Diagnóstico
Es probable que el proveedor de atención médica comience con una revisión detallada de tus antecedentes y un examen físico. Después, es posible que se te hagan pruebas para determinar la causa de la inflamación de la rodilla.
Pruebas por imágenes
Las pruebas por imágenes sirven para mostrar dónde se encuentra el problema. Estas son algunas opciones:
- Radiografía. Los rayos X pueden descartar huesos fracturados o dislocados, y determinar si tienes artritis.
- Ecografía. Esta prueba usa ondas de sonido para detectar trastornos que afectan a los tendones o los ligamentos.
- Imágenes por resonancia magnética. Mediante las ondas de radio y un campo magnético fuerte, las imágenes por resonancia magnética pueden detectar lesiones en los tendones, los ligamentos y los tejidos blandos que no son visibles en una radiografía.
Aspiración articular (artrocentesis)
Se utiliza una aguja para extraer el líquido del interior de la rodilla. Luego, se comprueba si este líquido presenta lo siguiente:
- Sangre, que puede provenir de lesiones o trastornos de sangrado
- Bacterias, que pueden estar causando una infección
- Cristales frecuentes en la enfermedad de la gota o la seudogota
Tratamiento
El tratamiento varía según la causa de la rodilla inflamada, su gravedad y tus antecedentes médicos.
Terapia
Los ejercicios de fisioterapia pueden mejorar la función y la fuerza de la rodilla. En algunas situaciones, puede ser útil usar rodillera.
Cirugías y otros procedimientos
Tratar la causa subyacente de una rodilla hinchada puede requerir lo siguiente:
- Artrocentesis. Extraer líquido de la rodilla puede aliviar la presión en la articulación. Después de extraer parte del líquido articular, tu médico podría inyectar un corticoide en la articulación para tratar la inflamación.
- Artroscopia. Se inserta un tubo iluminado (artroscopio) a través de una incisión diminuta que se hace en la articulación de la rodilla. Las herramientas que están sujetas al artroscopio pueden extraer tejido blando o reparar el daño en la rodilla.
Autocuidados
Cuando tienes una rodilla hinchada, las medidas de cuidado personal incluyen las siguientes:
- Reposo. Evita las actividades que impliquen cargar mucho peso en la mayor medida posible.
- Hielo y elevación de la pierna. Para controlar el dolor y la hinchazón, aplica hielo en la rodilla entre 15 y 20 minutos cada 2 o 4 horas. Cuando te coloques el hielo, asegúrate de levantar la rodilla a una altura más elevada que el nivel del corazón. Para ello, usa almohadas debajo de las rodillas a fin de lograr una mayor comodidad.
- Compresión. Envuelve la rodilla con un vendaje elástico; esto puede ayudar a controlar la hinchazón.
- Analgésicos. Los medicamentos de venta libre como el acetaminofén (Tylenol y otros) o el ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) pueden ayudarte a reducir el dolor en la rodilla.
Preparación para la consulta
Te pueden derivar a un proveedor de atención médica que se especializa en problemas musculoesqueléticos y articulares.
Qué puedes hacer
- Anota tus síntomas y cuándo comenzaron.
- Anota tu información médica clave, incluidas otras afecciones.
- Anota tu información personal más importante, incluidos cualquier cambio o situación estresante reciente en tu vida.
- Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes.
- Averigua si algún miembro de tu familia tuvo una enfermedad autoinmunitaria.
- Pídele a un familiar o un amigo que te acompañe para ayudarte a recordar lo que diga el proveedor de atención médica.
- Anota las preguntas que desees hacerle al médico.
Preguntas para hacerle al médico
- ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
- ¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme?
- ¿Qué tratamientos hay disponibles?
- Tengo otras afecciones médicas. ¿Cuál es la mejor manera de controlar estas afecciones de manera conjunta?
Qué esperar del médico
Es probable que el proveedor de atención médica te haga algunas preguntas. Estar preparado para responderlas te permitirá reservar tiempo para revisar los puntos sobre los que quieras hablar en profundidad. Es posible que te pregunte lo siguiente:
- ¿Te lesionaste la rodilla recientemente? Si es así, describe la lesión en detalle.
- ¿Se te "traba" la rodilla o la sientes inestable?
- ¿Has sentido la rodilla caliente o ha tenido un aspecto rojizo? ¿Tienes fiebre?
- ¿Practicas deportes recreativos? Si es así, ¿cuáles?
- ¿Tienes algún tipo de artritis?
- ¿Tienes antecedentes familiares de enfermedad autoinmunitaria?