Diagnóstico
Para diagnosticar la bulimia, el profesional de atención médica hará lo siguiente:
- Hablar contigo sobre tus hábitos alimentarios, formas de perder peso y síntomas físicos.
- Hacer un examen físico.
- Solicitar análisis de sangre y orina.
- Solicitar un electrocardiograma u otras pruebas para detectar problemas en el corazón.
- Hacer una evaluación de salud mental, que incluya hablar sobre cómo te sientes con respecto a tu cuerpo y tu peso.
Tu profesional de atención médica también puede solicitar más pruebas para precisar un diagnóstico, descartar causas médicas para los cambios de peso y verificar si hay alguna complicación relacionada.
El diagnóstico de bulimia suele incluir atracones y purgas al menos una vez a la semana durante tres meses. No obstante, cualquier conducta de atracón y purga, aunque se realice con menos frecuencia, puede ser peligrosa y requiere tratamiento. Cuanto más frecuentes es esta conducta, más grave es la bulimia.
Tratamiento
Cuando se padece bulimia, es posible que se necesite uno o varios tipos de tratamiento. El tratamiento incluye terapias y medicamentos de eficacia demostrada que pueden ayudarte a mejorar.
Por lo general, el tratamiento implica un trabajo en equipo que te incluye a ti, a tu familia, a tu profesional de atención primaria, a un profesional de la salud mental y, a veces, a un dietista que sepa cómo tratar problemas alimentarios.
A continuación, se describen las opciones de tratamiento de la bulimia.
Terapia de conversación
La terapia de conversación o psicoterapia consiste en hablar con un profesional de la salud mental sobre la bulimia y otros problemas relacionados.
Los estudios demuestran que estos tipos de terapia de conversación pueden reducir los síntomas de la bulimia:
- Terapia cognitivo conductual mejorada para ayudar a adolescentes y adultos con bulimia a crear patrones alimentarios saludables y sustituir tanto creencias como conductas negativas y poco saludables por creencias y conductas positivas y saludables.
- Tratamiento basado en la familia para ayudar a padres y madres de niños y adolescentes con bulimia a aprender qué hacer respecto a los comportamientos alimentarios poco saludables y ayudar a sus hijos e hijas a recuperar el control sobre lo que comen.
- Terapia dialéctico conductual para ayudar a las personas a tolerar mejor las aflicciones, alcanzar más equilibrio emocional, ser más conscientes de la realidad y llevarse mejor con los demás.
Pregúntale a tu profesional de la salud mental qué tipo de terapia se utilizará y cómo ayuda esa terapia a tratar la bulimia.
Medicamentos
Hay antidepresivos específicos que pueden reducir los síntomas de la bulimia. El único antidepresivo que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado específicamente para tratar la bulimia es la fluoxetina (Prozac). Se trata de un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina. Puede ayudar con los síntomas de la bulimia, aunque no estés deprimido. Este medicamento funciona mejor cuando se utiliza con terapia de conversación.
Educación nutricional
Los dietistas con formación especial en el tratamiento de trastornos de la alimentación pueden ayudar. Pueden elaborar un plan de alimentación que te ayude a comer de forma más sana, a controlar la sensación de tener demasiada hambre o excesivas ansias de comer y a proporcionar una buena nutrición. Comer con regularidad y no limitar las cantidades ni los tipos de alimentos es importante para superar la bulimia.
Hospitalización
Por lo general, la bulimia puede tratarse fuera del hospital. Sin embargo, si los síntomas son graves y tienes serias complicaciones de salud, es posible que tengas que recibir tratamiento en un hospital. Algunos programas para trastornos de la alimentación pueden ofrecer tratamiento diurno en lugar de hospitalización.
Dificultades del tratamiento en la bulimia
Si bien la mayoría de las personas con bulimia se recuperan, algunas dicen que los síntomas no desaparecen por completo. Los períodos de atracones y purgas pueden aparecer y desaparecer a lo largo de los años. Por ejemplo, algunas personas pueden darse atracones y purgarse cuando están bajo mucho estrés.
Si vuelves a caer en el ciclo de atracones y purgas, busca ayuda. Las sesiones de seguimiento con tu profesional de atención primaria, dietista o profesional de la salud mental pueden ayudarte antes de que el trastorno de la alimentación vuelva a descontrolarse. Aprender formas positivas de afrontar la situación, encontrar maneras sanas de llevarse bien con los demás y controlar el estrés pueden ayudar a evitar que reaparezca un problema alimentario.
Si tuviste un trastorno de la alimentación en el pasado y notas que los síntomas vuelven a aparecer, busca ayuda de tu equipo médico de inmediato.
Estudios clínicos
Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.
Estilo de vida y remedios caseros
Además del tratamiento profesional, sigue estos consejos para cuidado personal:
- Sigue tu plan de tratamiento. No faltes a las sesiones de terapia. Además, intenta seguir lo que tú y tu terapeuta planeen para el tiempo entre sesiones, aunque esos planes te incomoden.
- Aprende sobre la bulimia. Saber más sobre tu afección puede ayudarte a seguir el plan de tratamiento.
- Recibe la nutrición adecuada. Si no estás comiendo bien o te purgas con frecuencia, es probable que tu cuerpo no esté recibiendo todos los nutrientes que necesita. Habla con tu profesional de atención primaria o con tu dietista sobre los suplementos de vitaminas y minerales que necesitas. Sin embargo, debes intentar obtener la mayoría de las vitaminas y minerales de los alimentos.
- Mantente en contacto. No te alejes de los familiares y amigos que se preocupan por ti y quieren verte saludable. Entiende que solo quieren lo mejor para ti y es saludable tener en tu vida a personas que se preocupan por ti.
- Sé bueno contigo. Intenta no pesarte ni mirarte al espejo con frecuencia. Estas acciones pueden alimentar tu impulso de mantener hábitos poco saludables.
- Sé cuidadoso con el ejercicio. Habla con tu profesional de atención primaria sobre qué tipo de actividad física es adecuada para ti, sobre todo si haces mucho ejercicio para quemar calorías después de un atracón.
Medicina alternativa
Las personas con trastornos de la alimentación corren el riesgo de abusar de suplementos alimentarios y productos herbarios creados para reducir el hambre o ayudar a perder peso. Los suplementos o las plantas medicinales para bajar de peso pueden tener efectos secundarios graves y ser aún más peligrosos cuando se toman con otros medicamentos.
Ni los suplementos alimentarios ni los para adelgazar requieren la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para comercializarse. Además, recuerda que "natural" no siempre significa seguro. Si consumes suplementos alimentarios o plantas medicinales, habla con tu profesional de atención primaria sobre los riesgos.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Puede que te resulte difícil enfrentarte a la bulimia cuando los medios de comunicación, los entrenadores, la familia y quizá tus propios amigos o compañeros te transmiten mensajes contradictorios. ¿Cómo encaras una enfermedad que puede ser mortal cuando también recibes mensajes que dicen que estar delgado es un signo de éxito?
Asegúrate de hacer lo siguiente:
- Recuerda cuál es el peso saludable para tu cuerpo.
- Intenta no hacer dieta ni omitir comidas, porque puede ocasionar atracones.
- No faltes a las sesiones de terapia.
- No visites los sitios web que apoyan o dignifican los trastornos de la alimentación.
- Trabaja con el equipo de tu tratamiento para averiguar qué situaciones causan pensamientos o comportamientos que pueden desempeñar un papel en tu bulimia. Crea un plan para afrontar a esas situaciones.
- Haz un plan para hacer frente a las dificultades cuando hay contratiempos.
- Busca modelos positivos que te hagan sentir mejor contigo mismo.
- Busca actividades y aficiones que te gusten para distraerte de los pensamientos sobre atracones y purgas.
- Para sentirte mejor contigo mismo, perdónate, céntrate en lo positivo, date crédito y acéptate.
Obtén apoyo
Si tienes bulimia, tú y tu familia pueden buscar grupos de apoyo para obtener ánimo, esperanza y consejos sobre cómo afrontarla. Los miembros del grupo pueden entender lo que estás pasando porque ya lo vivieron. Consulta a tu profesional de atención médica si hay un grupo en tu área.
Consejos de asesoramiento para padres
Si eres el padre o la madre de un niño con bulimia, es posible que te culpes por el trastorno de la alimentación de tu hijo. No obstante, este tipo de trastornos puede tener muchas causas, y se sabe que no los causan ni el padre ni la madre. El padre y la madre desempeñan un rol muy importante para ayudar a sus hijos e hijas a recuperarse de estas enfermedades.
Estas son algunas sugerencias:
- Asegúrate de que tu hijo reciba tratamiento. Participa en el plan de tratamiento para saber de qué forma apoyar mejor a tu hijo.
- Escucha. Escucha activamente. Ofrece a tu hijo un lugar seguro para hablar y compartir sentimientos sin juicios.
- Organiza comidas en familia regulares. Tener horarios rutinarios para comer es importante para reducir los atracones.
- Habla con tu hijo adolescente sobre tus preocupaciones. No lo culpes. Un trastorno de la alimentación no es algo que tu hijo elija o algo que quiera hacer. Es una enfermedad compleja que afecta su cerebro y la forma en que toma decisiones.
Recuerda que los trastornos de la alimentación afectan a toda la familia. También debes cuidarte a ti mismo. Si sientes que no estás lidiando bien con la bulimia de tu hijo, podrías buscar asesoramiento profesional. También puedes preguntarle al profesional de atención primaria de tu hijo sobre grupos de apoyo para padres y madres de hijos e hijas con trastornos de la alimentación.
Preparación para la consulta
A continuación, te presentamos información que te ayudará a preparar para la cita médica y a saber qué puedes esperar del equipo de atención médica. Pídele a un familiar o a un amigo que te acompañen, si es posible, para ayudarte a recordar los puntos más importantes y brindar un panorama más completo de la situación.
Qué puedes hacer
Antes de la cita, prepara una lista de lo siguiente:
- Tus síntomas, incluidos los que no parecen estar relacionadas con la cita.
- Información personal crucial, incluidos eventos de gran estrés o cambios recientes en tu vida.
- Todos los medicamentos, incluidos los disponibles sin receta médica, así como las vitaminas, los productos herbarios u otros suplementos que estés tomando, y sus dosis.
- Preguntas para hacerle al profesional de atención médica, a fin de que puedas aprovechar el tiempo al máximo.
Las siguientes son algunas preguntas que puedes hacerle al profesional de atención primaria o al profesional de la salud mental:
- ¿Qué tipo de pruebas necesitan hacerme? ¿Tengo que prepararme para estas pruebas?
- ¿Qué tratamientos recomienda?
- ¿Existe una alternativa genérica al medicamento que me está recetando?
- ¿De qué manera el tratamiento afectará mi peso?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas durante la cita.
Qué esperar del médico
Es posible que el profesional de atención primaria o el profesional de la salud mental te haga varias preguntas, como las siguientes:
- ¿Desde hace cuánto tiempo estás preocupado por tu peso?
- ¿Piensas en comida con frecuencia?
- ¿Alguna vez comes a escondidas?
- ¿Vomitaste alguna vez porque te sentías demasiado lleno?
- ¿Tomaste alguna vez medicamentos para perder peso?
- ¿Haces ejercicio? Si es así, ¿con qué frecuencia?
- ¿Has encontrado otras maneras de bajar de peso?
- ¿Tienes algún síntoma físico?
- ¿Tuvo alguno de tus familiares síntomas de un problema alimentario o se le diagnosticó un trastorno de la alimentación?
Tu profesional de atención primaria o tu profesional de la salud mental te hará más preguntas según tus respuestas, síntomas y necesidades. Preparar y anticipar las preguntas te ayudará a aprovechar al máximo la cita.