El tratamiento de conducto sirve para reparar y salvar un diente infectado o muy dañado en lugar de extraerlo. El término "conducto radicular" proviene de la limpieza de los canales dentro de la raíz de un diente. Hace varias décadas, los tratamientos de conducto solían ser dolorosos. Con los avances en cuidados dentales y la anestesia local, la mayoría de las personas siente poco dolor (si es que siente alguno) en un tratamiento de conducto. De hecho, probablemente sea más doloroso vivir con un diente deteriorado. Las alternativas al tratamiento de conducto incluyen extraer el diente dañado y reemplazarlo con un implante dental, un puente o una dentadura parcial removible.
Mayo Clinic no respalda compañías ni productos. Las recaudaciones de los avisos comerciales financian nuestra misión sin fines de lucro.
Consulta estos éxitos de venta y ofertas especiales en libros y boletines informativos de Mayo Clinic Press.
¿Te gustaría hacer una donación deducible de impuestos y ser parte de una investigación de vanguardia y de una atención médica que transforma la medicina?