Diagnóstico
Aunque los signos y síntomas del cólera grave pueden ser inconfundibles en las zonas donde es común, la única manera de confirmar un diagnóstico es identificar la bacteria en una muestra de heces.
Las pruebas rápidas de cólera permiten a los médicos de zonas remotas confirmar rápidamente un diagnóstico de cólera. La confirmación rápida ayuda a reducir las tasas de mortalidad al comienzo de los brotes de cólera y conduce a intervenciones de salud pública más tempranas para el control de los brotes.
Tratamiento
En casos de cólera, el tratamiento debe ser inmediato ya que la enfermedad puede causar la muerte en pocas horas.
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Rehidratación. El objetivo es reemplazar los líquidos y los electrolitos perdidos con una solución de rehidratación simple: sales de rehidratación oral (ORS, por sus siglas en inglés). La solución de apnea obstructiva del sueño se prepara a partir de un polvo que se puede disolver en agua hervida o embotellada.
Sin rehidratación, aproximadamente la mitad de las personas con cólera muere. Con el tratamiento, las muertes disminuyen a menos del 1 %.
- Líquidos intravenosos. La mayoría de las personas con cólera solo necesitan rehidratación oral, pero las personas gravemente deshidratadas también pueden necesitar líquidos intravenosos.
- Antibióticos. Si bien no son necesarios para el tratamiento del cólera, algunos antibióticos pueden reducir la diarrea relacionada con el cólera y acortar su duración en personas gravemente enfermas.
- Suplementos de zinc. Diversas investigaciones han demostrado que el zinc puede disminuir la diarrea y acortar su duración en niños con cólera.
Preparación para la consulta
Busca atención médica inmediata si tienes diarrea o vómitos intensos, y estás en un país donde hay cólera o has regresado de uno en fecha reciente.
Si crees que puedes haber estado expuesto al cólera, pero tus síntomas no son fuertes, comunícate con tu médico de cabecera. Asegúrate de decirle que sospechas que tu enfermedad puede ser cólera.
A continuación, se presenta información que te ayudará a prepararte para la cita.
Cuando pidas la cita, pregunta si hay alguna restricción que debas seguir durante antes de la visita.
Prepara una lista de lo siguiente:
- Tus síntomas, cuándo comenzaron y la gravedad
- Exposición reciente a posibles fuentes de infección, en particular si has viajado al extranjero recientemente
- Información médica clave, incluidas otras afecciones por las que te están tratando
- Todos los medicamentos, las vitaminas u otros suplementos que uses, incluidas las dosis
- Preguntas para hacerle al médico
Estas son algunas preguntas para hacer a tu médico sobre el cólera:
- ¿Existen otras causas posibles para mis síntomas?
- ¿Qué pruebas necesito hacerme?
- ¿Qué enfoque de tratamiento me recomienda?
- ¿Cuánto tiempo después de iniciar el tratamiento comenzaré a sentirme mejor?
- ¿Cuánto tiempo cree usted que me llevará recuperarme por completo?
- ¿Cuándo puedo regresar al trabajo o a la escuela?
- ¿Hay riesgos de que el cólera tenga complicaciones a largo plazo?
- ¿Puedo contagiar a otras personas? ¿Cómo puedo reducir el riesgo de contagiarle mi enfermedad a los demás?
Qué esperar del médico
Es probable que tu médico te haga preguntas como las siguientes:
- ¿Has tenido diarrea acuosa? ¿Con qué intensidad?
- ¿Hay algo más inusual en el aspecto de tus heces?
- ¿Has tenido vómitos?
- ¿Has tenido síntomas de deshidratación, como sed intensa, calambres musculares o fatiga?
- ¿Has podido tolerar alimentos o líquidos?
- ¿Has comido recientemente mariscos crudos, como ostras?
- ¿Estás embarazada?
- ¿Cuál es tu grupo sanguíneo, si lo sabes?
Qué puedes hacer mientras tanto
Mantente bien hidratado. Para contrarrestar la diarrea y los vómitos que pueden estar relacionados con el cólera, utiliza una solución de rehidratación oral.
En la mayoría de los países en desarrollo, puedes comprar paquetes de sales de rehidratación oral en polvo (ORS, por sus siglas en inglés) elaboradas originalmente por la Organización Mundial de la Salud para tratar la diarrea y la deshidratación en bebés con cólera. Mezcla el polvo con agua potable limpia o hervida según las instrucciones del paquete.
Si no se dispone de soluciones de rehidratación oral, fabrica la tuya combinando 1 cuarto (aproximadamente 1 litro) de agua embotellada o hervida con 6 cucharaditas rasa (unos 30 mililitros) de azúcar de mesa y media cucharadita rasa (unos 2,5 mililitros) de sal de mesa.