeína.
Complicaciones
Las complicaciones de la incontinencia fecal pueden incluir las siguientes:
- Sufrimiento emocional. Muchas personas se sienten avergonzadas por la incontinencia fecal. A menudo, tienen ansiedad o depresión. Pueden intentar ocultar el problema y evitar situaciones sociales.
- Irritación del tejido. La piel que rodea el ano es delicada y sensible. El contacto reiterado con las heces puede derivar en dolor y picazón. Pueden aparecer llagas, llamadas úlceras, en los tejidos del recto.
Prevención
Según la causa, puede ser posible mejorar o prevenir la incontinencia fecal. Estas medidas pueden ayudarte:
- Reducir el estreñimiento. Haz más ejercicio, come más alimentos ricos en fibra y bebe mucho líquido.
- Controlar la diarrea. Evita los alimentos o bebidas que puedan empeorar la diarrea, como las bebidas con cafeína, el alcohol, los productos lácteos y los alimentos grasos.
- No hacer fuerza. Con el tiempo, hacer mucho esfuerzo durante la deposición puede debilitar los músculos del esfínter anal o dañar los nervios.
Nov. 27, 2024