Diagnóstico
Durante el examen físico, un proveedor de atención médica controla la hinchazón y la sensibilidad en la parte posterior del muslo. La ubicación y la intensidad del dolor pueden brindar información importante sobre el daño.
Mover la pierna lesionada en distintas posiciones ayuda al proveedor de atención médica a identificar qué músculo está lesionado y si hay daños en ligamentos o tendones.
Estudios de diagnóstico por imágenes
En las lesiones graves de los músculos isquiotibiales, el músculo puede desgarrarse o incluso separarse de la pelvis o la tibia. Cuando esto ocurre, un pequeño fragmento de hueso puede desprenderse del hueso principal, lo que se conoce como fractura por avulsión. Las fracturas por avulsión pueden detectarse mediante radiografías, mientras que los desgarros musculares y tendinosos pueden detectarse mediante ecografías y imágenes por resonancia magnética.
Tratamiento
Estiramiento de los músculos isquiotibiales
Estiramiento de los músculos isquiotibiales
Para estirar los músculos isquiotibiales, extiende una pierna hacia adelante. Luego, inclínate hacia adelante para sentir el estiramiento en la parte posterior del muslo. Repite con la otra pierna. No rebotes.
El objetivo inicial del tratamiento es reducir el dolor y la hinchazón. El proveedor de atención médica puede sugerir lo siguiente:
- Tomar un descanso de las actividades agotadoras para permitir que la lesión se cure.
- Aplicar compresas de hielo varias veces al día para aliviar el dolor y reducir la hinchazón.
- Envolver la zona lesionada con un vendaje de compresión o usar pantalones cortos de compresión para minimizar la hinchazón.
- Descansar con la pierna elevada por encima del nivel del corazón, si es posible, para minimizar la hinchazón.
- Tomar analgésicos que se venden sin receta médica. Los ejemplos incluyen ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) y acetaminofén (Tylenol y otros).
Fisioterapia
Tu proveedor de atención médica o un fisioterapeuta pueden enseñarte a realizar ejercicios suaves de estiramiento y fortalecimiento de los músculos isquiotibiales. Una vez que disminuyan el dolor y la inflamación, el proveedor de atención médica puede enseñarte a realizar los ejercicios de fortalecimiento.
Cirugía
La mayoría de las lesiones en los músculos isquiotibiales que suponen un desgarro parcial se curan con el tiempo y con fisioterapia. Si el músculo se desprendió de la pelvis o la tibia, los cirujanos ortopédicos pueden volver a conectarlo. Los desgarros musculares graves también pueden repararse.
Modo de vida y remedios caseros
Para cuidarte de una lesión menor en los músculos isquiotibiales, prueba el enfoque R.I.C.E (por sus siglas en inglés para reposo, hielo, compresión y elevación):
- Reposo. Tómate un descanso para reposar los músculos isquiotibiales y dejar que los tejidos dañados se recuperen. Evita cualquier actividad que te provoque dolor, hinchazón o malestar. Si se trata de algo más que una torsión muscular leve, el proveedor de atención médica puede recomendarte que uses muletas para no sobrecargar la pierna lesionada.
- Hielo. Ponte hielo en la zona tan pronto como puedas después de la lesión. Durante los primeros días posteriores a la lesión, colócate una compresa con hielo sobre la zona afectada entre 15 y 20 minutos cada vez, cada 2 o 3 horas, mientras estés despierto. El frío reduce el dolor y la hinchazón. También puede retardar el sangrado si hay un desgarro. Si tienes una enfermedad vascular, diabetes o disminución de la sensibilidad en la pierna, comunícate con el proveedor de atención médica antes de aplicar el hielo.
- Compresión. Envuelve la pierna con una venda elástica hasta que desaparezca la hinchazón. Ten cuidado de no ajustar demasiado la venda. Comienza a vendarte desde el extremo más alejado del corazón. Afloja la venda si el dolor aumenta, si la zona se entumece o si se hincha debajo de la parte vendada.
- Elevación. Siéntate o recuéstate con la pierna elevada mientras descansas. En lo posible, eleva la pierna hasta que esté más alta que el corazón.
Los medicamentos analgésicos que puedes conseguir sin receta médica, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y acetaminofén (Tylenol, otros), también pueden ayudar. Después de unos días, comienza gradualmente a utilizar la pierna lesionada. La capacidad de la pierna de soportar tu peso y la capacidad de moverte sin que te duela deberían mejorar con el tiempo.
Preparación para la consulta
Primero es recomendable que hables con tu propio proveedor de atención médica. Es posible que te remita a un proveedor de atención médica que practique medicina del deporte o se dedique a la cirugía ortopédica.
Lo que puedes hacer
Haz una lista que incluya lo siguiente:
- Información completa sobre tus síntomas y cuándo comenzaron.
- Información sobre problemas de salud que hayas tenido.
- Todos los medicamentos y suplementos que tomes, incluidas las dosis.
- Preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica.
Qué esperar de tu médico
El proveedor de atención médica podría hacerte algunas de las siguientes preguntas:
- ¿Cuándo ocurrió la lesión y cómo ocurrió?
- ¿Tuviste una sensación de chasquido o de desgarro?
- ¿Hay algún movimiento o posición que haga que el dolor mejore o empeore?