Algunas veces, es posible implantar satisfactoriamente dientes permanentes que se cayeron, pero solo si sigues estas medidas de inmediato antes de consultar al dentista.

• Toma el diente de la parte superior o corona únicamente, no toques las raíces.
• Inspecciona la corona y la raíz para determinar si falta o se fracturó alguna parte.
• No frotes el diente ni lo raspes para quitar residuos. Esto daña la superficie de la raíz, lo cual podría hacer que el diente tenga menos probabilidades de sobrevivir.
• Si el diente tiene suciedad o material extraño, enjuágalo suavemente durante poco tiempo, no más de 10 segundos, en un bol con agua tibia del grifo para quitar los restos. No lo dejes bajo el agua corriente, porque demasiada agua del grifo podría matar las células de la superficie de la raíz que facilitan la colocación del diente.
• Intenta poner el diente nuevamente en la cavidad dental. Si no lo puedes colocar por completo en su lugar, muerde despacio y suavemente una gasa o una toalla de papel húmeda para mantenerlo en el lugar. Sostén el diente en el lugar hasta consultar al dentista.
• Si no puedes volver a colocar el diente en la cavidad, colócalo de inmediato entre la mejilla y la encía, en leche fría o en tu propia saliva. También puedes usar un producto de venta libre que conserve el diente caído, como los aprobados por la Asociación Dental Americana, si lo consigues rápido.
• Busca atención dental de urgencia. Si no está abierto el consultorio de tu dentista, dirígete a la sala de emergencias.

Los dientes de leche (dientes primarios) no se implantan si se caen.

En el caso de los dientes permanentes, si tienen una superficie filosa o brillante, es posible que parte de la raíz todavía esté en la cavidad, por lo que la reimplantación podría ser menos satisfactoria. Si no se reimplanta dentro de las dos horas posteriores a haberse caído (cuanto antes, mejor), existen menos probabilidades de colocarlo con éxito. Por eso es vital buscar atención dental de urgencia.

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Feb. 02, 2018