Diagnóstico

Por lo general, el proveedor de atención médica puede diagnosticar sarampión a partir del sarpullido característico de la enfermedad y también por puntos pequeños blanco azulados con fondo rojo intenso (mancha de Koplik) en la cara interna de la mejilla. Es posible que el proveedor de atención médica te pregunte si tú o tu hijo han recibido las vacunas contra el sarampión, si recientemente han viajado fuera de los EE. UU. y si han tenido contacto con una persona que haya tenido un sarpullido o fiebre.

No obstante, muchos proveedores de atención médica no han visto nunca el sarampión y pueden confundirlo con muchas otras enfermedades. Si es necesario, un análisis de sangre puede confirmar si el sarpullido es sarampión. El virus del sarampión también puede confirmarse con una prueba en la que generalmente se introduce un hisopo en la garganta o se analiza una muestra de orina.


Tratamiento

No hay tratamiento específico para la infección por sarampión una vez que esta se presenta. El tratamiento consiste en tomar medidas de bienestar para aliviar los síntomas, como el descanso, y tratar o prevenir las complicaciones.

No obstante, se pueden tomar algunas medidas para proteger a las personas que no son inmunes al sarampión después de que hayan estado expuestas al virus.

  • Vacunación posterior a la exposición. Se puede administrar la vacuna contra el sarampión a las personas que no son inmunes a esta enfermedad, incluidos los bebés, dentro de las 72 horas de ocurrida la exposición al virus del sarampión para que las proteja contra la enfermedad. Si aun así el sarampión se manifiesta, suele tener síntomas más leves y dura menos tiempo.
  • Concentrado de inmunoglobulinas. Las mujeres embarazadas, los bebés y las personas con sistemas inmunitarios debilitados que están expuestos al virus pueden recibir una inyección de proteínas (anticuerpos) denominada inmunoglobulina sérica. Cuando se administran en un plazo de seis días después de la exposición al virus, estos anticuerpos pueden prevenir el sarampión o ayudar a que los síntomas sean menos graves.

Medicamentos

El tratamiento para una infección por sarampión puede incluir lo siguiente:

  • Antifebriles. Si tú o tu hijo sienten malestar debido a la fiebre, pueden tomar medicamentos de venta libre, como acetaminofén (Tylenol, otros), ibuprofeno (Advil, Motrin IB, Children's Motrin, otros) o naproxeno sódico (Aleve) para ayudar a bajar la fiebre que aparece con el sarampión. Lee atentamente las etiquetas o pregunta al proveedor de atención médica o farmacéutico sobre la dosis idónea.

    Ten cuidado cuando les des aspirina a niños o adolescentes. Si bien el uso de la aspirina está aprobado en niños mayores de 3 años, los niños y adolescentes que se están recuperando de la varicela o de síntomas similares a los de la gripe nunca deben tomar aspirina. Esto se debe a que la aspirina se ha relacionado con el síndrome de Reye, una afección poco común, pero potencialmente mortal en este grupo de niños.

  • Antibióticos. Si se produce una infección bacteriana, como una neumonía o una infección de oído, mientras tú o tu hijo tienen sarampión, el proveedor de atención médica podría recetar un antibiótico.
  • Vitamina A. Los niños con niveles bajos de vitamina A tienen más probabilidades de tener un caso más grave de sarampión. Darles vitamina A puede disminuir la gravedad de la infección por sarampión. Generalmente, se administra en una dosis alta, de 200 000 unidades internacionales (UI), a los niños mayores de un año. Puede administrarse en una dosis más baja a niños más pequeños.

Autocuidados

Si tú o tu hijo tienen sarampión, mantente en contacto con el proveedor de atención médica mientras controlas el avance de la enfermedad y presta atención a las complicaciones. Prueba también estas medidas de bienestar:

  • Tómatelo con calma. Descansa y evita las actividades ajetreadas.
  • Bebe mucho líquido. Bebe mucha agua, jugo de frutas y té de hierbas para reemplazar los líquidos perdidos a causa de la fiebre y la sudoración. Si es necesario, puedes comprar soluciones de rehidratación sin receta médica. Estas soluciones contienen agua y sales en cantidades específicas para reponer el líquido y los electrolitos.
  • Humedece el aire. Usa un humidificador para aliviar la tos y el dolor de garganta. Humedecer el aire también puede ayudar a aliviar el malestar. Elige un humidificador de vapor frío y límpialo todos los días, ya que las bacterias y los mohos pueden desarrollarse en algunos humidificadores.
  • Humedece la nariz. Los atomizador nasales con solución salina pueden aliviar la irritación al mantener el interior de la nariz humedecida.
  • Descansa la vista. Si a ti o a tu hijo les molesta la luz brillante, como les sucede a muchas personas con sarampión, mantén las luces bajas o usa lentes de sol. Además, evita leer o mirar televisión si la luz de una lámpara de lectura o de la televisión te resulta molesta.

Preparación para la consulta

Si crees que tú o tu hijo tienen sarampión, ponte en contacto con el proveedor de atención médica. Cuando te registres para la cita médica, asegúrate de informar a la persona en el mostrador de recepción que sospechas que tienes una enfermedad infecciosa. Es posible que tú y tu hijo deban usar una mascarilla o que los lleven a una sala de exámenes inmediatamente.

Lo que puedes hacer

Antes de la cita médica, prepara una lista de lo siguiente:

  • Cualquier síntoma que tú o tu hijo manifiesten, incluidos los síntomas que quizás no parezcan relacionados con el motivo por el cual programaste la cita.
  • Información personal esencial, incluidos los viajes o contactos recientes con alguien que estaba enfermo.
  • Todos los medicamentos, vitaminas o suplementos que tú o tu hijo estén tomando.
  • Preguntas para hacerle al proveedor de atención médica.

Estas son algunas preguntas básicas:

  • ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas o los de mi hijo?
  • ¿Existen otras causas posibles?
  • ¿Cuáles son los tratamientos disponibles y cuál me recomienda?
  • ¿Hay algo que pueda hacer para que mi hijo se sienta más cómodo?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

Qué esperar de tu médico

El proveedor de atención médica puede pedirte que vayas al consultorio antes o después de las horas de atención para reducir el riesgo de exponer al sarampión a otras personas. Además, si el proveedor de atención médica cree que tú o tu hijo tienen sarampión, este debe informarlo al departamento local de salud.

Es probable que el proveedor de atención médica también te haga algunas preguntas, como las siguientes:

  • ¿Tú o tu hijo se vacunaron contra el sarampión? De ser así, ¿recuerdas cuándo?
  • ¿Viajaste fuera de los EE. UU. recientemente?
  • ¿Alguien más vive en tu hogar? De ser así, ¿se vacunaron todos contra el sarampión?

Qué puedes hacer mientras tanto

Mientras esperas que el proveedor de atención médica te atienda:

  • Mantente bien hidratado
  • Baja la fiebre de manera segura
  • Aíslate de los demás

Jul 19, 2022

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