Diagnóstico
El síndrome de vómitos cíclicos puede ser difícil de diagnosticar. No existe una prueba específica para confirmar el diagnóstico, y el vómito es un signo de muchas afecciones que deben descartarse primero.
El médico comenzará por preguntarte sobre tus antecedentes médicos o sobre los de tu hijo y hará una exploración física. El médico también querrá saber sobre el patrón de síntomas que tú o tu hijo experimentan.
Después de eso, el médico puede recomendar:
- Estudios por imágenes (como una endoscopia, una ecografía o una tomografía computarizada) para verificar si hay obstrucciones en el sistema digestivo o signos de otras afecciones digestivas
- Pruebas de motilidad para controlar el movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo y para verificar si hay trastornos digestivos
- Análisis de laboratorio para detectar problemas de tiroides y otras afecciones metabólicas
Tratamiento
No existe cura para el síndrome del vómito cíclico, pero muchos niños dejan de experimentar episodios de vómitos cuando alcanzan la edad adulta. Para aquellos que experimentan un episodio cíclico de vómito, el tratamiento se centra en controlar los signos y síntomas.
Es posible que a ti o a tu hijo les receten:
- Medicamentos contra las náuseas
- Analgésicos para aliviar el dolor
- Medicamentos que inhiben el ácido del estómago
- Antidepresivos
- Medicamentos anticonvulsivos
A veces, los mismos tipos de medicamentos que se usan para tratar la migraña pueden ayudar a detener o incluso a evitar los episodios de vómitos cíclicos. Es posible que estos medicamentos se recomienden a personas cuyos episodios son frecuentes y duraderos o a personas con antecedentes familiares de migraña.
Es posible que sea necesario administrar líquidos por intravenosa para prevenir la deshidratación. El tratamiento se individualiza en función de la gravedad y duración de los síntomas, así como de la presencia de complicaciones.
Autocuidados
Realizar cambios en el estilo de vida puede ayudar a controlar los signos y síntomas del síndrome de vómitos cíclicos. En general, las personas con síndrome de vómitos cíclicos necesitan dormir bien. Cuando comienzan los vómitos, quedarse en cama y dormir en una habitación oscura y tranquila puede ayudar.
Cuando la fase de vómito ha cesado, es muy importante beber líquidos, como una solución electrolítica oral (Pedialyte) o una bebida deportiva (Gatorade, Powerade, otras) diluida con 1 onza (30 ml) de agua por cada onza de bebida deportiva.
Algunas personas se pueden sentir bien como para comenzar a comer normalmente poco tiempo después de dejar de vomitar. Pero si tú o tu hijo no tienen ganas de comer inmediatamente después, pueden comenzar con líquidos transparentes e ir agregando alimentos sólidos gradualmente.
Si los episodios de vómitos se desencadenan a causa del estrés o la excitación, intenta buscar formas de reducir el estrés y mantener la calma en un intervalo en el que no tengas síntomas. Comer comidas pequeñas y refrigerios bajos en grasa a diario, en lugar de tres comidas grandes, también puede ayudar.
Medicina alternativa
Hay tratamientos alternativos y complementarios que pueden ayudar a prevenir los episodios de vómitos, aunque ninguno de ellos se ha estudiado bien. Estos tratamientos comprenden lo siguiente:
- Coenzima Q10 (ubiquinona), una sustancia natural producida en el cuerpo que está disponible como suplemento. La coenzima Q10 ayuda en las funciones básicas de las células.
- L-carnitina, una sustancia natural que produce el cuerpo y está disponible como suplemento. La L-carnitina ayuda al cuerpo a convertir la grasa en energía.
- Riboflavina (vitamina B-2), una vitamina que se encuentra en ciertos alimentos y está disponible como suplemento. La riboflavina interviene en los procesos mitocondriales del cuerpo.
La coenzima Q10, la L-carnitina y la riboflavina pueden funcionar al ayudar a tu cuerpo a superar la dificultad de convertir los alimentos en energía (disfunción mitocondrial). Algunos investigadores creen que la disfunción mitocondrial puede ser un factor causante tanto del síndrome de vómitos cíclicos como de la migraña.
Asegúrate de acudir a un médico y de que el diagnóstico de síndrome de vómito cíclico esté confirmado antes de comenzar a usar cualquier suplemento. Siempre consulta con el médico antes de tomar suplementos para asegurarte de que tú o tu hijo estén usando una dosis segura y que el suplemento no vaya a interactuar de manera adversa con otros medicamentos que estén tomando. Algunas personas pueden manifestar efectos secundarios de la coenzima Q10 y la L-carnitina, que incluyen diarrea y olor corporal similar al pescado.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Ya que nunca se sabe cuándo será el próximo episodio, el síndrome de vómitos cíclicos puede resultar difícil para toda la familia. Es posible que los niños estén especialmente angustiados y que se preocupen de manera constante por si estarán con otros niños cuando sufran otro episodio.
Puede ser muy bueno para ti o para tu hijo conectarse con otras personas que comprenden cómo es vivir con la incertidumbre del síndrome de vómitos cíclicos. Pregúntale al médico acerca de los grupos de apoyo en tu zona.
Preparación para la consulta
Es probable que primero visites a tu médico de atención primaria o al pediatra de tu hijo. Sin embargo, es posible que te deriven inmediatamente a un especialista en enfermedades digestivas (gastroenterólogo). Si tú o tu hijo están sufriendo un episodio de vómitos intensos, el médico puede sugerirte que busques atención médica de inmediato.
La siguiente información te ayudará a prepararte para la consulta y a saber qué esperar del médico.
Qué puedes hacer
- Mantén un registro de todos los síntomas, incluso la frecuencia con la que ocurren los vómitos y todos los desencadenantes típicos que hayas identificado, como un alimento o una actividad en particular.
- Anota la información médica más importante, incluso otras afecciones diagnosticadas.
- Anota tu información personal más importante, incluso los hábitos alimentarios y las principales situaciones de estrés o los cambios recientes (tanto positivos como negativos) en tu vida o en la vida de tu hijo.
- Lleva una lista de todos los medicamentos, vitaminas o suplementos que tú o tu hijo tomen.
- Anota las preguntas que desees hacerle al médico.
Preguntas para hacerle al médico
Algunas preguntas básicas para hacerle al médico son:
- ¿Cuál es la causa más probable de estos síntomas?
- ¿Se debe realizar alguna prueba?
- ¿Crees que esta afección es temporal o duradera?
- ¿Qué tratamientos me recomiendas?
- ¿Existe algún medicamento que me pueda ayudar?
- ¿Existe alguna restricción en la dieta que me pueda ayudar?
No dudes en hacer otras preguntas que te surjan durante la consulta.
Qué puedes esperar del médico
Prepárate para responder las preguntas que el médico te puede hacer:
- ¿Cuándo comenzaron tú o tu hijo a experimentar los síntomas?
- ¿Con cuánta frecuencia ocurre un episodio de vómitos intensos y, por lo general, cuántas veces vomitan tú o tu hijo?
- ¿Cuánto suelen durar los episodios?
- ¿Tú o tu hijo tienen dolor abdominal?
- ¿Has observado algún signo de advertencia de que se aproxima un episodio (como la pérdida del apetito o una extraña sensación de cansancio) o cualquier otro desencadenante frecuente (como emociones intensas, enfermedad o menstruación)?
- ¿A ti o a tu hijo se les diagnosticó algún otro problema médico, como trastornos mentales?
- ¿Qué tratamientos (como los medicamentos de venta libre y los remedios caseros) reciben tú o tu hijo por otras afecciones?
- ¿Hay algo que, al parecer, mejore los síntomas o reduzca la duración de un episodio?
- ¿Tú o tu hijo tienen antecedentes de dolores de cabeza intensos?
- ¿Alguien en tu familia tiene antecedentes de síndrome de vómitos cíclicos o migraña?
- ¿Consumen tú o tu hijo cannabis en cualquier forma? Si es así, ¿con qué frecuencia?
Qué puedes hacer mientras tanto
El médico probablemente querrá verte a ti o a tu hijo de inmediato si están sufriendo un episodio de vómitos intensos. No obstante, si ya no tienes más vómitos, descansa bien, bebe más líquido de lo habitual y sigue una dieta con alimentos fáciles de digerir. También es buena idea evitar las bebidas con cafeína o los alimentos que contengan cafeína, ya que pueden desencadenar los síntomas.