Fibrilación auricular y control del estrés

La fibrilación auricular es un tipo de latidos cardíacos irregulares. Se la suele llamar por la sigla FA.

La relación entre la fibrilación auricular y el estrés, la ansiedad y la depresión es compleja. Según algunos estudios, hay una asociación entre los síntomas de estas afecciones de salud mental y el riesgo de fibrilación auricular. Según otros estudios, esto no es así.

Por ejemplo, en algunas investigaciones se sugiere lo siguiente:

• Sentir depresión o ansiedad puede causar fibrilación auricular.
• Sentir enojo o estrés por el trabajo puede causar fibrilación auricular.
• Tener ansiedad aumenta el riesgo de fibrilación auricular.

Pero, en un estudio grande de personas con ritmos cardíacos regulares, se indica que la ansiedad y la depresión grave no aumentan el riesgo de fibrilación auricular. Se deben hacer más investigaciones para entender las posibles relaciones.

Cómo reducir el estrés y la ansiedad

Los niveles altos de estrés y ansiedad pueden aumentar el riesgo de muchos problemas de salud. Es por eso que controlar el estrés es importante para tener una buena salud general. Si tienes fibrosis auricular, el proveedor de atención médica probablemente te sugerirá elegir opciones de estilo de vida saludables para mantener tu corazón sano. Es posible que te ayuden a controlar mejor los síntomas de esta afección.

Estas son algunas recomendaciones para controlar el estrés y la ansiedad:

• Haz ejercicio de forma regular.
• Practica yoga.
• Practica la atención plena.
• Haz ejercicios de respiración para calmar la frecuencia cardíaca.
• Conéctate con otras personas en un grupo de apoyo.
• Pasa tiempo con familiares y amigos que te brinden apoyo.
• Lleva una alimentación saludable.
• Mantén una actitud positiva.

Habla con el proveedor de atención médica si tienes síntomas de depresión o ansiedad. Entre los síntomas se incluyen sentimientos persistentes de tristeza o preocupación, dificultad para concentrarte y pérdida de interés en la mayoría de las actividades. Es posible que te remitan a un proveedor de atención médica capacitado en afecciones de salud mental, que también se conoce como psicólogo o psiquiatra.