Diagnóstico
Las pruebas de laboratorio (que incluyen análisis de sangre y otros fluidos corporales o pruebas de muestras de tejidos) pueden detectar el citomegalovirus.
Durante el embarazo y después del parto
Si estás embarazada, puede ser importante que te hagas pruebas para determinar si alguna vez has estado infectada con el citomegalovirus. Las mujeres embarazadas que ya han desarrollado anticuerpos contra el citomegalovirus tienen muy pocas posibilidades de que una reactivación infecte a sus hijos no nacidos.
Si el médico detecta una nueva infección por citomegalovirus durante el embarazo, una prueba prenatal (amniocentesis) puede determinar si el feto está infectado. En esta prueba, el médico toma y examina una muestra de líquido amniótico. La amniocentesis se recomienda generalmente cuando en la ecografía se observan anomalías que pueden ser causadas por el citomegalovirus.
Si tu médico sospecha que tu bebé tiene citomegalovirus congénito, es importante hacerle pruebas dentro de las tres primeras semanas de vida. Si tu bebé tiene citomegalovirus, es probable que el médico te recomiende pruebas adicionales para comprobar la salud de los órganos del bebé, como el hígado y los riñones.
En las personas con inmunidad debilitada
Los análisis para detectar el citomegalovirus también pueden ser importantes si tienes un sistema inmunitario debilitado. Por ejemplo, si tienes VIH o SIDA, o si has tenido un trasplante, es posible que tu médico quiera controlarte regularmente.
Tratamiento
Por lo general, el tratamiento no es necesario para los niños y adultos sanos. Los adultos sanos que desarrollan mononucleosis por citomegalovirus generalmente se recuperan sin medicación.
Los recién nacidos y las personas con inmunidad debilitada necesitan tratamiento cuando experimentan síntomas de infección por citomegalovirus. El tipo de tratamiento depende de los signos y síntomas y de su gravedad.
Los medicamentos antivirales son el tipo de tratamiento más común. Pueden retrasar la reproducción del virus, pero no pueden eliminarlo. Los investigadores estudian nuevos medicamentos y vacunas para tratar y prevenir el citomegalovirus.
Preparación para la consulta
La siguiente información te ayudará a prepararte para la consulta.
Qué puedes hacer
Antes de tu cita, toma estas medidas:
- Anota cualquier síntoma que tú o tu hijo estén experimentando. Incluye los signos y síntomas aunque parezcan de poca importancia, como fiebre baja o cansancio.
- Escribe preguntas para hacerle al médico. El tiempo que pasas con tu médico es limitado, por lo que puede ser útil preparar una lista de preguntas.
En el caso del citomegalovirus, estas son algunas de las preguntas que debes hacer al médico:
- ¿Qué podría estar provocando mis síntomas?
- ¿Qué pruebas necesito hacerme?
- ¿Es probable que mi afección sea temporal o crónica?
- ¿Cuál es el mejor plan de acción?
- ¿Puedo infectar a otras personas?
- ¿Debo respetar alguna restricción?
- Tengo otras afecciones médicas. ¿Cómo puedo controlarlos de manera conjunta?
Qué esperar del médico
Es probable que tu médico haga varias preguntas, incluidas las siguientes:
- ¿Hace cuánto tiempo que tienes los síntomas?
- ¿Trabajas o vives con niños pequeños?
- ¿Has recibido una transfusión de sangre o un trasplante de órganos, médula ósea o células madre recientemente?
- ¿Tienes alguna afección médica que pueda debilitar tu sistema inmunitario, como el VIH o el SIDA?
- ¿Recibes quimioterapia?
- ¿Practicas el sexo seguro?
- ¿Estás embarazada o amamantando?
Además, si crees que has estado expuesta durante el embarazo:
- ¿Cuándo crees que has estado expuesta?
- ¿Tuviste síntomas de la afección?
- ¿Te hicieron análisis de citomegalovirus antes?