Vivir con diabetes es difícil porque debes pensar en lo que comes. Pero controlar los niveles de glucosa sanguínea es clave para mejorar la función renal y, específicamente, hacer que cualquier daño en los riñones avance más lento. Los nuevos medicamentos que surgieron en los últimos años pueden ser de ayuda, así como trabajar con el médico de atención primaria o endocrinólogo en las terapias actuales para mejorar el control de la glucosa sanguínea.
Realmente queremos ayudarte a mejorar tu salud, por lo que perder peso puede ser un componente clave para reducir el riesgo de padecer una enfermedad renal grave. Reducir la ingesta de calorías, que consiste en consumir porciones más pequeñas, comer menos refrigerios entre las comidas y hacer más ejercicio para quemar calorías, son excelentes medidas para iniciar el camino hacia la pérdida de peso.
El objetivo es mantener la presión arterial sistólica a menos de 130 mm Hg, que es el valor superior, y la diastólica a menos de 80 mm Hg, que es el valor inferior, en las lecturas de la presión arterial. Se pueden usar varios medicamentos para lograr esto, lo que mejorará tu salud cardiovascular y hará que cualquier enfermedad renal avance más lento con el tiempo.
Hay dos tipos diferentes de diálisis. El primer tipo es la hemodiálisis, que implica la limpieza de la sangre a través de una máquina en un centro de diálisis tres veces por semana, con una duración de aproximadamente cuatro horas por sesión. En algunos casos, también puede hacerse en casa. El segundo tipo es la diálisis peritoneal, donde se inyecta un líquido en el estómago para extraer las toxinas y, luego, se drena. Se usa una máquina para este proceso, que puede hacerse durante el día o la noche. Los beneficios y riesgos son individuales, ya que algunas personas pueden hacer el tratamiento en casa y otras necesitan acudir a un centro. También depende de tu ubicación y la distancia que haya hasta el centro de diálisis más cercano.
Los riñones trasplantados funcionan igual que tus propios riñones: la sangre pasa por el riñón trasplantado y se filtra, y los desechos se eliminan a través de la orina. Para proteger el nuevo riñón, se deben tomar medicamentos antirrechazo a fin de evitar que el cuerpo lo ataque. En general, no extirpamos tus propios riñones ya que estos se arrugarán y dejarán de funcionar con el tiempo. No querrás someterte a más cirugías de las que necesitas.
En la actualidad, si recibes un trasplante de riñón, deberás tomar medicamentos antirrechazo de manera constante durante toda tu vida, los cuales pueden tener efectos secundarios. Sin embargo, el objetivo de las investigaciones en curso es tratar de minimizar estos medicamentos o eliminarlos por completo mediante protocolos de investigación específicos.
Realmente queremos colaborar contigo para obtener los mejores resultados, de modo que la enfermedad renal crónica afecte tu vida lo menos posible. Controlarte la presión arterial en casa, tomar los medicamentos con regularidad e informarnos acerca de los efectos secundarios son medidas realmente importantes que puedes tomar para disfrutar de una buena calidad de vida a pesar de tener una enfermedad renal crónica.