Si el nódulo es canceroso, la Dra. Reisenauer ahora puede extirparlo quirúrgicamente durante el mismo procedimiento y con la misma anestesia. Este método, al cual ella llama la "vía para la cirugía de pulmón con una sola anestesia", implica menos visitas al hospital, menos tiempo lejos de la familia y una recuperación más rápida. "Para mí, innovar es marcar la diferencia sin agobiar a las personas beneficiadas", explica.
Este es solo el principio. Actualmente, la Dra. Reisenauer participa en un ensayo clínico que evalúa la función del broncoscopio robótico no solo en la identificación de un posible cáncer, sino también en su tratamiento. Como es un procedimiento ambulatorio, la cirugía podría ya no ser necesaria. "Estamos llegando a un punto en el que la mejor opción podría no ser necesariamente una intervención quirúrgica", describe. "El tratamiento podría administrarse mediante el broncoscopio robótico. Me entusiasma mucho ese aspecto de nuestra investigación".
La Dra. Reisenauer sabe que el tiempo de los pacientes es valioso, así que coordina las citas para un mismo día como otra forma de brindarles la mejor atención médica posible. "Entendemos que no es fácil para los pacientes alejarse de su familia y su trabajo para venir a Rochester, Minnesota, a que evaluemos un nódulo en su pulmón", explica.
"Dibujar me permite condensar todo en una hoja que pueden llevarse a casa para explicárselo a sus familiares".
También se da cuenta de que "cuando ves a varios especialistas, te vas con una enorme cantidad de información que puede confundirte". Por eso, la Dra. Reisenauer hace dibujos para ayudar a los pacientes a visualizar dónde está el nódulo, las implicaciones de hacer una prueba y los pasos siguientes. "Dibujar me permite condensar todo en una hoja que pueden llevarse a casa para explicárselo a sus familiares", señala. Agrega: "Permite a los pacientes, en especial a quienes no tienen conocimientos de medicina, visualizar aquello de lo que estamos hablando. Como suele decirse, una imagen vale más que mil palabras".
La Dra. Reisenauer explica por qué no es inusual que se logren avances extraordinarios en Mayo Clinic: "Tenemos la suerte de contar con libertad creativa y tiempo para pensar y repensar, innovar e idear el próximo nivel de atención médica para los pacientes". Le encanta formar parte de un equipo de primera categoría: "Me apasiona empoderar a las personas para que desplieguen su creatividad y darles la oportunidad de sentir que están marcando la diferencia. A veces, es más satisfactorio contribuir a la innovación hecha por otra persona que a la propia".
Nació en Londres, pero se mudó a los Estados Unidos cuando tenía ocho años. Vivió en el sur del país durante su infancia, antes de llegar a Rochester para formarse como cirujana. Al principio quería ser pediatra, pero al hacer las rotaciones médicas, se dio cuenta de que "hay una correlación entre la personalidad y la profesión". De la forma en que lo describe, ella no eligió la cirugía torácica, sino que la cirugía torácica la eligió a ella. "Las operaciones del tórax son procedimientos elegantes, sofisticados y muy complejos. Eso me atrajo muchísimo".
"Me gusta ver resultados en el acto. El asunto con la cirugía es que la víspera la persona tenía cáncer, pero al día siguiente, ya no. Eso me cautivó. Tengo una personalidad que se acomoda bien en entornos de mucha presión. Me desempeño mejor cuando el tiempo apremia y hay que ser eficiente. Es un reto que acepto y agradezco", confiesa.
"Hay algo mágico y hermoso en trabajar en el hospital número 1 del mundo, donde todos, desde nuestros mundialmente reconocidos médicos hasta los técnicos de servicio ambiental que limpian las habitaciones, están al servicio del paciente".
Hace casi catorce años que la Dra. Reisenauer forma parte de Mayo Clinic. "Hay algo mágico y hermoso en trabajar en el hospital número uno del mundo, donde todos, desde nuestros mundialmente reconocidos médicos hasta los técnicos de servicio ambiental que limpian las habitaciones, están al servicio del paciente", comenta. "Una vez que conoces un entorno así, es difícil imaginar algo mejor". "Mi única queja es que los inviernos siguen siendo muy fríos", agrega con una sonrisa.
Para el futuro, la Dra. Reisenauer sueña con el día en que logremos curar el cáncer de pulmón sin tener que operar al paciente. "No es muy bueno en términos de mi seguridad laboral —bromea—, pero quizás la atención médica evolucione al punto en que ya no sea necesario hacer procedimientos que requieren mucho tiempo de permiso laboral y recuperación, y que podamos reducir el dolor y el sufrimiento del paciente. Tal vez encontremos una forma de curar el cáncer sin tener que preocuparnos por recaídas en cinco o diez años. Son avances gigantescos que espero ver en el futuro".
Por el momento, está conforme con el camino que el destino eligió para ella. "Cuando estoy pasando visita y veo un paciente que está vestido para salir con el alta, que tiene sus cosas preparadas y está listo para irse a casa porque ya terminó el tratamiento, siento una enorme satisfacción", dice antes de levantarse e irse. Su cruzada para hacer que el cáncer de pulmón sea cosa del pasado continúa.