Narrador: Durante la reparación quirúrgica fetoscópica, se hace una incisión en el abdomen para exponer el útero. Mediante una ecografía, se identifica la ubicación de la placenta a fin de determinar los lugares seguros para la inserción de los trocares endoscópicos. Luego, se coloca hacia arriba la espalda del bebé y se agrega gas o aire al útero para crear un ambiente uterino que es mitad gas y mitad líquido amniótico. Esto permite que el bebé flote en el líquido amniótico con la espalda expuesta para llevar a cabo el procedimiento.

Se insertan dos puertos a través de la pared del útero. A través de un telescopio diminuto, se visualiza el defecto de la espina bífida. La membrana del quiste se corta rápidamente y se libera a la placoda neural del tejido circundante. Luego, la duramadre y todas las capas del músculo y la piel se cierran en la parte superior de los elementos neurales, lo que da como resultado un sello hermético. El gas es reemplazado por líquido para mantener el volumen de líquido amniótico. Finalmente, se extraen los instrumentos y los puertos, y se cierra el abdomen de la madre para finalizar el procedimiento.

March 03, 2020