Diagnóstico
En una exploración física, el médico te preguntará sobre tus síntomas y buscará hinchazón o bultos notables en las articulaciones.
El médico puede sostener tu articulación a la vez que te mueve el pulgar, aplicando presión, hacia el hueso de la muñeca. Si este movimiento produce chasquidos o causa dolor o una sensación arenosa, lo más probable es que el cartílago esté desgastado y los huesos se estén rozando.
Las técnicas de imágenes, usualmente radiografías, pueden revelar signos de artritis del pulgar, como por ejemplo:
- Espolones óseos
- Desgaste del cartílago
- Pérdida de espacio de la articulación
Más información
Tratamiento
En las primeras etapas de la artritis del pulgar, el tratamiento suele incluir una combinación de terapias no quirúrgicas. Si la artritis del pulgar es grave, puede ser necesaria una cirugía.
Medicamentos
Para aliviar el dolor, el médico podría recomendarte lo siguiente:
- Medicamentos tópicos, como la capsaicina o el diclofenaco, que se aplican en la piel sobre la articulación
- Analgésicos de venta libre, como el paracetamol (Tylenol u otros), el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) o el naproxeno sódico (Aleve)
- Analgésicos recetados, como el celecoxib (Celebrex) o el tramadol (Conzip, Ultram)
Férula
Una férula puede sostener la articulación y limitar el movimiento del pulgar y de la muñeca. Puedes usar una férula solamente durante la noche o durante la noche y el día.
Las férulas pueden ayudar a lo siguiente:
- Aliviar el dolor
- Promover el posicionamiento adecuado de la articulación al realizar tareas
- Descansar la articulación
Inyecciones
Si los analgésicos y una férula no resultan eficaces, el médico podría recomendar la inyección de un corticoesteroide de acción prolongada en la articulación del pulgar. Las inyecciones de corticoesteroides pueden aliviar temporalmente el dolor y reducir la inflamación.
Cirugía
Si no respondes a otros tratamientos o si apenas puedes doblar y girar el pulgar, el médico podría recomendarte una cirugía. Entre algunas opciones se incluyen las siguientes:
- Fusión articular (artrodesis). Los huesos en la articulación afectada están fusionados permanentemente. La articulación fusionada puede soportar peso sin dolor, pero no tiene flexibilidad.
- Osteotomía. Los huesos en la articulación afectada se vuelven a colocar para ayudar a corregir las deformidades.
- Trapeciectomía. Se extrae uno de los huesos de la articulación del pulgar (trapecio).
- Reemplazo articular (artroplastia). Se extrae la totalidad o parte de la articulación afectada y se reemplaza por un injerto de uno de tus tendones.
Estas cirugías se pueden realizar de forma ambulatoria. Después de la cirugía, probablemente debas usar un yeso o una férula sobre el pulgar y la muñeca hasta por seis semanas. Después de retirar el yeso, el médico te puede recomendar fisioterapia para ayudarte a recuperar la fuerza y el movimiento de la mano.
Estudios clínicos
Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.
Estilo de vida y remedios caseros
Para aliviar el dolor y mejorar la movilidad articular, intenta lo siguiente:
- Cambia las herramientas manuales. Considera comprar equipos de adaptación (como abridores para girar las tapas de los frascos, giradores de llaves y tiradores de cremalleras), que están diseñados especialmente para personas que tienen menos fuerza en las manos. Reemplaza los picaportes tradicionales, que debes sujetar con el pulgar, por palancas.
- Aplica frío. Colocarte hielo sobre la articulación de 5 a 15 minutos varias veces por día puede ayudarte a aliviar la inflamación y el dolor.
- Aplica calor. Para algunas personas, el calor puede ser más efectivo que el frío para aliviar el dolor.
Cepillos de dientes con y sin mango de gomaespuma.
Pelador de vegetales con mango grande y acolchado.
Herramienta de clavijas que se usa en una llave de una casa.
Una variedad de bolígrafos diseñados para reducir la tensión en las articulaciones de los dedos y el pulgar.
Un cuchillo de cocina con un mango similar a una sierra.
Una tabla para cortar con clavijas.
Dos tipos de dispositivos de apertura de frascos.
Tijeras que se abren automáticamente.
Un dispositivo que ayuda a abotonar la ropa.
Una palanca que se fija a las perillas de las puertas.
Una mujer que lleva un bolso grande con la correa sobre el hombro y cruzada sobre el cuerpo.
Maneras incorrectas y correctas de sostener un libro.
Preparación para la consulta
Podrían derivarte a un médico que se especialice en trastornos de las articulaciones (reumatólogo).
Lo que puedes hacer
- Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la consulta.
- Anota tu información médica esencial, incluso otras enfermedades y cualquier antecedente de lesión en la articulación adolorida.
- Anota información personal esencial, incluso episodios de estrés o cambios recientes en tu vida.
- Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes.
- Pídele a un amigo o a un familiar que te acompañen, para ayudarte a recordar lo que diga el médico.
- Anota preguntas para hacerle al médico.
Preguntas para hacerle al médico
- ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
- ¿Qué clase de pruebas necesito hacerme?
- ¿Mi enfermedad es temporal o crónica?
- ¿Cuáles son los tratamientos disponibles?
- ¿Existen restricciones que deba seguir?
- Tengo otros trastornos de salud. ¿Cómo puedo controlarlos de la mejor manera?
Además de las preguntas que preparaste para hacerle al médico, no dudes en hacer otras preguntas.
Qué esperar de tu médico
Es probable que el médico te haga varias preguntas. Estar preparado para responderlas te permitirá reservar tiempo para repasar los puntos sobre los que quieras hablar en profundidad. Es posible que te pregunten lo siguiente:
- ¿Cuándo comenzó el dolor?
- ¿Qué tan graves son tus síntomas? ¿Son permanentes u ocasionales?
- ¿Hay algo que parezca mejorar o empeorar los síntomas?
- ¿Alguna vez te lesionaste esa mano?