Peter Amadio, M.D., cirujano de manos de Mayo Clinic
El tratamiento no quirúrgico más importante es prestar atención a las actividades incómodas que uno realiza y asegurarse de no realizarlas con la muñeca doblada, apretando con fuerza o agarrando con fuerza, lo cual puede predisponer a las personas a presentar el síndrome del túnel carpiano o agravarlo.
Después de modificar las actividades, es importante que las personas recuerden tomar descansos frecuentes, unos cinco minutos cada hora, hacer algo diferente con las manos, dejar que las manos recuperen la circulación mientras hacen sus cosas a lo largo del día y variar las actividades tanto como sea posible durante el transcurso del día. Variar las actividades es muy importante.
Después de eso, la colocación de una férula es muy útil, sobre todo a la noche. Muchas personas se despiertan en medio de la noche con las manos entumecidas y con una sensación de hormigueo. Es un síntoma muy común del síndrome del túnel carpiano. Este síntoma muchas veces se puede controlar con la colocación de una férula en la muñeca a la noche. Usar una férula durante el día no permite hacer las cosas con normalidad y puede agravar los síntomas del síndrome del túnel carpiano, ya que uno termina haciendo las cosas con más torpeza. Sin embargo, a la noche, la colocación de una férula puede ser muy útil.
Otra ocasión en la que la férula resulta útil es al conducir un automóvil o algo similar, cuando tienes que agarrar algo durante mucho tiempo. Una vez más, la férula permite mantener la muñeca en una posición más recta que puede ser más práctica.
El tercer tratamiento no quirúrgico que es muy eficaz es una inyección de cortisona en la muñeca. No sabemos con exactitud cómo funciona, pero parece proporcionar al menos un alivio temporal a casi todas las personas que tienen el síndrome del túnel carpiano y, a alrededor de un tercio de ellas, puede proporcionarles un alivio a largo plazo.
En resumen, las modificaciones de las actividades, la colocación de una férula a la noche y las inyecciones de cortisona son los principales tratamientos no quirúrgicos que ayudan. Las vitaminas, los medicamentos antiinflamatorios, los diuréticos y ese tipo de productos no parecen ser tan eficaces.