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Un resfriado o la influenza pueden desencadenar un ataque de asma. A continuación, te explicamos por qué y cómo evitar que tus estornudos se conviertan en silbidos.
Si tienes asma, hasta un resfriado leve puede derivar en sibilancias y opresión en el pecho. Los resfriados y la gripe se encuentran entre las causas más comunes de los brotes de asma, especialmente en niños pequeños.
Es posible que los medicamentos habituales para el asma no puedan aliviar los síntomas de asma relacionados con el resfriado o la gripe. Además, los síntomas de asma provocados por una infección respiratoria pueden durar varios días o semanas.
No existe una forma segura de evitar que tú o tu hijo se resfríen ni tengan gripe. Pero puede ayudar tomar medidas para evitar enfermarse y tomar las medidas adecuadas.
Sigue estos pasos que te ayudarán a no enfermarte:
A pesar de todos los esfuerzos que hagamos por mantenernos sanos, es inevitable que, de vez en cuando, nos contagiemos con una gripe o un resfriado, especialmente los niños. Estas medidas pueden ayudar:
Habla con el proveedor de atención médica a fin de diseñar un plan de acción para evitar contagiarte con gripe o resfriado. Aprende también qué debes hacer ante los primeros signos de enfermedad que tú o tu hijo presenten. El tratamiento temprano puede ayudar a aliviar los síntomas y a prevenir que un brote de asma leve empeore y se convierta en un ataque de asma grave.
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