Diagnóstico
Las pruebas y los procedimientos usados para diagnosticar el cáncer de células de Hurthle son los siguientes:
- Examen físico. El proveedor de atención médica te examinará el cuello, verificará el tamaño de la tiroides y analizará si los ganglios linfáticos están hinchados.
- Análisis de sangre. Los análisis de sangre pueden revelar cambios en la función tiroidea, lo que le dará más información al proveedor de atención médica sobre tu afección.
- Pruebas por imágenes. Las pruebas por imágenes, incluidas la ecografía y la tomografía computarizada, pueden ayudar al proveedor de atención médica a determinar si hay algún crecimiento en la tiroides.
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Examen de las cuerdas vocales (laringoscopia). En un procedimiento llamado laringoscopia, el proveedor de atención médica puede examinar visualmente las cuerdas vocales usando una luz y un espejo diminuto para mirar en la parte posterior de la garganta. O bien, puede realizar una laringoscopia de fibra óptica. En este procedimiento, se inserta un tubo delgado y flexible que tiene una pequeña cámara y una luz a través de la nariz o la boca hasta la parte trasera de la garganta. De este modo, el proveedor de atención médica puede observar los movimientos de las cuerdas vocales cuando hablas.
Este procedimiento puede recomendarse si existe el riesgo de que las células cancerosas se hayan extendido a las cuerdas vocales; por ejemplo, si tienes cambios en la voz que son preocupantes.
- Extracción de una muestra de tejido de la tiroides para su análisis (biopsia). Durante una biopsia de tiroides, se pasa una aguja fina a través de la piel del cuello guiada por imágenes de ecografía. La aguja está conectada a una jeringa que extrae una muestra de tejido de la tiroides. En un laboratorio, expertos especializados en el análisis de la sangre y los tejidos corporales (patólogos) examinan la muestra en busca de signos de cáncer.
Biopsia por punción
Tratamiento
El tratamiento del cáncer de células de Hürthle suele implicar cirugía para extirpar la tiroides. Es posible que se recomienden otros tratamientos, dependiendo tu situación.
Cirugía
La extracción total o casi total de la tiroides (tiroidectomía) es el tratamiento más común del cáncer de células de Hürthle.
Durante la tiroidectomía, el cirujano elimina toda o casi toda la glándula tiroides y deja pequeños bordes del tejido tiroideo cerca de las pequeñas glándulas adyacentes (glándulas paratiroides) para disminuir la posibilidad de lesionarlas. Las glándulas paratiroides regulan el nivel de calcio del cuerpo.
Glándulas paratiroides
Es posible que los ganglios linfáticos que se encuentran alrededor se extirpen si se sospecha que el cáncer se ha propagado a esa zona.
Los riesgos asociados con la tiroidectomía incluyen:
- Lesión en el nervio que controla la laringe (nervio laríngeo recurrente), que podría causar ronquera temporal o permanente o pérdida de la voz
- Lesión en las glándulas paratiroides, que podría requerir medicamentos para regular los niveles de calcio en la sangre
- Sangrado excesivo
Después de la cirugía, el proveedor de atención médica te recetará la hormona levotiroxina (Synthroid, Unithroid, otros) para reemplazar la hormona producida por la tiroides. Tendrás que tomar esta hormona por el resto de tu vida.
Terapia con yodo radiactivo
La terapia con yodo radioactivo implica tragar una cápsula que contiene un líquido radiactivo.
Después de la cirugía, quizás te recomienden la terapia con yodo radioactivo, ya que puede ayudar a destruir cualquier tejido tiroideo restante que pueda contener rastros del cáncer. La terapia con yodo radioactivo también puede usarse si el cáncer de células de Hürthle se ha propagado a otras partes del cuerpo.
Los efectos secundarios temporales de esta terapia pueden ser:
- Sequedad en la boca
- Disminución del gusto
- Sensibilidad en el cuello
- Náuseas
- Cansancio
Radioterapia
La radioterapia utiliza rayos de energía de alta potencia, como los rayos X o protones, para destruir las células cancerosas. Durante la radioterapia, te recuestas sobre una camilla mientras una máquina se mueve a tu alrededor y dirige la radiación a puntos específicos del cuerpo.
La radioterapia puede ser una opción si las células cancerosas permanecen luego de la cirugía y del tratamiento con yodo radioactivo o si el cáncer de células de Hurthle se expande.
Algunos efectos secundarios son los siguientes:
- Dolor de garganta
- Sarpullido similar a una quemadura solar
- Cansancio
Terapia farmacológica dirigida
Los tratamientos con medicamentos dirigidos atacan debilidades específicas que se encuentran dentro de las células cancerosas. La terapia dirigida puede ser una opción de tratamiento si el cáncer de células de Hürthle regresa después de probar otros tratamientos o si se disemina a partes distantes del cuerpo.
Los efectos secundarios dependen del medicamento en particular, pero es posible que incluya los siguientes:
- Diarrea
- Cansancio
- Presión arterial alta
- Problemas en el hígado
La terapia con medicamentos dirigidos es un área activa de la investigación sobre el cáncer. Los médicos estudian muchos medicamentos nuevos de terapia dirigida para el tratamiento de aquellas personas que tienen cáncer de tiroides.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Un diagnóstico de cáncer de células de Hürthle puede ser difícil de afrontar. Muchas personas sienten estrés y ansiedad. Con el tiempo, encontrarás estrategias para hacer frente a esta situación. Hasta entonces, aquí te damos algunos ideas que pueden ayudarte:
- Busca a alguien con quien hablar. Es posible que te sientas cómodo al hablar de tus sentimientos con un amigo o familiar, o quizás prefieras reunirte con un grupo formal de apoyo. También hay grupos de apoyo para las familias de personas que han superado el cáncer.
- Deja que las personas te ayuden. Los tratamientos contra el cáncer pueden ser agotadores. Hazle saber a tus amigos y a tus familiares qué es lo que sería más útil para ti.
- Establece metas razonables. Tener metas te ayuda a sentir que tienes el control y te puede dar un sentido de propósito. Sin embargo, elige metas que puedas cumplir. Haz una lista de prioridades a diario y acepta que no puedes hacerlo todo.
- Guarda energía. Acepta que puedes decir no a las exigencias y expectativas que te quitan energía. Guarda energía para hacer las cosas que sean más importantes para ti.
- Dedícate tiempo. Comer bien, relajarte y descansar lo suficiente puede ayudarte a combatir el estrés y la fatiga ocasionados por el cáncer.
Preparación para la consulta
Comienza por pedir una cita con tu proveedor de atención médica si tienes signos y síntomas que te preocupan.
Si sospechan que tienes cáncer de células de Hürthle, probablemente te remitan a un médico que se especialice en tratar trastornos de tiroides (endocrinólogo) o a un médico que se especialice en tratar el cáncer (oncólogo).
Como las citas médicas pueden ser breves, es aconsejable ir bien preparado. A continuación, incluimos información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar del proveedor de atención médica.
Lo que puedes hacer
- Anota los síntomas que sientas, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica.
- Anota tu información médica clave, incluidas otras afecciones.
- Haz una lista de todos los medicamentos, incluidos los recetados y los de venta libre, así como las vitaminas y los suplementos que tomes.
- Recopila información sobre los antecedentes médicos de tu familia, incluidas las enfermedades de la tiroides y otras afecciones que se trasmitan de forma hereditaria.
- Pídele a un amigo o a un familiar que te acompañe para ayudarte a recordar lo que diga el proveedor de atención médica.
- Anota todas las preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica.
- Pregunta cómo puedes acceder al portal de pacientes en línea de tu proveedor de atención médica para poder ver qué ha escrito el proveedor en tu expediente médico. Es posible que haya términos técnicos, pero puede ser útil para revisar lo que te dijeron durante la cita médica.
Preguntas para hacerle al médico
- ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas? ¿Existen otras causas posibles?
- ¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme? ¿Requieren alguna preparación especial?
- ¿Qué tratamientos hay y qué efectos secundarios puedo esperar?
- ¿Cuál es mi pronóstico?
- ¿Con qué frecuencia tendré que hacer consultas de seguimiento luego de que termine el tratamiento?
- Tengo otras afecciones médicas. ¿Cómo puedo controlarlas de manera conjunta?
- ¿Qué sucede si elijo no someterme a tratamiento?
Qué esperar de tu médico
Es probable que el proveedor de atención médica también te haga algunas preguntas. Estar listo para responderlas puede dejar tiempo para revisar los puntos a los que quieras dedicarles más tiempo. Es posible que te pregunte lo siguiente:
- ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas? ¿Han sido continuos u ocasionales?
- ¿Los síntomas han empeorado?
- ¿Tienes antecedentes personales o familiares de cáncer? ¿De qué tipo?
- ¿Has recibido alguna vez tratamientos con radiación en la zona de la cabeza o el cuello?