Descripción general
El síndrome de vómitos cíclicos se caracteriza por episodios de vómitos intensos que no tienen causa aparente. Los episodios pueden durar horas o días y alternarse con períodos sin síntomas. Los episodios son similares, lo que significa que tienden a comenzar a la misma hora del día, duran el mismo tiempo y ocurren con los mismos síntomas e intensidad.
El síndrome de vómitos cíclicos ocurre en todos los grupos de edad, aunque a menudo comienza en niños de 3 a 7 años. Aunque es más común en niños, el número de casos diagnosticados en adultos está aumentando.
Este síndrome es difícil de diagnosticar porque los vómitos son un síntoma presente en muchos trastornos. El tratamiento a menudo implica cambios en el estilo de vida para ayudar a evitar las situaciones que pueden desencadenar los episodios de vómito. Los medicamentos, incluidos los tratamientos contra las náuseas y contra la migraña, pueden ayudar a aliviar los síntomas.
Síntomas
Los síntomas del síndrome de vómito cíclico a menudo comienzan por la mañana. Los signos y síntomas incluyen los siguientes:
- Tres o más episodios recurrentes de vómitos que comienzan más o menos al mismo tiempo y de duración similar
- Intervalos variables de salud generalmente normal sin náuseas entre episodios
- Náuseas y sudoración intensas antes de que comience un episodio
Otros signos y síntomas durante un episodio de vómito pueden incluir los siguientes:
- Dolor abdominal
- Diarrea
- Mareos
- Sensibilidad a la luz
- Dolor de cabeza
- Arcadas o náuseas
Cuándo consultar al médico
Llama al médico si ves sangre en tu vómito o en el de tu hijo.
Los vómitos continuos pueden causar deshidratación grave que puede poner en peligro la vida. Llama al médico si tú o tu hijo presentan síntomas de deshidratación, tales como los siguientes:
- Sed excesiva o sequedad de boca
- Menos necesidad de orinar
- Piel seca
- Ojos o mejillas hundidos
- Llanto sin lágrimas
- Agotamiento y falta de energía
Causas
Se desconoce la causa de fondo del síndrome de vómitos cíclicos. Algunas causas posibles incluyen la genética, dificultades digestivas, problemas del sistema nervioso y desequilibrios hormonales. Los ataques específicos de vómitos pueden ser desencadenados por lo siguiente:
- Resfríos, alergias o problemas sinusales
- Estrés emocional o excitación, especialmente en el caso de los niños
- Ansiedad o ataques de pánico, especialmente en el caso de los adultos
- Ciertos alimentos y bebidas, como el alcohol, la cafeína, el chocolate o el queso
- Comer en exceso, comer justo antes de acostarse o ayunar
- Clima caluroso
- Cansancio físico
- El exceso de ejercicio
- Menstruación
- Mareos por movimiento
La identificación de los desencadenantes de los episodios de vómitos puede ayudarte a tratar el síndrome de vómitos cíclicos.
Factores de riesgo
La relación que existe entre la migraña y el síndrome de vómitos cíclicos no está clara. Pero muchos niños que padecen el síndrome de vómitos cíclicos tienen antecedentes familiares de migrañas o sufren migrañas cuando crecen. En los adultos, el síndrome de vómitos cíclicos también está relacionado con antecedentes personales o familiares de migrañas.
El uso crónico de la marihuana (Cannabis sativa) también se ha asociado con el síndrome de vómitos cíclicos porque algunas personas usan marihuana para aliviar sus náuseas. Sin embargo, el consumo crónico de marihuana puede provocar una afección llamada síndrome de hiperémesis cannabinoide, que típicamente causa vómitos persistentes sin períodos intermedios normales. Las personas con este síndrome a menudo muestran una conducta de querer bañarse o ducharse con frecuencia.
El síndrome de hiperémesis cannabinoide puede confundirse con el síndrome de vómitos cíclicos. Para descartar el síndrome de hiperémesis cannabinoide, es necesario dejar de consumir marihuana durante al menos una o dos semanas para ver si los vómitos disminuyen. Si no disminuyen, el médico continuará haciendo pruebas para el síndrome de vómitos cíclicos.
Complicaciones
El síndrome de vómitos cíclicos puede provocar las siguientes complicaciones:
- Deshidratación. Los vómitos excesivos hacen que el cuerpo pierda agua rápidamente. Los casos graves de deshidratación deben ser tratados en el hospital.
- Lesión en el tubo de alimentación (esófago). Los ácidos del estómago que suben con el vómito pueden dañar el tubo que conecta la boca y el estómago (esófago). A veces el esófago se puede irritar tanto que sangra.
- Caries dentales. El ácido en el vómito puede corroer el esmalte dental.
Prevención
Muchas personas saben qué es lo que desencadena sus episodios de vómitos cíclicos. Evitar esos factores desencadenantes puede reducir la frecuencia de los episodios. Aunque puedes sentirte bien entre episodios, es muy importante que tomes los medicamentos según lo prescrito por tu médico.
Si los episodios ocurren más de una vez al mes o requieren hospitalización, el médico puede recomendar medicamentos preventivos, como amitriptilina, propranolol (Inderal), ciproheptadina y topiramato.
Los cambios en el estilo de vida también pueden ser útiles, por ejemplo:
- Dormir bien
- Para los niños, minimizar la importancia de los próximos eventos porque la emoción puede ser un factor desencadenante
- Evitar los alimentos desencadenantes, como el alcohol, la cafeína, el queso y el chocolate
- Consumir comidas pequeñas y refrigerios bajos en grasa todos los días a horas regulares