Diagnóstico
Los proveedores de atención médica pueden diagnosticar el síndrome de alfa-gal en función de tus antecedentes personales y ciertas pruebas médicas.
Es probable que el proveedor de atención médica te pregunte lo siguiente:
- Si te picaron garrapatas o si has estado en lugares donde hay garrapatas
- Qué síntomas tienes
- Cuánto tiempo tardaron en aparecer los síntomas después de haber consumido carne roja o determinados alimentos, como productos derivados de mamíferos
El proveedor de atención médica también puede hacerte un examen físico.
Estas son otras pruebas que se utilizan para diagnosticar el síndrome de alfa-gal:
- Un análisis de sangre. Con el análisis de sangre, se puede confirmar y medir la cantidad de anticuerpos contra alfa-gal en el torrente sanguíneo. Este es el análisis principal que se usa para diagnosticar el síndrome de alfa-gal.
- Una prueba cutánea. El proveedor de atención médica pincha la piel del paciente y la expone a pequeñas cantidades de sustancias extraídas de carne roja fresca o de venta comercial. Si tienes alergia, te saldrá un bulto, llamado roncha, en el lugar donde se hizo la prueba. También es posible que el proveedor de atención médica o el alergólogo te haga una prueba en la piel para detectar una reacción alérgica a determinados tipos de carne roja. Esto se debe a que hay diferentes tipos de alergias a la carne.
Tratamiento
El tratamiento del síndrome de alfa-gal implica evitar los alimentos que causan la reacción. Verifica siempre las etiquetas con los ingredientes de los alimentos comprados en una tienda. Asegúrate de que no contengan carne roja ni ingredientes a base de carne, como los siguientes:
- Carne de res
- Carne de cerdo
- Carne de cordero
- Vísceras
- Gelatina
Revisa los cubitos de caldo para sopa, los paquetes de salsa y los ingredientes que dan sabor en los productos envasados. Pídele a tu médico o alergista una lista de los alimentos que debes evitar, incluidos los extractos de carne utilizados para saborizar. Los nombres de algunos ingredientes a base de carne pueden pasar desapercibidos fácilmente.
Ten mucho cuidado cuando comas en restaurantes y reuniones sociales. Muchas personas no entienden la gravedad de una reacción alimentaria alérgica, y pocos saben que existe la alergia a la carne. Incluso una pequeña cantidad de carne roja puede causar una reacción grave.
Si te preocupa que un alimento pueda contener algo a lo que eres alérgico, no lo pruebes. Haz lo posible para reducir el riesgo. Por ejemplo, podrías llevar tu propia comida a una fiesta si los invitados preparan comida en una superficie compartida.
Si sufres una reacción alérgica grave, es posible que necesites una inyección de epinefrina y atención médica de emergencia. Muchas personas con alergias llevan un dispositivo llamado autoinyector de epinefrina. Es una jeringa con una aguja oculta que inyecta una sola dosis de medicamento cuando se presiona contra el muslo. Si te han diagnosticado el síndrome de alfa-gal, es probable que tu médico o alergista te receten un autoinyector de epinefrina.
Los síntomas de este síndrome pueden mejorar o incluso desaparecer con el tiempo. Esto ocurre mayoritariamente si no te pican más garrapatas portadoras de alfa-gal. Algunas personas con esta afección pueden volver a comer alimentos derivados de mamíferos después de 1 o 2 años si no las pican más garrapatas.
Cómo prepararte para la consulta
Para aprovechar al máximo tu cita, es aconsejable ir bien preparado. Estos son algunos consejos para hablar con el proveedor de atención médica.
- Toma nota de tus síntomas. Prepárate para informarle al proveedor de atención médica qué sucedió después de comer carne roja. Indica cuánto tiempo demoró en aparecer la reacción. Asegúrate de poder describir qué tipo y qué cantidad de carne roja comiste.
- Toma nota de si te picó una garrapata o si estuviste en lugares donde puede haber garrapatas. Es probable que el proveedor de atención médica quiera saber dónde pasaste tiempo al aire libre y con qué frecuencia, así como cuántas veces te picaron garrapatas.
- Haz una lista de todos los medicamentos que tomes. Incluye las vitaminas o los suplementos.
- Si puedes, pídele a un familiar o amigo que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que el proveedor de atención médica brinda durante una cita. Quizás la persona que te acompaña recuerde información que tú pasaste por alto u olvidaste.
- Anota todas las preguntas que se te ocurran.
Estas son algunas preguntas básicas que puedes hacerle al proveedor de atención médica:
- ¿Es posible que mis síntomas sean causados por la alergia a la carne roja?
- ¿Qué otro factor podría estar causando los síntomas?
- ¿Qué pruebas necesito?
- ¿Cuál es el mejor tratamiento?
- ¿Debería consultar a un especialista?
- ¿Hay una versión genérica del medicamento que me recetas?
- ¿Hay folletos u otros materiales impresos que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me sugieres?
- ¿Necesito llevar un autoinyector de epinefrina?
Qué esperar de tu médico
Es probable que el proveedor de atención médica te haga algunas preguntas, como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaste a notar los síntomas?
- ¿Qué tipo de carne y qué cantidad comiste antes de que aparecieran los síntomas?
- Después de comer carne roja, ¿cuánto tardaron en aparecer los síntomas?
- ¿Has pasado tiempo al aire libre en lugares donde viven las garrapatas?
- ¿Te ha picado una garrapata anteriormente? ¿Cuántas veces? ¿Qué aspecto tenía la garrapata?
- ¿Tomaste algún medicamento para la alergia que puedes conseguir sin una receta médica, como antihistamínicos? ¿Fueron útiles?
- ¿La carne roja parece provocar los síntomas? ¿Los síntomas aparecen cuando comes otros alimentos?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?
Qué puedes hacer mientras tanto
Si crees que tienes el síndrome de alfa-gal, evita comer carne roja hasta la cita. Si presentas una reacción grave, busca ayuda de emergencia.
Nov. 15, 2022