Diagnóstico
El sarpullido de la rubéola puede verse de manera similar a muchos otros sarpullidos virales. Por eso, por lo general, los proveedores de atención médica confirman la rubéola con la ayuda de análisis de laboratorio. Es posible que se te realice un cultivo de virus o un análisis de sangre, que pueden detectar la presencia de distintos tipos de anticuerpos contra la rubéola en la sangre. Estos anticuerpos muestran si has tenido una infección reciente o en el pasado o una vacuna contra la rubéola.
Tratamiento
Ningún tratamiento acorta el curso de la infección por rubéola; en general, no se necesita tratamiento para los síntomas porque suelen ser leves. Sin embargo, los proveedores de atención médica suelen recomendar aislarse de otras personas (especialmente de las mujeres embarazadas) durante el período infeccioso. Aíslate de otras personas tan pronto como se sospeche de un caso de rubéola y hasta al menos siete días después de que desaparezca el sarpullido.
La asistencia a un bebé que nace con síndrome de rubéola congénita varía según el grado de sus problemas. Los niños que tienen múltiples complicaciones pueden requerir un tratamiento temprano de un equipo de especialistas.
Autocuidados
Se requieren medidas sencillas de cuidado personal cuando un niño o un adulto está infectado con el virus que causa la rubéola, como las siguientes:
- Reposo en cama
- Acetaminofén (Tylenol, otros) para aliviar la fiebre y los dolores
Ten cuidado cuando les des aspirina a niños o adolescentes. Si bien el uso de la aspirina está aprobado en niños mayores de 3 años, los niños y adolescentes que se están recuperando de la varicela o de síntomas similares a los de la gripe nunca deben tomar aspirina. Esto se debe a que la aspirina se ha relacionado con el síndrome de Reye, una afección poco común, pero potencialmente mortal en estos niños. Para el tratamiento de la fiebre o el dolor, considera darle a tu hijo medicamentos analgésicos de venta libre para la fiebre y el dolor para bebés o para niños como acetaminofén (Tylenol, otros) o ibuprofeno (Advil, Motrin, otros) como una alternativa más segura a la aspirina.
Preparación para la consulta
Mientras te preparas para la cita médica, es una buena idea anotar cualquier duda que tengas. Es probable que el proveedor de atención médica también te haga algunas preguntas. Estar preparado para responderlas puede ahorrarte tiempo para consultar sobre cualquier tema al que quieras dedicarle más tiempo.
El proveedor de atención médica podría hacerte estas preguntas:
- ¿Te han vacunado contra la rubéola?
- ¿Hace cuánto tiempo que tienes signos o síntomas, como erupción o dolor en las articulaciones?
- ¿Has estado cerca de alguien con rubéola?
- ¿Has viajado a otros países en las últimas semanas? ¿Cuáles?
- ¿Hay algo que, al parecer, haga que los síntomas mejoren?
- ¿Hay algo que haga que los síntomas empeoren?
Cuando te registres para la cita médica, asegúrate de informar a la persona en el mostrador de recepción que sospechas que tienes una enfermedad infecciosa. Es posible que tú y tu hijo deban usar una mascarilla o que los lleven a una sala de exámenes de inmediato.