Diagnóstico
El proveedor de atención médica deberá determinar si hay otras afecciones que causen la ansiedad o si padeces el trastorno de ansiedad social junto con otros trastornos de la salud mental o física.
Tu proveedor de atención médica puede determinar un diagnóstico basado en:
- El examen físico para ayudar a evaluar si alguna afección médica o medicamento puede desencadenar síntomas de ansiedad
- Hablar de tus síntomas, la frecuencia con la que se producen y en qué situaciones
- Revisar una lista de situaciones para ver si te generan ansiedad
- Cuestionarios de autoinforme acerca de los síntomas de ansiedad social
- Criterios enumerados en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5, por sus siglas en inglés), publicado por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría)
Los criterios del DSM-5 para el trastorno de ansiedad social comprenden:
- Miedo o ansiedad persistentes e intensos ante situaciones sociales específicas porque crees que puedes ser juzgado negativamente, avergonzado o humillado
- Evitar situaciones sociales que producen ansiedad o soportarlas con ansiedad o miedo intenso
- Ansiedad excesiva y exagerada con respecto a la situación
- Ansiedad y angustia que interfieren en tu vida diaria
- Miedo o ansiedad que no puede explicarse mediante otra enfermedad, otro medicamento o un abuso de sustancias
Tratamiento
El tratamiento depende de en qué medida el trastorno de ansiedad social afecta tu habilidad para desenvolverte en la vida diaria. El tratamiento más común para el trastorno de ansiedad social incluye psicoterapia (también llamado asesoramiento psicológico o tratamiento de conversación), medicamentos o ambos.
Psicoterapia
La psicoterapia mejora los síntomas en la mayoría de las personas con trastorno de ansiedad social. En la terapia, aprendes a reconocer y a modificar los pensamientos negativos acerca de ti mismo y a desarrollar habilidades que te ayuden a ganar confianza en situaciones sociales.
La terapia cognitivo conductual es el tipo de psicoterapia más eficaz para la ansiedad y puede ser igualmente eficaz cuando se hace de forma individual o en grupo.
En la terapia cognitivo conductual basada en la exposición, trabajas progresivamente hasta enfrentar las situaciones que más te asustan. Esto puede mejorar tu capacidad de afrontar una situación difícil y te ayuda a generar confianza para enfrentarte a situaciones que te producen ansiedad. También puedes participar en una capacitación sobre habilidades sociales o en juegos de personificación para practicar tus habilidades sociales y aumentar la comodidad y ganar confianza para relacionarte con los demás. Practicar la exposición a situaciones sociales es especialmente útil para desafiar tus preocupaciones.
Primeras opciones de medicamentos
Aunque existen varios tipos de medicamentos, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son generalmente el primer tipo de medicamento que se utiliza para tratar los síntomas persistentes de ansiedad social. El proveedor de atención médica puede recetar paroxetina (Paxil) o sertralina (Zoloft).
El inhibidor de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), venlafaxina (Effexor XR), también puede ser una opción para el trastorno de ansiedad social.
Para reducir el riesgo de efectos secundarios, tu proveedor de atención médica puede recetarte una dosis baja de medicamento y aumentar progresivamente tu prescripción a una dosis completa. Es posible que se necesiten varias semanas o varios meses de tratamiento para que los síntomas mejoren de manera evidente.
Otros medicamentos
El proveedor de atención médica también puede recetarte otros medicamentos para los síntomas de ansiedad social, como los siguientes:
- Otros antidepresivos. Es posible que debas probar distintos antidepresivos hasta encontrar el que sea más eficaz para ti y que tenga la menor cantidad de efectos secundarios.
- Medicamentos contra la ansiedad. Las benzodiacepinas pueden reducir el nivel de ansiedad. Si bien a menudo funcionan rápido, pueden provocar dependencia y tener efectos sedantes, por lo que generalmente se recetan para uso a corto plazo.
- Betabloqueantes. Estos medicamentos funcionan bloqueando el efecto estimulante de la epinefrina (adrenalina). Pueden disminuir la frecuencia cardíaca, la presión arterial, los latidos del corazón y la voz y las extremidades temblorosas. Debido a ello, es posible que funcionen mejor si se utilizan con poca frecuencia para controlar los síntomas para una situación determinada, como dar un discurso. No se recomiendan para el tratamiento general del trastorno de ansiedad social.
Cumple con tu plan de tratamiento
No te rindas si el tratamiento no funciona rápido. Puedes continuar haciendo avances en psicoterapia con el correr de las semanas o los meses. Aprender nuevas habilidades para ayudar a controlar la ansiedad lleva tiempo. Además, para encontrar el medicamento adecuado para tu situación puede ser necesario un proceso de pruebas y errores.
Para algunas personas, los síntomas del trastorno de ansiedad social pueden desaparecer con el tiempo y se pueden suspender los medicamentos. Es posible que otras personas deban tomar medicamentos durante años para prevenir una recaída.
Para aprovechar al máximo el tratamiento, asiste a tus citas médicas o terapéuticas, desafíate a ti mismo estableciendo objetivos para abordar las situaciones sociales que te causan ansiedad, toma los medicamentos según las indicaciones y habla con tu proveedor de atención médica sobre cualquier cambio en tu estado.
Medicina alternativa
Se han estudiado diversos remedios a base de hierbas como tratamientos para la ansiedad, pero los resultados están mezclados. Antes de tomar algún remedio o suplemento a base de hierbas, consulta con tu equipo de atención médica para asegurarte de que sean seguros para ti y de que no interactuarán con otros medicamentos que tomes.
Estilo de vida y remedios caseros
Aunque por lo general el trastorno de ansiedad social requiere ayuda de un médico especialista o de un psicoterapeuta calificado, puedes probar algunas de estas técnicas para controlar las situaciones que probablemente desencadenan los síntomas:
- Aprende a reducir el estrés.
- Haz ejercicio o actividad física regularmente.
- Duerme lo suficiente.
- Lleva una alimentación saludable y equilibrada.
- Evita el alcohol.
- Limita o evita la cafeína.
- Participa en situaciones sociales acercándote a personas con las que te sientas cómodo.
Prueba dar pequeños pasos
Primero, piensa en tus miedos para identificar las situaciones que te provocan más ansiedad. Luego, practica progresivamente estas actividades hasta que te causen menos ansiedad. Comienza con pequeños pasos estableciendo objetivos diarios o semanales en situaciones que no sean abrumadoras. Cuanto más practiques, menos ansioso te sentirás.
Por ejemplo, puedes practicar con estas situaciones:
- Come con un familiar cercano, amigo o conocido en un lugar público.
- Haz contacto visual y responde al saludo de otras personas, o sé el primero en saludar.
- Haz un cumplido a alguien.
- Pídele algún artículo a un empleado de una tienda.
- Pídele indicaciones a un extraño.
- Demuestra interés en los demás: pregúntales sobre su casa, hijos, nietos, hobbies o viajes, por ejemplo.
- Llama a un amigo para hacer planes.
Prepárate para situaciones sociales
Al principio, ser sociable cuando te sientes ansioso es difícil. Pero, aunque inicialmente parezca difícil o doloroso, no evites las situaciones que desencadenan tus síntomas. Al afrontar regularmente este tipo de situaciones, desarrollarás y reforzarás tu capacidad de afrontar una situación difícil.
Estas estrategias pueden ayudarte a empezar a afrontar situaciones que te ponen nervioso:
- Prepárate para la conversación, por ejemplo, leyendo sobre la actualidad para identificar historias interesantes de las que puedas hablar.
- Concéntrate en las cualidades que te gustan de ti.
- Haz ejercicios de relajación.
- Aprende técnicas de manejo del estrés.
- Fija metas sociales realistas.
- Presta atención a la frecuencia con que efectivamente se producen las situaciones que te avergüenzan y que temes. Tal vez te des cuenta de que, por lo general, los escenarios que temes no llegan a ocurrir.
- Cuando se produzcan situaciones embarazosas, recuérdate a ti mismo que tus sentimientos pasarán y que podrás manejarlos hasta que lo hagan. La mayoría de las personas que te rodean o bien no se dan cuenta o no les importa tanto como crees, o bien son más indulgentes de lo que supones.
Evita consumir alcohol para calmar los nervios. Puede parecer que ayuda temporalmente, pero a largo plazo puede hacer que te sientas aún más ansioso.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Los siguientes métodos para aliviar la ansiedad pueden resultarte útiles:
- Habla con tus amigos y familiares periódicamente.
- Únete a un grupo de apoyo local o por Internet de confianza.
- Únete a un grupo que ofrezca oportunidades para mejorar las habilidades de comunicarse y de hablar en público, como Toastmasters International.
- Realiza actividades placenteras o relajantes, como practicar algún pasatiempo, cuando sientas ansiedad.
Con el tiempo, estos métodos para enfrentar la ansiedad te pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir una recaída. Recuerda que puedes superar los momentos de ansiedad, que tu ansiedad es pasajera y que las consecuencias negativas que te preocupan tanto casi nunca suceden.
Preparación para la consulta
Puedes consultar a tu médico de cabecera o este puede remitirte a un profesional de salud mental. A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita.
Qué puedes hacer
Antes de la cita médica, prepara una lista de lo siguiente:
- Situaciones que has estado evitando, especialmente aquellas que son importantes para ejecutar tus funciones
- Cualquier síntoma que tengas, y por cuánto tiempo, incluso los que no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica
- Información personal clave, en especial, los acontecimientos o cambios significativos que hayas vivido poco antes de que aparecieran los síntomas
- Información médica, incluso otras afecciones de salud física o mental que te hayan diagnosticado
- Los medicamentos, las vitaminas, las plantas medicinales y otros suplementos que estás tomando, incluso las dosis
- Preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica o al profesional de salud mental
Pídele a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe a la cita médica, si es posible, para que te ayude a recordar la información clave.
Algunas preguntas para hacerle al profesional de salud:
- ¿Cuál crees que sea la causa de los síntomas?
- ¿Existen otras causas posibles?
- ¿Cómo determinarás el diagnóstico?
- ¿Debería consultar a un especialista en salud mental?
- ¿Es probable que mi afección sea temporal o crónica?
- ¿Existen tratamientos eficaces para esta afección?
- Si me hago un tratamiento, ¿podré llegar a sentirme cómodo en las situaciones que ahora me dan tanta ansiedad?
- ¿Tengo un riesgo mayor de presentar otros problemas de salud mental?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda tener? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer cualquier otra pregunta durante la cita.
Qué esperar del proveedor de atención médica
Es probable que tu proveedor de atención médica o un profesional de la salud mental te haga una serie de preguntas. Prepárate para responderlas, para ahorrar tiempo y poder dedicarlo a revisar los puntos en los que quieras concentrarte. El proveedor de atención médica puede preguntarte:
- ¿Dejas de hacer ciertas actividades o de hablar con ciertas personas por miedo a sentir vergüenza?
- ¿Evitas hacer actividades en las que serías el centro de atención?
- ¿Dirías que uno de tus mayores miedos es sentir vergüenza o parecer estúpido?
- ¿Cuándo notaste por primera vez estos síntomas?
- ¿En qué momento es más probable que los síntomas aparezcan?
- ¿Existe algo que, al parecer, empeore o mejore los síntomas?
- ¿Cómo afectan estos síntomas vida y tus relaciones, tanto personales como laborales?
- ¿Experimentas síntomas cuando no hay nadie observándote?
- ¿Sabes si alguno de tus familiares cercanos tuvo síntomas similares?
- ¿Te han diagnosticado alguna enfermedad?
- En el pasado, ¿has recibido tratamiento por otros síntomas de salud mental o enfermedades mentales? Si es así, ¿qué tipo de terapia fue la más beneficiosa?
- ¿Alguna vez has pensado acerca de hacerte daño a ti mismo o a otros?
- ¿Consumes alcohol o sustancias recreativas? Si es así, ¿con qué frecuencia?