{Música sonando}
Dr. William A. Faubion, Jr., Departamento de Gastroenterología de Mayo Clinic: Soy el Dr. Bill Faubion, gastroenterólogo en Mayo Clinic. En este video, hablaremos sobre los conceptos básicos de la enfermedad de Crohn. ¿Qué es? ¿Quién puede tener esta afección? Cuáles son los síntomas, y cómo se puede diagnosticar y tratar. Tanto si buscas respuestas para ti como para un ser querido, estamos aquí para darte la mejor información disponible. La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal inflamatoria que provoca una inflamación crónica del tracto gastrointestinal y que se extiende desde el estómago hasta el ano. Pueden verse afectadas diferentes áreas del tracto gastrointestinal según la persona, y la inflamación suele extenderse a las capas más profundas del intestino. Se estima que casi medio millón de estadounidenses tienen la enfermedad de Crohn. Puede ser dolorosa y debilitante, y en algunos casos provocar complicaciones graves, además de ser estresante a nivel emocional. Además, si bien no existe una cura, una vez que se diagnostica, el tratamiento puede ayudarte a volver a tener una vida mucho más normal y cómoda.
¿Quién puede tener esta afección?
Hay muchos factores que contribuyen a la aparición de la enfermedad de Crohn o al empeoramiento de esta, pero aún se desconoce su causa exacta. Es posible que se trate de una respuesta inmunitaria anormal contra algunos microorganismos por la que se atacan los tejidos. La genética también podría influir. Además, corres mayor riesgo si un familiar de primer grado tiene esta afección. Pero esto en realidad solo se observa en aproximadamente el 20 % de los casos. Hay una correlación con la edad. Si bien se puede manifestar en cualquier etapa de la vida, la mayoría de las personas reciben el diagnóstico antes de los 30 años. El origen étnico también es un factor de riesgo. Las personas blancas corren el mayor riesgo, especialmente las personas de ascendencia judía asquenazí. Sin embargo, la incidencia está aumentando entre las personas negras que viven en América del Norte y el Reino Unido. Los antiinflamatorios no esteroides no causan la enfermedad de Crohn, pero se sabe que generan la inflamación del intestino y empeoran esta enfermedad. Entre ellos, se incluyen analgésicos de venta libre comunes como el ibuprofeno, el naproxeno sódico y el diclofenaco sódico, entre otros. Es por eso que, si te han diagnosticado la enfermedad de Crohn, asegúrate de hablar con tu médico sobre los medicamentos que debes evitar. Muchos de estos factores están fuera de nuestro control, pero fumar es el factor de riesgo controlable más importante para el desarrollo de la enfermedad de Crohn. Asimismo, puede derivar en una forma grave de la enfermedad y aumentar el riesgo de necesitar una cirugía. Por eso, si fumas y te diagnostican esta enfermedad, es buen momento para dejarlo.
¿Cuáles son los síntomas?
La enfermedad de Crohn puede afectar cualquier área del tracto gastrointestinal, pero suele encontrarse en el intestino delgado y grueso. Asimismo, puede limitarse a una sola área o estar presente en varias partes. Los síntomas varían en gravedad y pueden depender del área del tracto gastrointestinal afectado. Además, puedes presentar períodos de remisión cuando no tienes síntomas ni ningún otro problema. Los síntomas pueden aparecer progresivamente, pero también pueden manifestarse de manera repentina. Entre estos se incluyen diarrea, fiebre, cansancio, dolor y calambres abdominales, sangre en las heces, llagas en la boca, disminución del apetito y pérdida de peso. Si la enfermedad de Crohn ha provocado fístulas o túneles inflamados en la piel cerca de la zona anal, es posible que notes dolor o secreción. Además, en muchos casos graves, puedes tener inflamación en los ojos, la piel, las articulaciones, el hígado o los conductos biliares, cálculos renales y anemia. En el caso de los niños, presentan retraso en el crecimiento y en el desarrollo. Con el tiempo, la enfermedad de Crohn puede generar otras complicaciones, como obstrucción intestinal, úlceras, fístulas, fisuras anales, malnutrición y otros problemas de salud. Asimismo, puede aumentar el riesgo de coágulos de sangre y cáncer de colon. Tener estos síntomas no significa que tienes la enfermedad de Crohn. Sin embargo, si presentas algún síntoma que te preocupa, es una buena idea programar una cita con el médico.
¿Cómo se diagnostica?
Como no hay una única prueba para identificar la enfermedad de Crohn y los síntomas pueden ser similares a los de otras afecciones, el diagnóstico puede tardar un poco. Primero, el médico considerará tus antecedentes médicos. Es posible que quiera hacerte diferentes pruebas o procedimientos. Es posible que en algún momento el profesional de la salud general te remita a un especialista, un gastroenterólogo como yo. En un análisis de sangre se puede verificar si hay anemia y signos de infección. En un estudio de las heces se puede comprobar si hay sangre presente o descartar algunos patógenos. Es posible que se necesite una colonoscopia. Esto le permite a tu médico ver todo el colon y el extremo del íleon usando un endoscopio, una cámara pequeña colocada sobre un tubo delgado y flexible. Asimismo, se pueden tomar muestras de tejido para una biopsia en el mismo procedimiento. Además, la presencia de granulomas o grupos de células inflamatorias ayudan esencialmente a confirmar el diagnóstico. Se podría solicitar una tomografía computarizada para observar mejor el intestino y todo el tejido circundante; o bien, una resonancia magnética, la cual es muy eficaz para evaluar fístulas alrededor del ano o el intestino delgado. Se puede hacer una cápsula endoscópica. En este procedimiento, debes tragar una cámara del tamaño de una vitamina grande, la cual va tomando imágenes a medida que avanza por el tracto digestivo. Si se detectan anomalías que requieren investigación adicional, es posible que se realice una enteroscopia asistida por globo para observar con mayor profundidad el intestino, en comparación con un endoscopio común.
¿Cómo se trata?
El médico puede trabajar contigo para ayudarte a encontrar terapias que alivien los síntomas. Uno de los principales objetivos es reducir la inflamación que provoca dolor y que puede interrumpir nuestra vida diaria. Otro objetivo es limitar las complicaciones a largo plazo. Actualmente no existe una cura, pero muchos tratamientos pueden proporcionar un alivio considerable y, en algunos casos, incluso lograr una remisión a largo plazo. Es posible que estos incluyan antiinflamatorios como corticoides, supresores del sistema inmunitario y antibióticos. Algunos productos biológicos, que se dirigen a las proteínas producidas por el sistema inmunitario, pueden ser útiles. Los antidiarreicos, analgésicos y suplementos pueden ayudar a contrarrestar otros síntomas. Es posible que se recomienden una terapia nutricional médica y una dieta especial. Y en algunos casos, donde otras opciones no son tan eficaces, es posible que sea necesario hacer una cirugía. Eso significa extirpar el tejido dañado. Es posible que algunas de estas terapias tengan efectos secundarios. Asegúrate de analizar los riesgos y los beneficios con tu médico.
¿Qué sigue?
La enfermedad de Crohn puede ser un desafío a nivel físico y emocional, pero hay muchas medidas que pueden ayudar. Si bien no hay evidencia firme de que algunos alimentos en particular provoquen la enfermedad de Crohn, algunas comidas parecen agravar los brotes. Es por eso que un diario de comidas puede ayudarte a identificar los desencadenantes personales. Además, debes limitar la ingesta de productos lácteos, comer porciones más pequeñas, mantenerte hidratado e intentar evitar la cafeína, el alcohol y las bebidas carbonatadas. Considera el uso de multivitamínicos si te preocupa la pérdida de peso. O bien, si tu alimentación se ha vuelto demasiado limitada, habla con un dietista diplomado. Además, recuerda también que, si fumas, debes dejar de hacerlo. Asimismo, es importante que cuides tu salud mental. Encuentra formas de manejar el estrés, como hacer ejercicio, usar técnicas de relajación y respiración o probar la biorretroalimentación. Algunos síntomas como dolor abdominal, gases y diarrea pueden provocar ansiedad y frustración. Esto puede hacer que te resulte difícil estar en público por un tiempo determinado. Esta situación puede ser limitante, y generar aislamiento y depresión. Es por eso que debes aprender todo lo posible sobre la enfermedad de Crohn. Puede resultar muy útil mantenerte informado para sentir que controlas tu afección. Habla con un terapeuta, en especial con alguien familiarizado con la enfermedad intestinal inflamatoria. Tu médico podrá darte algunas recomendaciones. También puede ser útil encontrar un grupo de apoyo para personas que están pasando por la misma situación que tú. La enfermedad de Crohn es una afección compleja. Pero recibir la atención médica de expertos y desarrollar una estrategia de tratamiento puede facilitar su control e incluso ayudar a los pacientes a recuperar la libertad que tenían en su vida normal. Mientras tanto, los avances significativos nos permiten comprender y tratar la enfermedad, y estar un paso más de cerca de encontrar la cura o de prevenir por completo esta enfermedad. Si quieres informarte más sobre la enfermedad de Crohn, mira nuestros otros videos relacionados o visita mayoclinic.org. Te deseamos lo mejor.