Diagnóstico
La hipertermia maligna se diagnostica mediante la observación de los signos y los síntomas, el control durante e inmediatamente después de la anestesia y los análisis de laboratorio para identificar complicaciones.
Pruebas de susceptibilidad
Si tienes factores de riesgo, se puede recomendar la realización de pruebas para averiguar si tienes un mayor riesgo de hipertermia maligna (pruebas de susceptibilidad). Las pruebas pueden incluir pruebas genéticas o una prueba de biopsia muscular.
- Pruebas genéticas. El cambio genético (mutación) que te hace susceptible a la hipertermia maligna se identifica mediante pruebas genéticas. Se recoge una muestra de tu sangre y se envía a un laboratorio para su análisis. Las pruebas genéticas pueden identificar los cambios genéticos que prueban que tienes un trastorno genético denominado susceptibilidad a la hipertermia maligna.
- Biopsia muscular (prueba de contractura). En algunos casos, el proveedor de atención médica puede recomendar una biopsia muscular si corres el riesgo de tener hipertermia maligna. Durante esta prueba, se extrae quirúrgicamente un pequeño trozo de tejido muscular para analizarlo en el laboratorio. En el laboratorio, la muestra se expone a sustancias químicas desencadenantes de hipertermia maligna para determinar cómo se contrae el músculo. Debido a que esta prueba debe realizarse inmediatamente después de tomar la muestra de tejido muscular, es necesario que vayas a un centro especializado en biopsias musculares.
Tratamiento
Si tú o algún familiar tiene susceptibilidad a la hipertermia maligna, o si crees que puedes correr riesgo de tener hipertermia maligna, es fundamental que se lo comuniques al proveedor de atención médica y al anestesiólogo antes de que te anestesien. Se pueden utilizar medicamentos que no provocan la hipertermia maligna como parte de la anestesia.
El tratamiento inmediato de la hipertermia maligna incluye lo siguiente:
- Medicamentos. Para tratar la reacción, se utiliza un medicamento llamado dantroleno (Dantrium, Revonto, Ryanodex) que detiene la liberación de calcio en los músculos. Es posible que se administren otros medicamentos para corregir los problemas con el equilibrio de sustancias químicas en el cuerpo (desequilibrio metabólico) y tratar las complicaciones.
- Oxígeno. Es posible que recibas oxígeno a través de una mascarilla. En la mayoría de los casos, el oxígeno se administra a través de un tubo que se coloca en la tráquea.
- Refrigeración del cuerpo. Se pueden utilizar compresas de hielo, mantas de enfriamiento, un ventilador con vapor frío y líquidos intravenosos fríos para ayudar a reducir la temperatura corporal.
- Otros líquidos. También puedes recibir otros líquidos por vía intravenosa.
- Atención médica de apoyo. Es posible que tengas que quedarte en el hospital en cuidados intensivos durante uno o dos días para controlar tu temperatura, presión arterial, frecuencia cardíaca, respiración y respuesta al tratamiento. Se te harán varios análisis de laboratorio con frecuencia para comprobar el alcance de cualquier descomposición muscular y posible daño renal. Normalmente, es necesario hospitalizarse hasta que los valores de laboratorio regresen al rango normal.
Si se trata, la hipertermia maligna generalmente se resuelve en unos días.
Atención de seguimiento
Si tuviste hipertermia maligna debido al uso de ciertos fármacos anestésicos, hacer ejercicio cuando hace calor y humedad en exceso podría desencadenar otra reacción. Habla con el proveedor de atención médica sobre las precauciones que debes tomar.
Además, consulta con el proveedor de atención médica para ver si debes hacerte pruebas genéticas para determinar si tienes un trastorno genético que te pone en riesgo de presentar hipertermia maligna. Pregunta si los familiares cercanos también deberían considerar la posibilidad de hacerse pruebas genéticas.
Si tienes el trastorno genético que se llama susceptibilidad a la hipertermia maligna, el cual te pone en riesgo de presentar susceptibilidad a la hipertermia maligna, usa un brazalete o collar de alerta médica. Este permite que los proveedores de atención médica sepan tu riesgo, especialmente en una emergencia, cuando es posible que no puedas hablar.