Efectos secundarios de la warfarina: observa las interacciones
Este medicamento, que se usa normalmente para tratar o prevenir coágulos sanguíneos, puede aumentar el riesgo de sangrado abundante. Aprende cómo prevenir los efectos secundarios.
Escrito por el personal de Mayo Clinic
La warfarina (Jantoven) es un medicamento para prevenir los coágulos sanguíneos. Puede salvarte la vida si tuviste coágulos sanguíneos o corres el riesgo de tenerlos. Sin embargo, la warfarina a veces puede causar efectos secundarios graves, como sangrado intenso. Es importante que se te hagan revisiones médicas periódicas si tomas este medicamento.
La misma acción de la warfarina que impide la coagulación de la sangre puede causar sangrado. El tratamiento con warfarina se basa en un equilibrio cuidadoso. Cambiar la dieta, estar enfermo y tomar algunos medicamentos, plantas medicinales o suplementos pueden modificar los niveles del medicamento en el organismo.
¿Cuándo se receta warfarina?
El equipo de atención médica podría recetar warfarina si tienes lo siguiente:
- Un coágulo sanguíneo en el corazón o cerca de él que podría causar un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco o daños en los órganos.
- Una embolia pulmonar, que es un coágulo sanguíneo en los pulmones.
- Un coágulo en otras partes del organismo.
- Un latido cardíaco irregular, que se conoce como fibrilación auricular. La fibrilación auricular aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos, lo que puede derivar en accidentes cerebrovasculares.
- Una válvula cardíaca artificial.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la warfarina?
El principal efecto secundario de la warfarina es el sangrado. Si estás tomando warfarina, es posible que tengas problemas para detener el sangrado de un corte o de la nariz. Puede producirse sangrado más grave en el organismo. El sangrado en el organismo se conoce como sangrado interno.
Busca ayuda médica de inmediato si tomas warfarina y presentas alguno de estos síntomas:
- Sangrado de un corte, de la nariz o de las encías que dura más de 5 o 10 minutos al aplicar presión.
- Sangrado vaginal, que incluye sangrado menstrual más abundante del normal.
- Tos con sangre.
- Mareos o debilidad.
- Dolor de cabeza intenso.
- Lesión en la cabeza o caída, aunque no haya signos de sangrado.
- Orina de color rojo o marrón.
- Dolor estomacal intenso.
- Vómitos de sangre o un material que parece el sedimento del café.
- Heces negras o alquitranadas.
- Moretones inusuales.
- Dolor o hinchazón en las articulaciones, especialmente después de una lesión.
- Cambios en la visión.
En ocasiones poco frecuentes, la warfarina puede causar necrosis, que es la muerte del tejido en la piel. Esta complicación se produce a los pocos días de comenzar el tratamiento con warfarina. Si tomas warfarina, busca atención médica inmediata si tienes estos problemas:
- Llagas en la piel.
- Cambios en el color o en la temperatura de la piel.
- Dolor intenso en la piel.
Habla con el equipo de atención médica si tomas warfarina y tienes estos síntomas:
- Sangrado de un corte, de la nariz o de las encías que dura menos de 5 minutos. Por ejemplo, si te sangran las encías después de cepillarte los dientes.
- Sangrado entre una menstruación y la siguiente.
- Diarrea, vómitos o incapacidad para comer durante más de 24 horas.
- Fiebre.
¿Qué puede aumentar el riesgo de sangrado?
Algunas personas que toman warfarina tienen un mayor riesgo de sangrado porque sus genes las hacen más sensibles al medicamento.
Las enfermedades y algunas elecciones de estilo de vida también pueden aumentar el riesgo de sangrado. Los siguientes son algunos ejemplos:
- Antecedentes de accidente cerebrovascular.
- Cáncer.
- Consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
- Enfermedad renal.
- Enfermedad hepática.
- Úlceras estomacales, hinchazón e irritación del estómago o enfermedad péptica.
- Presión arterial no controlada.
Las personas que tienen un mayor riesgo de caídas también tienen un mayor riesgo de sangrado.
Según algunos estudios, el riesgo de sangrado suele ser mayor en los tres primeros meses de tratamiento con warfarina. Por lo general, los adultos mayores tienen un mayor riesgo de sangrado. Tomar otros medicamentos anticoagulantes también aumenta el riesgo.
¿Qué medicamentos, suplementos y alimentos interactúan con la warfarina?
Algunos medicamentos, alimentos, vitaminas, plantas medicinales y suplementos pueden modificar los niveles de warfarina en el organismo. Esto puede hacer que la warfarina sea más o menos eficaz.
Algunos medicamentos que pueden interactuar con la warfarina son los siguientes:
- Aspirina.
- Acetaminofén (Tylenol).
- Antiácidos o laxantes.
- Medicamentos para la COVID-19, como el nirmatrelvir y el ritonavir (Paxlovid).
- Muchos antibióticos.
- Medicamentos para tratar infecciones fúngicas, como el fluconazol (Diflucan).
- Ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) o naproxeno sódico (Aleve, otros).
- Medicamentos para tratar los latidos cardíacos irregulares, como la amiodarona (Pacerone, Nexterone).
- Medicamentos anticonvulsivos, como la fenitoína (Dilantin, Phenytek), el fenobarbital (Sezaby) y la carbamazepina (Carbatrol, Tegretol, Equetro).
Algunas plantas medicinales o suplementos pueden interactuar con la warfarina. Por ejemplo:
- Dong quai
- Ajo
- Ginkgo biloba
- Ginseng
- Té verde
- Hierba de San Juan
- Vitamina E
Los siguientes son alimentos y bebidas frecuentes que pueden interactuar con la warfarina:
- Alcohol.
- Regaliz negro.
- Arándanos agrios o jugo de arándanos agrios.
- Ajo.
- Té verde.
- Pomelo.
¿Qué tiene que ver la vitamina K con la warfarina?
La vitamina K es un nutriente importante para la salud del corazón y los huesos. Ayuda a la coagulación de la sangre. Sin embargo, la warfarina bloquea la acción de la vitamina K. Si tomas warfarina, el consumo de alimentos ricos en vitamina K puede hacer que el medicamento sea menos eficaz.
Los alimentos ricos en vitamina K son las verduras verdes, como la lechuga, la espinaca y el brócoli. Si tomas warfarina, es importante incluir una cantidad constante de vitamina K en tu dieta. Evita cambiar las cantidades de alimentos o bebidas ricos en vitamina K que consumes día a día o semana a semana. Un cambio repentino en los niveles de vitamina K puede afectar la cantidad de warfarina que necesitas.
Pregunta al equipo de atención médica o a un nutricionista cuánta vitamina K debes incluir en tu dieta.
¿Qué puedes hacer para reducir el riesgo de hemorragia?
Para reducir el riesgo de sangrado por el tratamiento con warfarina, sigue estos consejos:
- Informa al equipo de atención médica sobre todos los medicamentos que tomas. Incluye los que compres sin receta médica. También incluye plantas medicinales y suplementos. Antes de empezar a tomar un nuevo medicamento, consulta con el profesional de atención médica que controla tu tratamiento con warfarina.
- Informa siempre al médico, dentista y otros profesionales de atención médica que tomas warfarina. Hazlo también cuando se te administren vacunas y se te hagan limpiezas dentales rutinarias. Es posible que debas dejar de tomar o disminuir la dosis de warfarina antes de la cirugía. En ocasiones, se administra por inyección un anticoagulante de acción más corta. Nunca dejes de tomarla, ni cambies tu tratamiento con warfarina, sin hablar con un miembro del equipo de atención médica.
- Protégete de caídas y lesiones. Pregunta al equipo de atención médica si los deportes de contacto son seguros para ti. Usa siempre casco de bicicleta. Informa al equipo de atención médica si te sientes inestable al caminar o si tienes antecedentes de caídas.
- Elige cuidadosamente los productos dentales y de aseo personal. Usa un cepillo de dientes de cerdas suaves e hilo dental encerado. Estos productos pueden ayudar a reducir el riesgo de sangrado de las encías. Elige una afeitadora eléctrica para afeitarte.
- Usa un brazalete de identificación médica. Esta identificación informa a los profesionales de atención médica que tomas warfarina. Otra opción es llevar una tarjeta de identificación médica.
¿Qué deberías hacer si olvidas una dosis?
Si tomas warfarina todos los días y te olvidas de tomar una dosis del medicamento, tómala tan pronto como lo recuerdes. Si te olvidaste de tomar dos dosis, llama al equipo de atención médica para que te dé instrucciones. Nunca tomes una dosis doble.
Tomar el medicamento según las instrucciones disminuye el riesgo de efectos secundarios e interacciones. Habla con el equipo de atención médica o con el farmacéutico si tienes preocupaciones sobre la warfarina.
April 20, 2024
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