Descripción general
El síndrome del bebé sacudido es una lesión cerebral grave que se produce como consecuencia de sacudir con fuerza a un bebé o un niño de uno a dos años. También se lo conoce como traumatismo craneal por maltrato, traumatismo craneal infligido, síndrome de impacto por sacudida o síndrome del bebé sacudido con latigazo cervical.
El síndrome del bebé sacudido destruye las neuronas cerebrales del niño e impide que el cerebro reciba suficiente oxígeno. Esta forma de maltrato infantil puede provocar un daño cerebral irreparable o la muerte.
El síndrome del bebé sacudido puede prevenirse. Los padres que corren el riesgo de dañar a un hijo pueden recibir ayuda. Los padres también pueden enseñarles a las personas encargadas del cuidado del niño sobre los peligros del síndrome del bebé sacudido.
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Síntomas
Los signos y síntomas del síndrome del bebé sacudido comprenden los siguientes:
- Agitación o irritabilidad extrema
- Dificultad para permanecer despierto
- Problemas respiratorios
- Alimentación deficiente
- Vómitos
- Palidez o color azulado en la piel
- Convulsiones
- Parálisis
- Coma
Si bien a veces puede haber moretones en la cara, es posible que no veas signos de lesiones físicas en el cuerpo del bebé. Las lesiones que pueden no notarse inmediatamente son el sangrado cerebral y ocular, el daño a la médula espinal y las fracturas de las costillas, el cráneo, las piernas y otros huesos. Muchos niños con síndrome del bebé sacudido muestran signos y síntomas de abuso infantil anterior.
En casos leves de síndrome del bebé sacudido, el niño puede verse normal después de ser sacudido, pero con el tiempo puede manifestar problemas de salud o de comportamiento.
Cuándo consultar al médico
Busca ayuda inmediatamente si sospechas que tu hijo ha sufrido una lesión debido a una sacudida violenta. Llama al 911 o a la atención médica de emergencia, o lleva a tu hijo a la sala de emergencias más cercana. Recibir atención médica inmediata puede salvar la vida de tu hijo o prevenir problemas graves de salud.
Los profesionales de atención médica están legalmente obligados a informar a las autoridades estatales sobre todos los casos sospechados de maltrato infantil.
Causas
Los bebés tienen músculos débiles en el cuello y no pueden brindar apoyo suficiente al peso de la cabeza. Si un bebé sufre sacudidas violentas, su frágil cerebro se mueve hacia adelante y hacia atrás dentro del cráneo. Esto provoca hematomas, hinchazón y sangrado.
El síndrome del bebé sacudido ocurre generalmente cuando uno de los padres o la persona encargada del cuidado sacude intensamente a un bebé o niño de uno a dos años por frustración o ira, a menudo porque el niño no deja de llorar.
Por lo general, el síndrome del bebé sacudido no ocurre por hacer saltar al niño sobre la rodilla o por sufrir caídas leves.
Factores de riesgo
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de que los padres o los cuidadores sean más propensos a sacudir con fuerza a un bebé y provocar el síndrome del bebé sacudido:
- Expectativas poco realistas acerca de los bebés
- Ser padres jóvenes o solteros
- Estrés
- Violencia doméstica
- Abuso de alcohol o de sustancias
- Situaciones familiares inestables
- Depresión
- Antecedentes de haber sufrido maltrato durante la infancia
Además, los hombres tienen mayor probabilidad de provocar este síndrome que las mujeres.
Complicaciones
Sacudir a un bebé, aunque sea por un momento breve, puede provocarle un daño cerebral irreversible. Muchos niños afectados por el síndrome del bebé sacudido mueren.
Los que sobreviven al síndrome del bebé sacudido podrían requerir atención médica de por vida para afecciones como las siguientes:
- Pérdida parcial o total de la visión
- Retrasos en el desarrollo, problemas de aprendizaje o de conducta
- Discapacidad intelectual
- Trastornos convulsivos
- Parálisis cerebral, un trastorno que afecta el movimiento y la coordinación muscular
Prevención
Las clases de capacitación para padres primerizos pueden ayudarles a comprender mejor los peligros de sacudir violentamente a un niño y brindarles consejos para calmar el llanto de un bebé y controlar el estrés.
Cuando no logras calmar a tu bebé cuando llora, puedes sentir la tentación de detener las lágrimas como sea, pero es importante que siempre trates a tu hijo con suavidad. Nada justifica que sacudas a un niño.
Si tienes problemas para controlar tus emociones o el estrés de la paternidad, pide ayuda. El médico de tu hijo puede derivarte a un asesor u otro profesional de salud mental.
Si hay otras personas que te ayudan a cuidar a tu hijo (ya sea una persona responsable del cuidado, un hermano o un abuelo), asegúrate de que conozcan los peligros del síndrome del bebé sacudido.