La Dra. Melanie Swift, con la Adjudicación y Distribución de la vacuna contra la COVID-19 de Mayo Clinic, dice: Tenemos dos vacunas realmente efectivas de Pfizer y de Moderna. Estas vacunas son aproximadamente 95% efectivas en la prevención de la enfermedad por coronavirus 2019.
Funcionan entregando algo de este mARN a nuestras células. El virus SARS COV-2 tiene un código genético propio. Hay un pequeño segmento, una parte diminuta de ese, que en realidad produce el código para la proteína de la espícula. La proteína de la espícula es lo que ayuda a que este virus entre a las células y nos infecte.
El mARN es como una corta recepta para cómo producir esa proteína de la espícula. Cuando nos vacunamos, nuestro cuerpo produce esta proteína de la espícula y desarrollamos una defensa inmunitaria sin tener que habernos expuesto nunca al virus entero. No nos expone a todo el virus, vivo o inactivado. Solo nos permite fabricar un poquito de esa proteína de la espícula, que es una parte diminuta del virus, y al reaccionar ante esto, desarrollamos protección contra todo el virus.
El mARN en estas vacunas solo puede entrar a la parte principal de la célula, pero no puede entrar el núcleo, donde reside nuestro ADN. No puede incorporarse a nuestro ADN. Tampoco vive por mucho tiempo, y no dura mucho. Es muy frágil, y esa es la razón por la que se debe almacenar a temperaturas tan bajas. No es estable por mucho tiempo. Así que entra en el cuerpo, entra a la célula por unas horas, y comienza a fabricar esta proteína. Luego, en los días siguientes, nuestros cuerpos reaccionan a esta proteína, pero el ARN mensajero no permanece por mucho tiempo, no entra en nuestro ADN.
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