Diagnóstico
Para diagnosticar el trastorno reactivo de apego se necesita un examen exhaustivo y profundo hecho por un psiquiatra o psicólogo de niños.
La evaluación de tu hijo puede comprender lo siguiente:
- Observación directa de la interacción con los padres o personas encargadas del cuidado
- Información sobre los patrones de comportamiento con el paso del tiempo
- Ejemplos de comportamientos en distintas situaciones
- Información sobre las interacciones con los padres, las personas encargadas del cuidado y otras personas
- Preguntas sobre el hogar y las condiciones de vida desde el nacimiento
- Una evaluación de los estilos y habilidades de crianza y cuidado
El proveedor de atención médica de salud mental también querrá descartar otros trastornos psiquiátricos y determinar si coexisten otras afecciones de salud mental, como las siguientes:
- Discapacidad intelectual
- Trastornos de adaptación
- Trastorno del espectro autista
- Trastornos depresivos
- Trastorno por estrés postraumático
El proveedor de salud mental de tu hijo puede usar los criterios para el trastorno reactivo de apego en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5, por sus siglas en inglés), publicado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. Generalmente, no se diagnostica antes de los 9 meses de edad. Generalmente, los signos y síntomas aparecen antes de los 5 años.
Los criterios para el diagnóstico del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales incluyen los siguientes:
- Un patrón constante de comportamiento emocionalmente retraído hacia las personas encargadas del cuidado, que se manifiesta en la falta de búsqueda de consuelo o de respuesta a este en momentos de dolor
- Problemas emocionales y sociales persistentes que comprenden respuesta mínima a terceros, respuestas no positivas a las interacciones, o irritabilidad, tristeza o miedo sin causa aparente durante las interacciones con las personas encargadas del cuidado
- Falta persistente de necesidades emocionales de consuelo, estimulación y afecto por parte de las personas encargadas del cuidado, o cambios reiterados de las principales personas encargadas del cuidado que limitan las oportunidades para generar un apego estable, o cuidados en ambientes que limitan mucho las oportunidades de crear apego (como una institución)
- No se ha diagnosticado trastorno del espectro autista
Tratamiento
Se cree que los niños que tienen trastorno reactivo de apego tienen la capacidad de establecer vínculos, pero que esta habilidad se vio inhibida por sus primeras experiencias de su desarrollo.
La mayoría de los niños son resilientes por naturaleza. E incluso aquellos que sufrieron desatención, que vivieron en orfanatos u otras instituciones, o que estuvieron a cargo de varios cuidadores son capaces de desarrollar relaciones saludables. La intervención temprana parece mejorar los resultados.
No existe un tratamiento estándar para el trastorno reactivo de apego, pero debe involucrar tanto al niño como a los padres o a sus principales cuidadores. Los objetivos del tratamiento son ayudar a asegurar que el niño:
- Tenga una calidad de vida segura y estable
- Logre interacciones positivas y refuerce el vínculo con sus padres y cuidadores
Un profesional de la salud mental puede brindar tanto educación como asesoramiento en habilidades que ayuden a mejorar los signos y síntomas del trastorno reactivo de apego. Las estrategias de tratamiento incluyen las siguientes:
- Alentar el desarrollo del niño brindando apoyo, sensibilidad y comprensión
- Contar con cuidadores que sean afines con el objeto de alentar una vinculación estable para el niño
- Proporcionar un ambiente positivo, estimulante e interactivo para el niño
- Abordar las necesidades médicas, de seguridad y de vivienda del niño, según corresponda
Otros servicios que pueden beneficiar al niño y a la familia incluyen lo siguiente:
- Asesoramiento psicológico individual y familiar
- Educación de sus padres y cuidadores acerca de la afección
- Clases de habilidades parentales
Técnicas controvertidas y coercitivas
La American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente) ha criticado las técnicas de tratamiento peligrosas y no comprobadas para el trastorno reactivo de apego.
Estas técnicas comprenden cualquier tipo de restricción física o fuerza utilizada para romper lo que se cree que es la resistencia del niño al apego, una teoría no comprobada de la causa del trastorno reactivo de apego. No hay evidencia científica que respalde estas prácticas controvertidas, que pueden generar un daño psicológico y físico, y que produjeron muertes accidentales.
Si consideras algún tipo de tratamiento no convencional, habla primero con el psiquiatra o psicólogo de tu hijo para asegurarte de que se base en evidencias y no sea perjudicial.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Si eres un padre o una persona responsable del cuidado de un niño que tiene un trastorno reactivo de apego, es normal sentir enojo, frustración, culpa y aflicción. Es posible que sientas que tu hijo no te ama, o que a veces tu hijo es difícil de querer.
Estas medidas pueden ayudarte:
- Infórmate e informa a tu familia sobre el trastorno reactivo de apego. Pregúntale al pediatra o al profesional de la salud mental de tu hijo sobre recursos o consulta sitios de Internet confiables. Si tu hijo tiene antecedentes que comprendan instituciones u hogares de acogida, considera consultar a las agencias correspondientes de servicios sociales para obtener materiales y recursos educativos.
- Busca a alguien que pueda ayudarte a descansar de tanto en tanto. Puede ser extenuante cuidar un niño con trastorno reactivo de apego. Comenzarás a agotarte si no descansas periódicamente. Sin embargo, evita tener distintos cuidadores para tu hijo. Elige a un cuidador que sea cariñoso y esté familiarizado con el trastorno reactivo de apego o educa al cuidador sobre el trastorno.
- Practica técnicas para el manejo del estrés. Por ejemplo, aprender y practicar yoga o meditación puede ayudarte a relajarte y no sentirte abrumado.
- Tómate tiempo para ti. Desarrolla o mantén tus pasatiempos, tus compromisos sociales y tu rutina de ejercicios.
- Reconoce que a veces está bien sentir frustración, enojo o culpa. Es natural tener sentimientos muy intensos por tu hijo. Sin embargo, busca ayuda profesional si es necesario.
Preparación para la consulta
Lo primero que puedes hacer es consultar con el pediatra de tu hijo. Sin embargo, es posible que se te remita a un psicólogo o psiquiatra infantil que se especialice en el diagnóstico y tratamiento del trastorno reactivo de apego o a un pediatra especialista en desarrollo infantil.
A continuación, incluimos información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar de tu proveedor de atención médica o del profesional de salud mental.
Qué puedes hacer
Antes de la cita médica, prepara una lista de lo siguiente:
- Los problemas de comportamiento o cuestiones emocionales que hayas notado, incluidos los signos y síntomas que no parezcan tener relación con el motivo de la cita médica de tu hijo
- Los enfoques o tratamientos que hayas probado, y si fueron útiles.
- Información personal clave, incluso situaciones de estrés importante o cambios recientes en tu vida o en la de tu hijo
- Todos los medicamentos, vitaminas, remedios a base de hierbas u otros suplementos que tome tu hijo, incluidas las dosis
- Preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica o al profesional de salud mental de tu hijo
Las siguientes son algunas de las preguntas básicas que puedes hacer:
- ¿Qué puede estar provocando los problemas de conducta o los problemas emocionales de mi hijo?
- ¿Existen otras causas posibles?
- ¿Qué tipos de pruebas debe hacerse mi hijo?
- ¿Cuáles son los mejores tratamientos?
- ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que me indica?
- Mi hijo tiene estas otras afecciones de salud mental o física. ¿Cómo puedo controlarlas de manera conjunta?
- ¿Hay alguna restricción que mi hijo debe respetar?
- ¿Debo llevar a mi hijo a que lo vean otros especialistas?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda consultar? ¿Qué sitios web me recomienda?
- ¿Hay servicios sociales o grupos de apoyo disponibles para padres en mi situación?
- Si se recomiendan medicamentos, ¿existe alguna alternativa genérica al medicamento que le receta a mi hijo?
Qué esperar del médico
Es probable que el proveedor de atención médica o el profesional de salud mental de tu hijo te haga una serie de preguntas, como las siguientes:
- ¿Cuándo notaste por primera vez problemas en la conducta o en las respuestas emocionales de tu hijo?
- ¿Los problemas emocionales o de conducta han sido continuos u ocasionales?
- ¿Cómo interfieren los problemas emocionales o de conducta de tu hijo en su capacidad para funcionar o interactuar con otros?
- ¿Puedes describir las condiciones de vida y del hogar de la familia y de tu hijo desde que nació?
- ¿Puedes describir las interacciones con tu hijo, tanto las positivas como las negativas?
- ¿Qué medidas útiles o poco útiles has tomado?
El proveedor de atención médica o el profesional de salud mental te harán preguntas adicionales según tus respuestas, síntomas y necesidades. Preparar y anticipar las preguntas te ayudará a aprovechar al máximo la cita.