En vez de sal, decora los pretzeles con semillas de ajonjolí, amapola o girasol para darle sabor y un toque crujiente.
Para hacer una versión vegana de esta receta, usa un sustituto del huevo.
Disuelve la levadura, el azúcar, la sal y el agua tibia en el bol de un procesador de alimentos. Deja reposar durante 5 minutos. Añade las harinas, el aceite de oliva y el gluten. Mezcla a mano o en un procesador de alimentos con un gancho de amasar durante 5 a 10 minutos, hasta que se forme una masa de consistencia suave que se despegue del bol. Rocía el interior del bol con aceite en aerosol para que la masa no se pegue. Cúbrela con plástico y colócala en un lugar tibio durante aproximadamente 1 hora, hasta que su tamaño sea el doble.
Aplasta la masa con el puño y divide en 14 trozos. Luego, enrolla formando tiras largas. De una a la vez, forma una U con una sola tira; luego, cruza los extremos superponiéndolos y presiona la parte inferior de la U, dándole la forma de pretzel tradicional.
Pon a hervir de 8 a 10 tazas de agua con 1/4 de taza de bicarbonato de sodio. Agrega los pretzels uno por uno y cocina durante 30 segundos en el agua. Retíralos con una espátula y colócalos en un molde de horno forrado con papel manteca. Pinta con clara de huevo o sustituto y cubre con semillas de sésamo, amapola, o girasol. Hornea a 450 F por 10-15 minutos, hasta que esté de color marrón oscuro.
Creado por los chefs del Centro para Vida Sana Dan Abraham de Mayo Clinic.
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