Diagnóstico
La epilepsia del lóbulo frontal puede ser difícil de diagnosticar. Los síntomas pueden confundirse con problemas de la salud mental o con trastornos del sueño, como terrores nocturnos. También es posible que algunos síntomas de las convulsiones del lóbulo frontal sean el resultado de convulsiones que comienzan en otras partes del cerebro.
Para llegar a un diagnóstico, un profesional de atención médica revisa tus síntomas y tus antecedentes médicos. El profesional de atención médica también hace un examen físico. Es posible que te extraigan sangre para analizarla y determinar si hay enfermedades o trastornos que pueden causar las convulsiones.
Quizás necesites un examen neurológico, el cual analizará lo siguiente:
- Fuerza muscular.
- Habilidades sensoriales.
- Audición y habla.
- Visión.
- Coordinación y equilibrio.
También podrías necesitar las siguientes pruebas:
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Exploraciones del cerebro. La obtención de imágenes del cerebro, generalmente una resonancia magnética, permite determinar la fuente de las convulsiones del lóbulo frontal. Una resonancia magnética utiliza ondas de radio y un potente campo magnético para generar imágenes detalladas de los tejidos blandos que componen el cerebro.
Una resonancia magnética implica acostarse en una camilla estrecha que se desliza dentro de una máquina de forma cilíndrica. La prueba suele llevar aproximadamente una hora. Algunas personas tienen miedo de los espacios cerrados. Se les puede administrar un medicamento para que se sientan somnolientas y menos ansiosas. La prueba en sí no causa dolor.
- Electroencefalograma. Un electroencefalograma observa la actividad eléctrica en el cerebro. Esto se hace al colocar electrodos, que son discos metálicos pequeños, en el cuero cabelludo. A menudo, los electroencefalogramas ayudan a diagnosticar algunos tipos de epilepsia. Sin embargo, tal vez los resultados del electroencefalograma no identifiquen la epilepsia del lóbulo frontal.
- Videoelectroencefalograma. El videoelectroencefalograma se recomienda para algunas personas que tienen convulsiones. Por lo general, esta prueba se hace durante una noche en una clínica para el sueño. Tanto una cámara de video como un monitor de electroencefalograma funcionan toda la noche. El videoelectroencefalograma permite a los profesionales de atención médica relacionar lo que ocurre físicamente durante una convulsión con lo que aparece en el electroencefalograma.
Tratamiento
Durante la última década, se incrementaron las opciones de tratamiento para las convulsiones del lóbulo frontal. Existen nuevos tipos de medicamentos anticonvulsivos. También existen diversos procedimientos quirúrgicos que pueden ayudar si los medicamentos no son eficaces.
Medicamentos
Todos los medicamentos anticonvulsivos parecen funcionar igual de bien para controlar las convulsiones del lóbulo frontal, aunque no todos dejan de tenerlas al tomar medicamentos. Es posible que tengas que probar diferentes tipos de medicamentos anticonvulsivos. O bien, puede que necesites una combinación de medicamentos para controlar las convulsiones. Los investigadores siguen buscando medicamentos nuevos y más eficaces.
Cirugía
Estimulación del nervio vago
Estimulación del nervio vago
En la estimulación del nervio vago, un generador de pulsos implantado y un cable conductor estimulan el nervio vago, lo que lleva a la estabilización de la actividad eléctrica irregular en el cerebro.
Si tus convulsiones no se pueden controlar con medicamentos, la cirugía podría ser una opción. Antes de la cirugía, la meta consiste en localizar con precisión las áreas del cerebro donde se producen las convulsiones.
Las técnicas de obtención de imágenes pueden ayudar a identificar el área que genera las convulsiones. Estas incluyen la tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT) y la sustracción de la SPECT ictal corregistrada a la resonancia magnética (método SISCOM).
Otra técnica de diagnóstico por imágenes, conocida como mapeo cerebral, se utiliza comúnmente antes de la cirugía de la epilepsia. El mapeo cerebral implica implantar electrodos en un área del cerebro. Luego la estimulación eléctrica se utiliza para determinar si esa área tiene una función importante. Esto ayuda a descartar la cirugía en determinas zonas del cerebro. La resonancia magnética funcional se utiliza en particular para asignar la zona del idioma en el cerebro.
Si te sometes a una cirugía para las convulsiones en el lóbulo frontal, es probable que necesites medicamentos anticonvulsivos después de la cirugía. Sin embargo, la cirugía podría permitirte tomar una dosis menor.
Estimulación cerebral profunda
Estimulación cerebral profunda
La estimulación cerebral profunda consiste en implantar un electrodo dentro del cerebro. La cantidad de estimulación generada por el electrodo se controla mediante un dispositivo similar a un marcapasos colocado bajo la piel del pecho. Un cable que se encuentra bajo la piel conecta el dispositivo con el electrodo.
La cirugía para la epilepsia podría implicar lo siguiente:
- Eliminar el punto focal. Si tus convulsiones siempre comienzan en un punto del cerebro, la cirugía extirpa esa pequeña porción de tejido cerebral. Esto puede reducir el número de convulsiones que tienes, o puede hacer que terminen.
- Aislar el punto focal. A veces, la parte del cerebro que causa las convulsiones es demasiado vital para extirparla. Cuando esto ocurre, los cirujanos pueden realizar una serie de cortes para ayudar a aislar esa sección del cerebro. Esto evita que las convulsiones se muevan hacia otras partes del cerebro.
- Estimular el nervio vago. Esto consiste en implantar un dispositivo similar a un marcapasos cardíaco, pero que estimula tu nervio vago. Este procedimiento suele reducir el número de convulsiones que tienes.
- Responder a una convulsión. Un neuroestimulador sensible es un tipo más nuevo de dispositivo implantado. Se activa solo cuando comienzas a tener una convulsión. Una vez que se activa, impide que se produzca la convulsión.
- Estimulación cerebral profunda. En este nuevo procedimiento, se implanta un electrodo en el cerebro. El electrodo se conecta a un dispositivo de estimulación situado bajo la piel del pecho. El dispositivo envía señales al electrodo del cerebro para detener la actividad que desencadena una convulsión.
Estilo de vida y remedios caseros
Es posible que algunos factores desencadenen convulsiones. Las convulsiones pueden desencadenarse por el consumo de alcohol, el hábito de fumar y, sobre todo, la falta de sueño. También hay evidencia de que el estrés intenso puede provocar convulsiones, y que las convulsiones en sí pueden causar estrés. Evitar estos desencadenantes cuando sea posible podría ayudar a mejorar el control de las convulsiones.
Medicina alternativa
Algunas personas con afecciones neurológicas, incluidas convulsiones, recurren a la medicina complementaria y alternativa, como por ejemplo:
- Plantas medicinales
- Acupuntura
- Psicoterapia
- Técnicas psicosomáticas
- Homeopatía
Los investigadores analizan estas terapias para determinar su seguridad y eficacia. Sin embargo, en la mayoría de los casos siguen faltando pruebas concluyentes de que sean eficaces para reducir las convulsiones. Hay algunos datos que indican que una dieta cetogénica podría ser eficaz para tratar las convulsiones, sobre todo en niños. Una dieta cetogénica es una dieta estricta rica en grasas y baja en carbohidratos.
Muchas personas con epilepsia utilizan plantas medicinales para intentar reducir las convulsiones. Sin embargo, no hay pruebas suficientes de que la mayoría de las plantas medicinales sean eficaces. Algunas plantas medicinales pueden aumentar el riesgo de convulsiones.
La marihuana, que también se conoce como cannabis, es una de las plantas medicinales más utilizadas para tratar la epilepsia. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado un medicamento que contiene cannabidiol, una sustancia química purificada de la marihuana (Epidiolex). Este medicamento se aprobó para tratar dos formas poco frecuentes de epilepsia infantil grave, el síndrome de Dravet y el síndrome de Lennox-Gastaut. El cannabidiol, que también se conoce como CBD, no ha sido aprobado en Estados Unidos ni para ningún otro tipo de epilepsia.
Los investigadores están estudiando la eficacia del cannabidiol para tratar otros tipos de convulsiones. También están estudiando sus posibles riesgos, como la forma en que el cannabidiol interactúa con los medicamentos anticonvulsivos. Existen datos que indican que los productos derivados del cannabis empeoran las convulsiones.
Actualmente, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) no regula los productos herbarios. Las plantas medicinales pueden interactuar con los medicamentos anticonvulsivos, lo que pone en peligro tu salud. Consulta con un proveedor de atención médica antes de tomar suplementos alimentarios o herbarios para tus convulsiones.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Algunas personas que tienen epilepsia se sienten frustradas por su afección. Las convulsiones del lóbulo frontal pueden presentarse como exclamaciones en voz alta o movimientos sexuales que pueden hacer que la persona con epilepsia tenga ansiedad.
Los padres de niños con convulsiones del lóbulo frontal pueden encontrar información, recursos y conexiones emocionales en grupos de apoyo. Los grupos de apoyo también pueden ayudar a los niños con epilepsia. El asesoramiento también puede ser importante. Los adultos con epilepsia pueden encontrar apoyo a través de grupos presenciales y en línea.
Preparación para la consulta
Es probable que consultes primero con un profesional de atención médica. Esa persona puede remitirte a un médico especializado en afecciones del sistema nervioso, llamado neurólogo.
Qué puedes hacer
Pide a un familiar o amigo que te acompañe a la cita para que te ayude a recordar la información que recibas.
Prepara una lista de:
- Tus síntomas. Incluye también los que no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita, cuándo comenzaron y con qué frecuencia se presentan.
- Todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomes y las dosis.
- Preguntas que quieras hacerle al profesional de atención médica.
Algunas preguntas incluyen las siguientes:
- ¿Qué podría estar provocando mis síntomas o mi enfermedad?
- ¿Es posible que tenga más convulsiones? ¿Tendré diferentes tipos de convulsiones?
- ¿Qué pruebas necesito hacerme? ¿Requieren estas pruebas alguna preparación especial?
- ¿Cuáles son los tratamientos disponibles, y cuál me recomienda?
- Tengo otros problemas de salud. ¿Cómo puedo controlarlos de manera conjunta?
- ¿La cirugía es una posibilidad?
- ¿Mi actividad se verá restringida? ¿Podré conducir?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
Qué esperar del médico
Es posible que te hagan preguntas como:
- ¿Notaste alguna sensación extraña antes de las convulsiones?
- ¿Con qué frecuencia ocurren las convulsiones?
- ¿Puedes describir una convulsión típica?
- ¿Cuánto duran las convulsiones?
- ¿Las convulsiones ocurren en grupo?
- ¿Todas se ven iguales o hay comportamientos distintos que tú u otros han visto?
- ¿Has notado desencadenantes de las convulsiones, como enfermedad o falta de sueño?
- ¿Alguien de tu familia inmediata tuvo alguna vez convulsiones?