Como médico, ocuparás una posición especial en la comunidad en la que estés con respecto a las personas ajenas al entorno de la salud y tu entendimiento será especial por estar dentro de esa área y consciente de lo que ocurre fuera de ella.
No es necesario tener una bata blanca y un estetoscopio para comunicarse de manera sencilla y reconfortante. Se necesita cariño y empatía además de todos los conocimientos que adquirieron aquí, en la Escuela de Medicina de Mayo. Sea cual sea tu especialidad, como médicos tenemos cierta autoridad y una posición que nos permite dar nuestra opinión, dos cosas que se deben usar para hacer de todos nosotros una sociedad más sana.
Creo que la Escuela de Medicina de Mayo te aporta un conocimiento integral de la atención médica y de cómo los pacientes se conducen por ese sistema. No solo aprendemos sobre nociones médicas, también adquirimos experiencia en trabajo social, en cuidados para pacientes terminales y en atención médica en zonas rurales, lo que nos beneficia para entender mejor por lo que pasa el paciente y saber cuál es la mejor manera de ayudarlo a superar los diversos obstáculos a los que se enfrenta para que reciba la mejor atención médica. Atender a soldados es muy importante para mí y es algo que me gusta mucho. Considero que el modelo de Mayo basado en que las necesidades del paciente son la prioridad es de lo mejor que hemos aprendido aquí y me encantaría implementarlo en el ejército, porque los militares han hecho tanto por todos nosotros que simplemente quiero colaborar y ayudarlos de la mejor manera posible.
Uno de los motivos por los de escogí la Escuela de Medicina de Mayo es la posibilidad que ofrece de aprender de médicos de renombre mundial. Sinceramente, esto tuvo mucho que ver con mi decisión de asistir a esta escuela de medicina. Así que el apoyo de los patrocinadores influyó en gran medida, al igual que las oportunidades que tenemos en la Escuela de Medicina de Mayo. Uno de los aspectos importantes que tenemos es el número reducido de alumnos por clase. Poder asistir a clases de 50 alumnos y, además, contar con la presencia de todo el personal docente para poder tener una experiencia de aprendizaje personalizada ha cambiado el panorama de nuestro proceso educativo en Mayo.
Decidí venir a Mayo por diversos motivos, pero creo que el más importante es que sabía que en este lugar iba a recibir la capacitación que me permitiría poner a los pacientes en primer lugar. La gente realmente pone en práctica aquello de que las necesidades del paciente son la prioridad. Y yo quería estar en un lugar donde los pacientes fueran lo primero y donde recibiría capacitación para priorizarlos en todas mis actividades.
Creo que nuestros pacientes acuden a nosotros con necesidades que no solo son físicas, sino que también incluyen necesidades espirituales. Creo que tener una capacitación en teología me permitirá, al menos, conocer el contexto para poder tener esas conversaciones sin que sean incómodas. Con suerte, podré brindarles una mejor atención a mis pacientes.
Me interesa más la medicina en zonas rurales o en pueblos pequeños, principalmente, por la experiencia que tuve cuando trabajé en una zona rural de Wisconsin con un antiguo graduado de la Escuela de Medicina de Mayo, que fue mi mentor durante algunas semanas. Simplemente me enamoré del pueblo y disfruté al ver cómo los médicos de esa clínica participaban de diferentes maneras en su comunidad.
Creo que la Escuela de Medicina de Mayo me ha dado muchísimas oportunidades para descubrir de qué manera podré influir y marcar la diferencia en el mundo. La experiencia más gratificante que tuve en la Escuela de Medicina de Mayo es que me ha dado la oportunidad de trabajar en áreas desfavorecidas. Un ejemplo específico de esto es que, gracias al financiamiento y al apoyo que me brindaron, pude reducir mi deuda en gran medida, algo que no hubiese podido hacer sin su ayuda. Esto me permitió dedicarme profesionalmente a un campo que me apasiona, que es la salud general, independientemente del dinero que podría obtener por ello.
Una vez que los consultorios se establezcan, se encontrarán con momentos en los que deberán salir de su zona de confort y llevar sus habilidades a un punto en que la medicina no es un hecho, sino que se convierte en un milagro. Juntos, representamos el compromiso individual y colectivo con la buena salud, que es la base de toda sociedad segura y estable.