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Paula Hill, paciente: Me llamo Paula Hill. Vivo aquí en el valle desde hace más de 30 años. Soy madre de cuatro hijos mayores y esposa de un bombero jubilado. Fui a una mamografía de rutina y los resultados fueron normales. Poco tiempo después, fui al examen anual con mi ginecólogo habitual y al examinarme las mamas, encontró un bulto. Pocos días después, recibí una llamada para decirme que, en realidad, era cáncer y que debía empezar a averiguar sobre tratamientos. Debido a que hace unos cinco años, mi padre recibió tratamiento con tecnología de avanzada para una afección cardíaca en Mayo Clinic, yo también conocía esa institución. Por eso, incluí a Mayo en mi búsqueda sobre tratamientos, pues sabía que allí probablemente encontraría el mejor y más avanzado equipo.
Dra. Barbara Pockaj, Oncóloga quirúrgica, Mayo Clinic: Fui la primera persona que vio a Paula cuando llegó a Mayo Clinic. Así suele ser con los pacientes recién diagnosticados con cáncer de mama. Cuando llegan, primero se reúnen con el cirujano.
Paula Hill: Al volver a casa ese día, mi esposo y yo supimos que donde realmente queríamos estar era en Mayo. El plan de tratamiento que me propusieron era 6 meses de quimioterapia, luego la cirugía, después 20 sesiones de radiación y un año de tratamiento con Herceptin. Lo que me gustó del plan es que no empezaba con la cirugía, sino que aprovechaban la oportunidad para reducir el tamaño del tumor a fin de que hubiera una excelente probabilidad de que me hicieran una lumpectomía en vez una mastectomía completa, y eso realmente me gustó.
Dra. Pockaj: Le dije a Paula que tenía buenas y malas noticias. La mala noticia era que tenía cáncer de mama y de un tipo agresivo. La buena noticia era que este tipo agresivo de cáncer de mama responde bien al tratamiento.
Dr. Donald Northfelt, director médico adjunto, Clínica de Mamas en Mayo Clinic: Después de revisar el caso, vimos que ella calificaba para participar en un ensayo clínico que estaba en curso en ese momento. Era el ensayo I-SPY 2. Consistía en un estudio de varias opciones de tratamiento contra el cáncer de mama en etapa avanzada pero localizado. El estudio incluía probar nuevos medicamentos elaborados específicamente para inhibir la proteína HER2 y así tratar favorablemente el cáncer de esta paciente.
Paula Hill: Una de las cosas que queríamos saber era cuán avanzado estaba el ensayo y si el medicamento había sido exitoso. Nos informaron que el ensayo estaba en las últimas etapas y que ya se lo había administrado a seres humanos. Yo no sería la primera. Se incluiría todo lo habitual del protocolo de tratamiento contra el cáncer de mama, contra mi tipo en particular, además del medicamento del ensayo. No iba a pasar por alto ningún tratamiento que normalmente hubiera recibido. Esto sería algo adicional, con la esperanza de reducir aún más el tumor.
Dra. Pockaj: Paula participó en el ensayo I-SPY y la respuesta fue realmente notable. El tumor que tenía era grande y con ganglios linfáticos positivos, pero después del ensayo, los estudios por imágenes no mostraron nada. Eso no siempre significa que en la cirugía tampoco se encontrará nada, sino que el tumor se ha reducido bastante y todas las opciones están abiertas.
Dr. Northfelt: Esa es la razón para venir a trabajar todos los días. Esperamos ver este tipo de resultados en nuestros pacientes. Es aún más agradable cuando ocurre en el contexto de un ensayo clínico. En un ensayo clínico, se aplican nuevas ideas al tratamiento contra el cáncer. Siempre tenemos la esperanza de que lleven a mejores resultados para los pacientes.
Paula Hill: En realidad, he reanudado bastante... bueno, toda mi vida. Ahora tengo una perspectiva completamente diferente de la vida. Pienso que soy mucho más feliz, menos selectiva, no tan perfeccionista y que realmente disfruto de todo lo que me llega.
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