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¿Qué es un accidente cerebrovascular? Explicación de un experto de Mayo Clinic

Obtén más información sobre el neurólogo Dr. Robert D. Brown Jr.

Soy el Dr. Robert Brown, neurólogo de Mayo Clinic. En este video, hablaremos sobre los fundamentos del accidente cerebrovascular: qué es, a quién le ocurre, los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento. Ya sea que busques respuestas para ti o para un ser querido, estamos aquí para brindarte la mejor información. Seguro has oído alguna vez el término accidente cerebrovascular. Afecta anualmente a unas 800 000 personas en los Estados Unidos. Los accidentes cerebrovasculares se producen de dos maneras. En la primera, una arteria obstruida corta el flujo sanguíneo a una zona del cerebro. Esto se conoce como accidente cerebrovascular isquémico. El 85 % de los accidentes cerebrovasculares son de este tipo. El segundo tipo de accidente cerebrovascular ocurre cuando un vaso sanguíneo tiene una fuga o se revienta. La sangre se derrama por el tejido cerebral o al rededor del cerebro. Esto se denomina accidente cerebrovascular hemorrágico. Un tratamiento inmediato puede reducir el daño cerebral y la probabilidad de muerte o discapacidad. Por eso, si tú o alguien que conoces sufre un accidente cerebrovascular, llama al 911 y busca inmediatamente atención médica de emergencia.

Cualquier persona puede sufrir un accidente cerebrovascular, pero algunos factores aumentan el riesgo, mientras que otros lo reducen. Las probabilidades de un accidente cerebrovascular aumentan si tienes 55 años o más, eres afroamericano, hombre o tienes antecedentes familiares de accidentes cerebrovasculares o de ataques cardíacos. El sobrepeso, la inactividad física, el consumo excesivo de alcohol y el uso de drogas ilícitas. También corren más riesgo las personas que fuman, tienen presión arterial alta, colesterol alto, diabetes mal controlada, apnea obstructiva del sueño o ciertos tipos de enfermedad cardíaca.

Presta atención a estos signos y síntomas si crees que tú u otra persona puede estar sufriendo un accidente cerebrovascular: Dificultad repentina para hablar y entender lo que otros están diciendo Parálisis o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna en un lado del cuerpo Problemas para ver con un ojo o con ambos, dificultad para caminar y pérdida de equilibrio Ahora, muchos accidentes cerebrovasculares no se asocian con dolor de cabeza, aunque puede haber un dolor repentino e intenso de la cabeza en algunos tipos de accidentes cerebrovasculares. Si notas alguno de estos síntomas, aunque sean ocasionales o desaparezcan por completo, busca atención médica de emergencia o llama al 911. No esperes a ver si los síntomas desaparecen, porque cada minuto cuenta.

Cuando llegues al hospital, el equipo de emergencia revisará los síntomas y te hará un examen físico. Te realizarán muchas pruebas para identificar qué tipo de accidente cerebrovascular tienes y determinar el mejor tratamiento. Estas pueden incluir una tomografía computarizada o una resonancia magnética, que son imágenes del cerebro y de las arterias; una ecografía de la carótida, que es una prueba de ondas sonoras de las arterias carótidas que proporcionan sangre a las partes frontales del cerebro; y análisis de sangre.

Una vez que los médicos determinen si tu accidente cerebrovascular es isquémico o hemorrágico, podrán decidir el mejor tratamiento. Si sufres un accidente cerebrovascular isquémico, es importante restaurar el flujo sanguíneo al cerebro lo antes posible, para proveer oxígeno y otros nutrientes necesarios para la supervivencia de las neuronas cerebrales. Para esto, los médicos pueden inyectar en la vena un medicamento trombolítico para disolver el coágulo que obstruye el flujo sanguíneo, o pueden realizar un procedimiento endovascular de emergencia. Consiste en introducir en las arterias cerebrales un catéter, que es una pequeña sonda plástica, para eliminar directamente la obstrucción de la arteria. A diferencia de los accidentes cerebrovasculares isquémicos, el objetivo del tratamiento en el accidente cerebrovascular hemorrágico es controlar el sangrado y reducir la presión cerebral. Los médicos pueden utilizar medicamentos de emergencia para reducir la presión arterial, evitar espasmos en los vasos sanguíneos, estimular la coagulación y prevenir convulsiones. Si el sangrado es grave, se puede realizar una cirugía para extraer la sangre que hay en el cerebro.

Cada accidente cerebrovascular es diferente, por lo que el proceso de recuperación de cada persona también lo es. En el tratamiento contra el accidente cerebrovascular, suele intervenir un equipo de atención médica multidisciplinario. Posiblemente cuente con un neurólogo y un médico especialista en medicina física y rehabilitación, entre otros. En el fondo, nuestro objetivo es ayudarte a recuperar la mayor cantidad de funciones posibles para que puedas vivir de manera independiente. Un accidente cerebrovascular es un acontecimiento que cambia la vida y que puede afectar tu estado emocional y físico. Es posible que sientas impotencia, frustración o depresión. Busca la ayuda y el apoyo de tus amigos y familiares. Acepta que la recuperación llevará mucho trabajo y, sobre todo, tiempo. Esfuérzate por alcanzar una nueva normalidad y recuerda celebrar el progreso. Si quieres obtener aún más información sobre los accidentes cerebrovasculares, mira otros videos pertinentes o visita mayoclinic.org. Te deseamos lo mejor.

Un accidente cerebrovascular isquémico se produce cuando el suministro de sangre que va a partes del cerebro se obstruye o reduce. Esto evita que el tejido del cerebro reciba oxígeno y nutrientes. Las neuronas cerebrales comienzan a morir en minutos. Otro tipo de accidente cerebrovascular es el hemorrágico, que se produce cuando un vaso sanguíneo del cerebro tiene un derrame o se rompe y causa un sangrado. La sangre aumenta la presión en las neuronas cerebrales y las daña.

Un accidente cerebrovascular es una emergencia médica. Es fundamental solicitar tratamiento médico de inmediato. Obtener atención médica de emergencia rápido puede reducir el daño en el cerebro y otras complicaciones de un accidente cerebrovascular.

La buena noticia es que, actualmente, mueren menos estadounidenses que en el pasado a causa de un accidente cerebrovascular. Los tratamientos eficaces también pueden ayudar a prevenir la discapacidad por un accidente cerebrovascular.

Síntomas

Si tú o alguien con quien estás puede estar sufriendo un accidente cerebrovascular, presta atención al momento en que comenzaron los síntomas. Algunos tratamientos son más eficaces cuando se administran poco después de que comienza el accidente cerebrovascular.

Los síntomas de un accidente cerebrovascular son los siguientes:

  • Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo. Una persona que tiene un accidente cerebrovascular puede sentir confusión, arrastrar las palabras al hablar o no entender el habla.
  • Entumecimiento, debilidad o parálisis de la cara, del brazo o de la pierna. A menudo, esto afecta solo un lado del cuerpo. La persona puede intentar levantar los brazos por sobre la cabeza. Si un brazo comienza a caer, puede ser un signo de accidente cerebrovascular. Además, un lado de la boca puede caerse cuando trate de sonreír.
  • Problemas para ver en uno o ambos ojos. La persona puede tener visión borrosa o ensombrecida repentina en uno o ambos ojos. O bien puede ver doble.
  • Dolor de cabeza. Un dolor de cabeza repentino e intenso puede ser síntoma de un accidente cerebrovascular. Con el dolor de cabeza puede tener vómitos, mareos o un cambio en el estado de consciencia.
  • Problemas para caminar. Una persona que tiene un accidente cerebrovascular puede tropezar o perder el equilibro o la coordinación.

Cuándo consultar al médico

Busca atención médica de inmediato si notas cualquier síntoma de un accidente cerebrovascular, incluso si aparece y desaparece constantemente, o desaparece por completo. Piensa en el método "FAST" y verifica lo siguiente:

  • Rostro (Face). Pídele a la persona que sonría. ¿Se cae un lado de la cara?
  • Brazos (Arms). Pídele a la persona que levante ambos brazos. ¿Está un brazo más abajo que el otro? ¿O no puede levantar un brazo?
  • Habla (Speech). Pídele a la persona que repita una frase simple. ¿Arrastra las palabras o habla de una forma diferente a la habitual?
  • Tiempo (Time). Si observas cualquiera de estos signos, llama al 911 o a la ayuda médica de emergencia de inmediato.

Llama de inmediato al 911 o al número local de emergencias. No esperes a ver si los síntomas desaparecen. Cada minuto cuenta. Cuanto más tiempo se demore en tratar un accidente cerebrovascular, mayores serán las posibilidades de daño cerebral y discapacidad.

Si sospechas que la persona con la que te encuentras está teniendo un accidente cerebrovascular, vigílala cuidadosamente mientras esperas la ayuda de emergencia.

Causas

Existen dos tipos principales de accidente cerebrovascular. La causa de un accidente cerebrovascular isquémico es una arteria obstruida en el cerebro. La causa de un accidente cerebrovascular hemorrágico es el sangrado o la rotura de un vaso sanguíneo en el cerebro. Algunas personas pueden tener solo una interrupción temporal del flujo sanguíneo al cerebro, conocida como accidente isquémico transitorio. Un accidente isquémico transitorio no causa daño permanente.

Accidente cerebrovascular isquémico

Este es el tipo más común de accidente cerebrovascular. Se produce cuando los vasos sanguíneos del cerebro se estrechan u obstruyen. Esto causa una reducción del flujo sanguíneo, que se denomina isquemia. La obstrucción o el estrechamiento de los vasos sanguíneos puede deberse a depósitos de grasa que se acumulan en ellos. O bien pueden deberse a coágulos sanguíneos u otros restos que viajan por el torrente sanguíneo, la mayoría de las veces desde el corazón. Un accidente cerebrovascular isquémico se produce cuando depósitos de grasa, coágulos de sangre u otros restos se alojan en los vasos sanguíneos del cerebro.

Algunas investigaciones iniciales muestran que la infección por la COVID-19 puede aumentar para un accidente cerebrovascular isquémico, pero se requieren más estudios.

Accidente cerebrovascular hemorrágico

El accidente cerebrovascular hemorrágico ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro tiene una fuga o se rompe. El sangrado dentro del cerebro o hemorragia cerebral puede deberse a muchas afecciones que dañan los vasos sanguíneos. Los factores relacionados con un accidente cerebrovascular hemorrágico incluyen los siguientes:

  • Presión arterial alta que no está controlada
  • Tratamiento excesivo con anticoagulantes
  • Bultos en puntos débiles de las paredes de los vasos sanguíneos, conocidos como aneurismas
  • Traumatismo en la cabeza, por ejemplo, por un accidente automovilístico
  • Depósitos de proteína en las paredes de los vasos sanguíneos que provocan debilidad en la pared del vaso, lo que se conoce como angiopatía amiloide cerebral
  • Accidente cerebrovascular isquémico que deriva en una hemorragia cerebral

Una causa menos común de las hemorragias cerebrales es la rotura de una malformación arteriovenosa. Una malformación arteriovenosa es un ovillo irregular de vasos sanguíneos con paredes finas.

Accidente isquémico transitorio

Un accidente isquémico transitorio es un período temporal de síntomas similares a los que se presentan en un accidente cerebrovascular. Sin embargo, esta afección no causa daño permanente. La causa de un accidente isquémico transitorio es una disminución temporal del suministro de sangre a partes del cerebro. Dicha disminución puede durar tan solo cinco minutos. Un accidente isquémico transitorio suele conocerse como miniaccidente cerebrovascular.

Un accidente isquémico transitorio ocurre cuando un coágulo de sangre o un depósito de grasa reduce u obstruye el flujo sanguíneo a partes del sistema nervioso.

Solicita atención médica de emergencia incluso si sospechas que tuviste un accidente isquémico transitorio. No es posible saber si estás teniendo un accidente cerebrovascular o un accidente isquémico transitorio si analizas únicamente los síntomas. Si tuviste un accidente isquémico transitorio, eso significa que puedes tener una de las arterias que van al cerebro parcialmente obstruida o estrechada. Tener un accidente isquémico transitorio aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular más adelante.

Factores de riesgo

Muchos factores pueden aumentar el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular. Los factores de riesgo potencialmente tratables de un accidente cerebrovascular incluyen los siguientes:

Factores de riesgo relacionados con el estilo de vida

  • Sobrepeso u obesidad
  • Inactividad física
  • Beber en exceso o darse atracones de bebida
  • Uso de drogas ilícitas como la cocaína y la metanfetamina

Factores de riesgo médicos

  • Presión arterial alta
  • Fumar cigarrillos o la exposición al humo de segunda mano
  • Colesterol alto
  • Diabetes
  • Apnea obstructiva del sueño
  • Enfermedad cardiovascular, que incluye insuficiencia cardíaca, defectos cardíacos, infección cardíaca o ritmo cardíaco irregular, como fibrilación auricular
  • Antecedentes personales o familiares de accidente cerebrovascular, ataque cardíaco o accidente isquémico transitorio
  • Infección por la COVID-19

Entre otros factores asociados con un riesgo más alto para accidente cerebrovascular están los siguientes:

  • Edad: las personas de 55 años o más tienen un riesgo más alto para un accidente cerebrovascular que las personas más jóvenes.
  • Raza o etnia: las personas afroamericanas e hispanas tienen un riesgo más alto para un accidente cerebrovascular que las personas de otras razas o etnias.
  • Sexo: los hombres tienen un riesgo más alto para un accidente cerebrovascular que las mujeres. Por lo general, las mujeres son mayores cuando tienen accidentes cerebrovasculares y tienen más probabilidades de morir a causa de ellos que los hombres.
  • Hormonas: el uso de píldoras anticonceptivas o terapias hormonales que incluyen estrógeno aumenta el riesgo.

Complicaciones

A veces, un accidente cerebrovascular puede causar discapacidades temporales o permanentes. Las complicaciones dependen de cuánto tiempo quede el cerebro sin flujo sanguíneo y qué partes se vean afectadas. Entre las complicaciones, están las siguientes:

  • Pérdida de movimiento muscular o parálisis. Puede que tengas parálisis en un lado del cuerpo. O bien puedes perder el control de ciertos músculos, como aquellos que se encuentran en un lado de la cara o un brazo.
  • Problemas para hablar o tragar. Un accidente cerebrovascular puede afectar a los músculos de la boca y la garganta. Esto puede traer dificultades para hablar claro, tragar o comer. También puedes tener dificultades con el lenguaje, lo que incluye hablar o entender el habla, leer o escribir.
  • Pérdida de la memoria o dificultad para pensar. Muchas personas que tuvieron un accidente cerebrovascular padecen cierto grado de pérdida de la memoria. Otras pueden tener dificultades para pensar, razonar, opinar y comprender conceptos.
  • Síntomas emocionales. Las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular pueden tener problemas para controlar sus emociones o pueden desarrollar depresión.
  • Dolor. Se puede presentar dolor, entumecimiento u otras sensaciones en las partes del cuerpo afectadas por el accidente cerebrovascular. Si un accidente cerebrovascular hiciera que pierdas la sensibilidad en el brazo izquierdo, podrías desarrollar una sensación de hormigueo en ese brazo.
  • Cambios en la conducta y el autocuidado. Las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular pueden volverse más introvertidas. También es posible que necesiten ayuda con su aseo personal y las tareas diarias.

Prevención

Puedes tomar medidas para prevenir un accidente cerebrovascular. Es importante que conozcas los factores de riesgo para un accidente cerebrovascular y sigas los consejos de tu profesional de atención médica sobre estrategias para un estilo de vida saludable. Si tuviste un accidente cerebrovascular, estas medidas podrían ayudarte a evitar que tengas otro. Si tuviste un accidente isquémico transitorio, estas medidas pueden ayudarte a reducir el riesgo para un accidente cerebrovascular. La atención de seguimiento que recibas durante tu estancia en el hospital y después también pueden influir.

Muchas estrategias de prevención de accidentes cerebrovasculares son las mismas que las de prevención de enfermedades cardíacas. En general, las recomendaciones para un estilo de vida saludable incluyen las siguientes:

  • Controlar la presión arterial alta, conocida como hipertensión. Esta es una de las cosas más importantes que puedes hacer para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular. Si tuviste un accidente cerebrovascular, bajar la presión arterial puede ayudar a prevenir un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular en el futuro. Con frecuencia, para tratar la presión arterial alta, se utilizan medicamentos, así como cambios saludables en el estilo de vida.
  • Reducir la cantidad de colesterol y grasas saturadas en tu alimentación. Comer menos colesterol y grasas, especialmente grasas saturadas y grasas trans, puede reducir la acumulación en las arterias. Si no puedes controlar el colesterol solo a través de cambios en la alimentación, es probable que necesites un medicamento para bajarlo.
  • Dejar de fumar. Fumar aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular para fumadores y no fumadores expuestos al humo de segunda mano. Dejar de fumar reduce el riesgo de accidente cerebrovascular.
  • Controlar la diabetes. La alimentación, el ejercicio y la pérdida de peso pueden ayudarte a mantener el nivel de glucosa en la sangre dentro de un rango saludable. Si los factores de estilo de vida no son suficientes para controlar la glucosa en la sangre, puede que te receten medicamentos para la diabetes.
  • Mantener un peso saludable. El sobrepeso contribuye a otros factores de riesgo para accidente cerebrovascular, como la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
  • Mantén una alimentación con abundantes frutas y verduras. Comer cinco o más porciones de frutas o verduras todos los días puede reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. La dieta mediterránea, que hace hincapié en el aceite de oliva, las frutas, los frutos secos, las verduras y los cereales integrales, puede ser útil.
  • Hacer ejercicio con regularidad. El ejercicio aeróbico reduce el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular de muchas maneras. El ejercicio puede reducir la presión arterial, aumentar los niveles de colesterol bueno y mejorar la salud general de los vasos sanguíneos y el corazón. Además, te ayuda a perder peso, controlar la diabetes y reducir el estrés. Realiza al menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana, o todos los días, y aumenta la cantidad de tiempo gradualmente. La Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) recomienda hacer 150 minutos de actividad aeróbica de moderada a intensa o 75 minutos de actividad aeróbica intensa por semana. Las actividades de intensidad moderada pueden ser caminar, trotar, nadar o andar en bicicleta.
  • Si bebes alcohol, hazlo con moderación. Beber grandes cantidades de alcohol aumenta el riesgo de presión arterial alta y accidentes cerebrovasculares isquémicos y hemorrágicos. El alcohol también puede interactuar con otros medicamentos que estés tomando. Sin embargo, beber cantidades pequeñas a moderadas de alcohol puede ayudar a prevenir accidentes cerebrovasculares isquémicos y disminuir la tendencia a la coagulación de la sangre. Una cantidad pequeña a moderada equivale a una copa por día aproximadamente. Habla con tu profesional de atención médica acerca de lo que es adecuado para ti.
  • Tratar la apnea obstructiva del sueño. La apnea obstructiva del sueño es un trastorno que hace que dejes de respirar por períodos cortos varias veces mientras duermes. Puede que tu profesional de atención médica te recomiende un estudio del sueño si tienes síntomas de apnea obstructiva del sueño. El tratamiento incluye un dispositivo que administra presión positiva en las vías respiratorias a través de una mascarilla para mantenerlas abiertas mientras duermes.
  • No consumas drogas ilícitas. Ciertas drogas ilícitas, como la cocaína y la metanfetamina, son factores de riesgo establecidos para un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular.

Medicamentos preventivos

Si tuviste un accidente cerebrovascular isquémico, es probable que necesites medicamentos para ayudar a reducir el riesgo de sufrir otro. Si tuviste un accidente isquémico transitorio, los medicamentos pueden reducir el riesgo para un accidente cerebrovascular en el futuro. Entre estos medicamentos están los siguientes:

  • Medicamentos antiplaquetarios. Las plaquetas son células en la sangre que forman coágulos. Los medicamentos antiplaquetarios hacen que estas células sean menos pegajosas y menos propensas a coagularse. El medicamento antiplaquetario utilizado más comúnmente es la aspirina. Tu profesional de atención médica puede recomendarte la dosis de aspirina adecuada para ti.

    Si tuviste un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular leve, puedes tomar aspirina o un antiplaquetario como clopidogrel (Plavix). Estos medicamentos se pueden recetar durante un período para reducir el riesgo de sufrir otro accidente cerebrovascular. Si no puedes tomar aspirina, es posible que te receten solo clopidogrel. El ticagrelor (Brilinta) es otro antiplaquetario que puede utilizarse para prevenir los accidentes cerebrovasculares.

  • Medicamentos que inhiben la coagulación de la sangre, que se denominan anticoagulantes. Estos medicamentos reducen la coagulación de la sangre. La heparina es un anticoagulante de acción rápida que se puede utilizar a corto plazo en el hospital.

    La warfarina de acción más lenta (Jantoven) se puede usar a largo plazo. La warfarina es un medicamento anticoagulante poderoso, por lo que debes tomarla exactamente como se indica y estar atento a sus efectos secundarios. También deben hacerte análisis de sangre regulares para vigilar los efectos de la warfarina.

    Existen varios anticoagulantes más nuevos para prevenir los accidentes cerebrovasculares en personas que tienen un riesgo alto. Estos medicamentos incluyen dabigatrán (Pradaxa), rivaroxabán (Xarelto), apixabán (Eliquis) y edoxabán (Savaysa). Actúan más rápido que la warfarina y, por lo general, no requieren exámenes de sangre regulares ni vigilancia por parte de un profesional de atención médica. Estos medicamentos también se asocian con un menor riesgo de complicaciones hemorrágicas en comparación con la warfarina.

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Oct. 01, 2024
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